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José García Álvarez Coque, analista agrícola de España, habló de los subsidios agrícolas en los países desarrollados y dijo que se está en camino hacia políticas públicas menos distorsionadoras del comercio externo.

 

José María García Álvarez Coque, especialista en el análisis y la evaluación de políticas agropecuarias desde una perspectiva internacional, viajó desde España hasta Buenos Aires para participar de un seminario sobre negociaciones Mercosur-Unión Europea, organizado por el Programa de Inserción Agrícola.

Previo a su exposición en ese seminario, García Álvarez Coque evaluó durante una entrevista con Infocampo el futuro de las políticas agrícolas en el mundo.

"Más que una reducción de los subsidios agrícolas existe una tendencia en los países desarrollados a apostar a otros instrumentos de apoyo a la agricultura más orientados al productor y menos distorsionadores del comercio internacional", resaltó el especialista español.

El cuidado del medio ambiente será también un criterio definitivo en el diseño de esas políticas. "El mercado no remunera ese cuidado y, por ello, los Estados deberán promover con sus políticas dichas prácticas", señaló García Álvarez Coque.

Con respecto al bloque Mercosur, el especialista dijo estar contento de asistir al "nacimiento de una gran potencia económica internacional". Para España, añadió el analista, "es una necesidad colaborar con este bloque como socios, acompañando su crecimiento".

García Álvarez Coque indicó, en este sentido, que en los países de la  Unión Europea, "el Mercosur está ganando aliados".

Argentina. La realidad agropecuaria y política argentina también fue un tema de conversación con Infocampo.

"Es muy difícil para un observador externo entender la lógica de las políticas agrícolas argentinas, sobre todo porque dependen, no de criterios económicos, sino ideológicos y políticos", indicó el analista.

Para García Álvarez Coque, el uso de un criterio ideológico político para diseñar políticas agropecuarias "no es negativo per se" porque "es fruto  de un debate interno" de cada país.

Sin embargo, indicó el especialista, "puede que la sociedad evalúe como positiva una política sólo porque está acompañada, en el corto plazo, con buenos resultados económicos".

Siguiendo este razonamiento, comentó que la Argentina "se caracteriza hoy por un período de crecimiento y, por tanto, es difícil valorar con seriedad cómo sería este país sin la aplicación de las actuales políticas".

La Argentina "se ha caracterizado por ser competitiva en los mercados internacionales,  y con un nivel de formación agrícola importante; sin embargo, en un momento como éste, de inestabilidad en los mercados externos, de creciente volatilidad, se ve con cierta preocupación el manejo de políticas que no contribuyen a favorecer la estabilidad mundial, sino todo lo contrario", dijo.

En este momento, indicó el especialista, "donde existe un riesgo de suba  de las cotizaciones internacionales de los granos, todos los gobiernos deberían contribuir a mejorar esa estabilidad mejorando la previsibilidad de sus políticas".

El analista español habló de la necesidad de que las políticas agropecuarias sean previsibles y estables.

"La Argentina es un actor importante en el mercado internacional, y las decisiones que se adopten aquí influirán en el resto del mundo", sentenció García Álvarez Coque.

Este miércoles se llevó a cabo, en la Bolsa de Cereales porteña, el seminario Perspectivas de la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea, y las negociaciones entre dicho bloque y el Mercosur.

Además de García Álvarez Coque, disertó en el marco de este seminario, el director de Negociaciones Económicas Internacionales, Néstor Stancanelli. El encuentro estuvo organizado por el Programa de Inserción Agrícola, que persigue como finalidad facilitar una mayor inserción económica de los países del Mercosur con el resto del mundo.

Es un programa regional en el que participan Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Multilateral de Inversión (Fomin).  En Argentina es desarrollado por la SRA, CRA, la FAA, la Fundación Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales (Inai), y el Centro de la Industria Lechera (CIL).

Curriculum Vitae

Es profesor de la  Universidad Politécnica de Valencia (España).

Asesoró a la FAO, a la Comunidad Andina y a distintas instituciones de la Unión Europea.

Participó de proyectos de  cooperación en los países andinos, y Oriente Medio, entre otros.

Fue presidente de laAsociación Española de Economía Agraria.

 

El viernes 27 de agosto, en el marco de la 15ª Feria Internacional del Libro y con el apoyo del Servicio de Iglesias Evangélicas en Alemania para el desarrollo (EED), Fundación Xavier Albó, Clave Consultores y el Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS) se llevó a cabo la presentación del libro ¿Qué esperar de las ONG? Enfoques y prácticas de desarrollo rural en los países andinos de los autores Oscar Bazoberry Chali y Carmen Beatriz Ruiz, investigadores del IPDRS.

El evento contó además con la presencia y comentarios del Sr. Victor Hugo Vásquez, Viceministro de Desarrollo Rural y Agropecuario, quien a tiempo de felicitar a los autores, destacó la importancia de la publicación y la utilidad que el Viceministerio a su cargo ve en publicaciones de este nivel.

Alrededor de un centenar de personas acompañaron la presentación y tuvieron además la oportunidad de recibir la última publicación del IPDRS, el libro CAMPESINDIOS: Aproximaciones a los campesinos de un continente colonizado del autor Armando Bartra Verges, estudioso mexicano, director del Instituto para el desarrollo rural Maya y profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana - Unidad Xochimilco del DF, que hace unos días estuvo visitando nuestro país.

Antecedentes del libro

Hace más de un año que el EED y sus contrapartes de los países andinos (Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Bolivia) decidieron encaminar un proceso de intercambio respecto al desarrollo rural.

El EED decidió promover un proceso de diálogo y reflexión con y entre sus contrapartes de los países andinos que trabajan en este campo, a través de la sistematización de sus principales aportes en acciones de desarrollo rural que contribuyen a la reducción de la pobreza desde la perspectiva del desarrollo territorial e identificar las alternativas que se vienen promoviendo en respuesta a los desafíos de la presente fase de globalización para convenir estrategias conjuntas en los siguientes años.

Este proceso de dialogo arrojó distintos productos y subproductos que se pueden encontrar en la página www.sudamericarural.org pero sin duda el principal producto es este libro. 

El libro ofrece una visión positiva, pero realista de la acción no gubernamental en el desarrollo rural de la región. Muestra la complejidad de las apuestas, enfoques, conceptos, contextos y las intervenciones institucionales en las múltiples dimensiones del desarrollo rural, poniendo en primer plano las fortalezas y desafíos. No se trata de promover una mirada conformista, sino de aproximarse a los retos del trabajo en la región andina y sus zonas rurales, que están atravesando por procesos de transformaciones aceleradas y desafiantes.

Descarge el libro en PDF en su Edición Bolivia o Edición Ecuador.

 

Esto se da dos meses después de que el Tribunal Andino de Justicia falló en contra de Colombia por ese motivo y autorizó a los socios regionales tomar represalias contra el país.

El 23 de junio, el Tribunal Andino autorizó a los países de la Comunidad Andina (CAN) para que impongan temporalmente un gravamen arancelario adicional del cinco por ciento a las importaciones que realicen desde Colombia, de cinco productos del sector agrícola. Por ahora, los países no han puesto en vigencia esta sanción.

El ministro Juan Camilo Restrepo dijo que se tomó la decisión provisional para proteger a los arroceros nacionales. Se estima que en lo que resta del año, saldrían al mercado entre 150.000 a 180.000 toneladas. Vale la pena recordar que, el 96,1 por ciento de las exportaciones de arroz de Perú, entre 2006 y 2009 tenían como destino a Colombia; sin embargo, desde marzo de 2009, se prohibieron.

Para el caso de Ecuador, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) negó los permisos sanitarios para la importación del cereal, debido a la presencia del virus de la fiebre aftosa en la frontera de ese país con Colombia, lo que constituye un riesgo para la sanidad animal del país.

Autoridades del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) de Bolivia informaron que avanza la reversión y anulación de títulos de propiedad de particulares por fraude e incumplimiento de la Función Económica y Social (FES).

  El diario estatal Cambio señaló que las parcelas recuperadas por el Estado serán redistribuidas entre comunidades indígenas, campesinas y originarias que las demanden, como lo establece la Constitución Política del Estado Plurinacional y la Ley de Reconducción Comunitaria 3545.

El director del INRA, Juan Carlos Rojas, precisó que las expropiaciones abarcan una superficie de 115 mil 818 hectáreas, en los departamentos de Santa Cruz y Beni.

De acuerdo con el directivo del INRA, la decisión se tomó luego de verificarse el incumplimiento de la FES en propiedades dedicadas a la agricultura o a actividades agropecuarias, en propiedades grandes y medianas.

"Para resumir, en Santa Cruz y Beni algunas personas intentaron burlar la buena fe del Estado o del INRA utilizando documentación que no corresponde, recursos mañosos, ganado que no les pertenece", agregó.

Los funcionarios detectaron falsas declaraciones acerca del uso y extensión de las tierras, además del incumplimiento con el proceso de saneamiento previsto en los contratos, en cinco casos.

Según la nueva Carta Magna, vigente desde febrero de 2009, tampoco se puede permitir la doble dotación de tierras, lo cual deriva en la anulación y reversión de la superficie, que es parte del trabajo que debe hacer el INRA este año.

 

Foto: Archivo de Jornadanet.

La integración económica de América latina es aprobada por más del 70% de los países que integran la región, según una encuesta de Latinobarómetro. Los desafíos de la Caricom, la SICA, la Comunidad Andina y el Mercosur para una integración total en 2018.

Desarrollo y convergencia. Esos dos conceptos están asociados en la percepción de los ciudadanos de América latina que, en abrumadora mayoría, se pronunciaron a favor de la integración económica regional. Más del 70% en promedio, y con porcentajes que llegan casi al 85% en algunos países como Uruguay, aprobaron la continuidad de los procesos de asociación de acuerdo con una encuesta realizada a más de 20 mil personas por la consultora Latinobarómetro. La Argentina presenta uno de los indicadores más elevados de apoyo a la integración económica y se ubica en el tercer puesto, con el 79% de adhesiones.

De acuerdo con el relevamiento, los dos países en los que más respaldo obtiene el proceso de integración económica son Uruguay y República Dominicana, con el 84% y el 83%, respectivamente. En el otro extremo, las naciones donde el proceso cosecha menor respaldo son México y Ecuador, aunque alcanza también allí la mayoría de los apoyos: el 58% dice estar "muy a favor" o "algo a favor" de acuerdo con los resultados finales del relevamiento publicados por la consultora.

La encuesta fue realizada en el segundo semestre del año pasado con 20.204 casos y procesada y difundida hace pocos días por la Corporación Latinobarómetro, una organización con sede en Santiago de Chile que tiene el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Agencia Española de Cooperación Internacional, entre otros organismos internacionales.

"Los latinoamericanos muestran claramente su opción por el de­sarrollo. No buscan integrar gente sino que quieren la prosperidad y lo expresan con el respaldo a las políticas de acuerdos comerciales, pero detrás de esa demanda no hay un reclamo de interacción entre los pueblos", analizó Marta Lagos, economista, fundadora y directora de la Corporación Latinobarómetro, en diálogo con Buenos Aires Económico desde Santiago de Chile.

"La percepción mayoritaria es que la integración lleva a la prosperidad, pero lo cierto es que las empresas van más rápido que los gobiernos", observó Lagos.

Los grupos y las cuentas pendientes. En América latina conviven cuatro grupos de países nucleados en asociaciones de carácter comercial: el Mercosur, la Comunidad Andina, la Comunidad del Caribe -Caricom por la síntesis de su nombre en inglés- y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) con alcances y tradiciones diferenciadas.

El Mercado Común del Sur mantiene la composición de sus cuatro países miembros que suscribieron el Tratado de Asunción en 1991 y que luego ampliaron con el protocolo adicional de Ouro Preto tres años más tarde: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay; en tanto que Venezuela está en proceso de asociación como integrante pleno.

De esa época data también el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) que nuclea a Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá y que tuvo su protocolo fundacional en diciembre de 1991 en Tegucigalpa. El bloque avanzó sobre la base de una experiencia previa, la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), creada cuarenta años antes.

Dos años antes otro grupo de países de América del Sur había alumbrado una experiencia de integración, la Comunidad Andina. En mayo de 1969 Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú firmaron el Acuerdo de Cartagena para avanzar en "la integración y la cooperación económica y social". Cuatro años más tarde se adhirió Venezuela, que se retiró en 2006.

El Caribe tiene en tanto su propia asociación económica, la Caribbean Community (Caricom), conformada por quince países como miembros plenos, entre ellos Antigua, Barbados, Bahamas, Guyana, Jamaica, Surinam y Trinidad y Tobago, que vio su conformación actual en 1973.

Norma Mellado, directora del Instituto de Integración Latinoamericana de la Universidad de La Plata, señaló a este medio que la historia reciente en la región muestra que "se van creando nuevos grupos, pero no se profundizan los que ya existen". Si bien admitió que "es complejo desde el punto de vista jurídico-institucional" perfeccionar la integración, analizó que una con­vergencia de la Comunidad Andina con el Mercosur cubriría toda América del Sur, aunque sería más complejo dar ese paso con las organizaciones de los países centroamericanos.