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La integración económica de América latina es aprobada por más del 70% de los países que integran la región, según una encuesta de Latinobarómetro. Los desafíos de la Caricom, la SICA, la Comunidad Andina y el Mercosur para una integración total en 2018.

Desarrollo y convergencia. Esos dos conceptos están asociados en la percepción de los ciudadanos de América latina que, en abrumadora mayoría, se pronunciaron a favor de la integración económica regional. Más del 70% en promedio, y con porcentajes que llegan casi al 85% en algunos países como Uruguay, aprobaron la continuidad de los procesos de asociación de acuerdo con una encuesta realizada a más de 20 mil personas por la consultora Latinobarómetro. La Argentina presenta uno de los indicadores más elevados de apoyo a la integración económica y se ubica en el tercer puesto, con el 79% de adhesiones.

De acuerdo con el relevamiento, los dos países en los que más respaldo obtiene el proceso de integración económica son Uruguay y República Dominicana, con el 84% y el 83%, respectivamente. En el otro extremo, las naciones donde el proceso cosecha menor respaldo son México y Ecuador, aunque alcanza también allí la mayoría de los apoyos: el 58% dice estar "muy a favor" o "algo a favor" de acuerdo con los resultados finales del relevamiento publicados por la consultora.

La encuesta fue realizada en el segundo semestre del año pasado con 20.204 casos y procesada y difundida hace pocos días por la Corporación Latinobarómetro, una organización con sede en Santiago de Chile que tiene el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial, la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Agencia Española de Cooperación Internacional, entre otros organismos internacionales.

"Los latinoamericanos muestran claramente su opción por el de­sarrollo. No buscan integrar gente sino que quieren la prosperidad y lo expresan con el respaldo a las políticas de acuerdos comerciales, pero detrás de esa demanda no hay un reclamo de interacción entre los pueblos", analizó Marta Lagos, economista, fundadora y directora de la Corporación Latinobarómetro, en diálogo con Buenos Aires Económico desde Santiago de Chile.

"La percepción mayoritaria es que la integración lleva a la prosperidad, pero lo cierto es que las empresas van más rápido que los gobiernos", observó Lagos.

Los grupos y las cuentas pendientes. En América latina conviven cuatro grupos de países nucleados en asociaciones de carácter comercial: el Mercosur, la Comunidad Andina, la Comunidad del Caribe -Caricom por la síntesis de su nombre en inglés- y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) con alcances y tradiciones diferenciadas.

El Mercado Común del Sur mantiene la composición de sus cuatro países miembros que suscribieron el Tratado de Asunción en 1991 y que luego ampliaron con el protocolo adicional de Ouro Preto tres años más tarde: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay; en tanto que Venezuela está en proceso de asociación como integrante pleno.

De esa época data también el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) que nuclea a Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá y que tuvo su protocolo fundacional en diciembre de 1991 en Tegucigalpa. El bloque avanzó sobre la base de una experiencia previa, la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), creada cuarenta años antes.

Dos años antes otro grupo de países de América del Sur había alumbrado una experiencia de integración, la Comunidad Andina. En mayo de 1969 Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú firmaron el Acuerdo de Cartagena para avanzar en "la integración y la cooperación económica y social". Cuatro años más tarde se adhirió Venezuela, que se retiró en 2006.

El Caribe tiene en tanto su propia asociación económica, la Caribbean Community (Caricom), conformada por quince países como miembros plenos, entre ellos Antigua, Barbados, Bahamas, Guyana, Jamaica, Surinam y Trinidad y Tobago, que vio su conformación actual en 1973.

Norma Mellado, directora del Instituto de Integración Latinoamericana de la Universidad de La Plata, señaló a este medio que la historia reciente en la región muestra que "se van creando nuevos grupos, pero no se profundizan los que ya existen". Si bien admitió que "es complejo desde el punto de vista jurídico-institucional" perfeccionar la integración, analizó que una con­vergencia de la Comunidad Andina con el Mercosur cubriría toda América del Sur, aunque sería más complejo dar ese paso con las organizaciones de los países centroamericanos.