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González Daher decidió incluir en el orden del día ambos juramentos y a pedido del oficialismo se tratará la inclusión de Paraguay a la Unasur. Están en juego votos colorados, oviedistas y aliancistas.

En el Senado logró cerrarse un acuerdo entre colorados y oficialistas para que juren, el próximo jueves, Alberto Grillón y Nicanor Duarte Frutos. El oviedismo comprometió el cuórum para el caso del expresidente de la República.

Tras la jura, el primer punto del orden del día a tratar será la inclusión de Paraguay a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).

A última hora de ayer, hubo un diálogo entre el presidente del Congreso, Óscar González Daher, y el luguista Carlos Filizzola para que el oficialismo acepte un nuevo juramento de Grillón.

Filizzola insistió en que también se incluyan otros temas como Unasur y González Daher accedió.

En la reunión de ayer de la mesa directiva y líderes de bancada en la Cámara Alta, hubo una discusión debido a que un sector de la oposición planteó que Grillón vuelva a jurar tras la proclamación.

Los luguistas reclamaron que ya no había necesidad de ello.

Ante el panorama adverso, se decidió entonces dejar en manos del titular del Congreso incluir el juramento de Grillón y Duarte Frutos, previo sondeo con los distintos sectores.

La discusión se centró en que si correspondía o no tomar un nuevo juramento al representante del Partido Democrático Progresista (PDP).

Voces dispares se escucharon al respecto. El colorado Hugo Estigarribia, el patriaqueridista Miguel Carrizosa y el luguista Filizzola coincidieron en que no era necesario. Los tres también estaban de acuerdo en que no correspondía la jura de Nicanor.

En contrapartida, el líder de la bancada de Unace, Jorge Oviedo Matto, señaló que sí daría cuórum para el juramento del expresidente de la República, pero se retiraría de la sala en el caso de Grillón.

Cuestionó duramente al mismo, indicando que no sabía por qué se aferraba a su banca, ya que nunca iba, sino que se pasaba viajando.

Es que el oviedismo reclama la banca para su correligionario Jorge Mendoza Gaete, el cual presentó una acción de inconstitucionalidad, que tuvo un fallo de la Corte Suprema de Justicia.

Se dejó en manos de la Justicia Electoral, que, a su vez, resolvió la proclamación de Grillón como senador electo.

NO DARÁ CUÓRUM. Carrizosa sostuvo que la bancada de Patria Querida en el Senado no iba a estar en la sala de sesiones para la jura de Nicanor, pero sí para la de Grillón.

Se constituirá este tema en todo un dilema, ya que González Daher decidió que tanto Nicanor como Grillón juren juntos durante un acto.

EN EL PLRA APUNTAN A LIBERAR LOS VOTOS

El senador y presidente del PLRA, Blas Llano, anunció que el comité político del partido se reunirá mañana, a las 10, para revisar la resolución de la convención, que en el pasado 2008 decidió no apoyar el juramento de Nicanor Duarte Frutos.

Trajo a colación que se presenta una situación nueva con el fallo de la Corte Suprema de Justicia y que la decisión que se tome sería luego elevada a referéndum en una posterior convención.

La posibilidad que se maneja en carpas azules en torno a la jura de Nicanor es la liberación de los votos para el próximo jueves, ya que no habría un acuerdo unánime a nivel interno. Llano negó que exista un pacto azulgrana que incluya el ingreso de Venezuela al Mercosur y sostuvo que el PLRA mantiene su postura de negociar con Unace para la mesa directiva en el Congreso.

El presidente del Mercosur, el mandatario paraguayo Fernando Lugo, reconoció este martes "diferencias" internas en el bloque sudamericano respecto de las negociaciones con la Unión Europea sobre el capítulo agrícola para un acuerdo de libre intercambio.

Lugo, que se declaró sin embargo "optimista" sobre las negociaciones, hizo estas declaraciones al cabo de un encuentro en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien a su vez reconoció que "hay problemas" y que "las negociaciones no son fáciles", y aludió a "sensibilidades" dentro de la UE.

"Creo legítimo que los países de la UE no piensen todos igual y también los mismo del Mercosur", declaró a la prensa el mandatario paraguayo, que ejerce la presidencia pro témpore del Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela, que se encuentra en fase de adhesión).

"En el plano real hay diferencias (...) pero el sano pluralismo no nos asusta", añadió Lugo.

"Seguimos siendo optimistas de que tanto la UE, más temprano que tarde, junto al Mercosur llegaremos a acuerdos significativos", concluyó el mandatario paraguayo.

Lugo no dijo qué países latinoamericanos están divididos en la manera y los objetivos de las negociaciones con la UE. Argentina, preocupada por la caída de sus exportaciones, estudia frenar el alza de las importaciones en general, una actitud que no comparte el otros gigante agrícola sudamericano, Brasil.

El objetivo de las negociaciones, tal como lo recordaron Lugo y Barroso, es el de crear una zona de libre intercambio que reagrupe a 750 millones de personas.

Por su parte, Barroso reconoció "problemas" y señaló "progresos" en las negociaciones.

"La verdad es que hay problemas. Las negociaciones no son fáciles, pero se han registrado progresos en áreas de cooperación política, pero hay que seguir avanzando, hemos acordado que ambas partes deben continuar su trabajo interno para presentar mejores ofertas", sostuvo.

Barroso reconoció que "hay sensibilidades del lado del Mercosur así como del lado europeo" sobre los temas agrícolas y estimó que había que encontrar "soluciones equilibradas".

Relanzadas hace un año tras estar bloqueadas durante años, las negociaciones entre la UE y el Mercosur se reanudaron el 2 al 6 de mayo en Paraguay.

Según los estudios de la Comisión Europea, un acuerdo de libre intercambio se traduciría con un impacto global "negativo" en el sector agrícola europeo, compensado sin embargo por las ganancias esperadas por los sectores de la industria y de los servicios.

La Argentina y los demás países de América Latina como Brasil lograron instalar su postura en el debate de mundial de la volatilidad de los precios de las materias primas en el marco de discusión del G20, según los resultados que surgieron de la cumbre de ministros de Agricultura del Grupo que se realizó el último jueves y viernes en Buenos Aires.

Los funcionarios argentinos que participaron destacaron el "eco que tuvo en este foro la posición argentina y de Brasil sobre las materias primas" -similar a la de otros grandes exportadores de commodities del mundo-, que fue recogida por Francia, país clave que este año ostenta la presidencia del G20, de cara a la próxima cumbre de primeros mandatarios, que tendrá lugar en noviembre, en Cannes.

En este sentido, "no fue casualidad de que Francia haya aceptado realizar el taller en la Argentina", dijeron fuentes de Economía.

Al cierre del seminario, el ministro de Economía, Amado Boudou, resaltó el nuevo "rumbo" que tomó el eje de la discusión mundial sobre el tema, que pasó de querer ponerles topes a los precios de los bienes primarios, tal como lo planteó Francia a principios de año (cuando el presidente, Nicolás Sarkozy lanzó el problema de los commodities como uno de los cuatro puntos principales de discusión en la agenda del G20), a desechar la idea y volcarse por "regular los mercados financieros" de la materias primas, posición que comparte la Argentina.

Los mercados financieros son en realidad derivados de los de la comercialización de los bienes físicos, si bien tienen una gran influencia en el precio de los alimentos -que se encuentran a niveles récords-, y a ello apuntan a disminuir.

No sólo son los alimentos, sino que los bienes primarios energéticos y metálicos -como el petróleo y el oro-, se encuentran a precios elevados, e influyen en la cotización de los de consumo humano.

El acercamiento de las posiciones de Francia con América Latina fue reconocido por el propio ministro de Agricultura, Bruno Le Maire, quien indicó que "mi sentimiento es que estamos progresando hacia un consenso para adoptar un plan de acción, que se discutirá los próximos 21, 22, y 23 de junio".

Le Maire fue más allá: "No proponemos una vuelta al proteccionismo, de ninguna manera. Le digo a mis amigos argentinos que Francia no es favorable al proteccionismo agrícola, es favorable a la reciprocidad", destacó.

Más adelante en su discurso, precisó: "Queremos evitar la alta volatilidad de los precios y la especulación financiera de productos agrícolas", en plena coincidencia con las palabras del ministro de Economía, Amado Boudou, que apenas minutos antes había expresado "la importancia" de focalizar el tema "en la regulación de los mercados financieros. La mayor parte de la volatilidad de los precios de los commodities está originada en el juego financiero de corto plazo", expresó.

Al cierre del evento, Boudou concluyó: "interpretamos que la posición argentina ha sido tomada en cuenta por el G-20", a pesar de que "aquí escuchamos posturas hasta contrarias".

Sobre esto último, si bien no especificó al respecto, Boudou se refería al "acalorado debate que tuvieron, por ejemplo, los franceses con los ingleses. Mientras que los primeros son más propensos a regular todos los mercados, los ingleses, que tienen una alta participación en los mercados de derivados de los commodities, se mostraban en contra", explicó un colaborador de Boudou, a Télam.

El plan de acción que debaritán los ministros de agricultura en París en junio consta de cinco puntos: inversión en agricultura para aumentar la oferta; lograr la transparencia en los mercados agrícolas con la provisión de mayor información, para que haya una menor especulación; el diseño de mecanismos de acción para sortear una crisis alimentaria; darle un tratamiento a la volatilidad de precios; y, por último, la regulación financiera.

El problema de garantizar la "seguridad alimentaria", debido a la escacez de oferta de tierras y de producción, en contraposición al exceso de una demanda sostenida -sobre todo de países emergentes-se plasma en las proyecciones.

Tanto la FAO, organismos multilaterales expertos en la materia, como en el G20, se expresó que dentro de 10 años la población mundial alcanzará los 9.200 millones de habitantes, con lo qeu se estima que hará falta aumentar un 70% la producción alimentaria para evitar "motines contra el hambre".

El evento internacional realizado en Buenos Aires contó con alrededor de 200 asistentes, entre los que se encontraban expertos mundiales en alimentos y miembros de organismos internacionales, además de los ministros de agricultura de los países que componen el G20.

Entre las personalidades participaron: Ken Ash, (directorio de comercio y Agricultura de la OCDE.); Jorge Mayer (UNCTAD); Patricia Pollard (Tesoro de EE.UU.); Michel Houdebine (Ministerio de Finanzas de Francia); Brendan Bayley (Representante de Inglaterra en Commodities); David Hallam (FAO); Vera Songwe y Michel Kerk (Banco Mundial).

También estuvieron presentes Luis Basterra (INTA); Luiz Pereira Da Silva (Vicepresidente de Banco Central de Brasil); José Manuel Silva Rodríguez (Director de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea); e Hiroshi Nakaso (Banco de Japón).

El ministro de Agricultura francés considera que es crucial transparentar los mercados. Argentina insiste en que el camino es producir más

 Los países del Grupo de los 20 (G-20) buscan consensuar herramientas para transparentar los mercados de materias primas, así como atenuar la alta volatilidad, sin que eso implique ponerle techo al alza de los commodities agrícolas.

En eso trabajan desde ayer representantes de los países del G-20, reunidos en Buenos Aires, donde hoy buscarán consensuar una serie de recomendaciones para que los ministros de Finanzas y Economía del bloque discutan el mes próximo en París.

El debate quedó inaugurado ayer por el ministro de Agricultura de Francia, Bruno Le Maire; su par local, Julián Domínguez; y el titular del Palacio de Hacienda, Amado Boudou.

Le Maire llegó al seminario, luego de haberse reunido durante más de una hora con Domínguez. Tras ese encuentro, el ministro galo dijo a la prensa que “Francia no quiere limitar el precio de las materias primas, sino evitar la volatilidad y la especulación financiera”. Esa postura fue interpretada como un gesto hacia los países productores de materias primas, como Brasil y la Argentina, tras la fuerte resistencia que ejercieron a los planteos para regular los precios, en momentos en que se encuentran en récords.

Ante delegaciones del G-20, además de invitados de organismos internacionales como el Banco Mundial, la OCDE, la FAO y el FMI, Le Maire enfatizó sí la necesidad de que los mercados agropecuarios estén dotados de instrumentos técnicos similares a los que rigen al mundo financiero, a fin de limitar la especulación excesiva. Y sostuvo que deben encontrarse mecanismos para que los países en desarrollo puedan defenderse de la alta volatilidad.

Boudou coincidió en que la fuerte suba de los alimentos está en parte “relacionada con la especulación financiera”. Y ponderó la apertura de un debate “franco, abierto, diverso y plural” con eje central en las materias primas.

El objetivo de este taller es dejar plasmados todos los puntos de vista, sin dejar de lado la posición argentina”, puntualizó Boudou. “La Argentina plantea, como parte de la solución, aumentar la oferta de los commodities, obtener mayores niveles de inversión y prácticas como tecnologías sustentables”, sostuvo Boudou.

A su turno, Domínguez resaltó: “No vamos a sacrificar a los productores argentinos en aras de la disminuir la volatilidad de los mercados”. El ministro de Agricultura remarcó que “nos hicimos eco del pedido de la FAO que reclama más alimentos para el mundo. Tenemos que trabajar en producir más con más productores”, enfatizó.

Domínguez dijo que Argentina superó este año la meta de las 100 millones de toneladas de producción de granos y oleaginosas y que el objetivo es alcanzar en esta década las 160 millones de toneladas. “Si queremos evitar los sobresaltos, tenemos que lograr más producción, mas tecnología con un proceso genuino de crecimiento y desarrollo”, puntualizó. Y completó que el Mercosur produce hoy como bloque “300 millones de toneladas de oleaginosas y cereales, por lo que está en condiciones de garantizar la alimentación de 1.200 millones de habitantes en el mundo

Ministros de Agricultura de los países integrantes del Grupo de los 20 (G-20) iniciarán hoy aquí una reunión de dos días cuyo tema central será la volatilidad y los altos precios de los productos primarios (commodities).

  Las dos jornadas de discusiones transcurrirán a puertas cerradas, anticiparon los organizadores de la cita, que encabezarán los titulares argentinos de Economía, Amado Boudou, y de Agricultura, Julián Dominguez, y el ministro francés de esta última cartera, Bruno Le Maire.

Francia ostenta en estos momentos la presidencia del G-20, que ha colocado la cuestión de los commodities como un tema troncal en la agenda del año 2011.

Los debates en la cita de alto nivel, que se desarrollarán en un céntrico hotel porteño, girarán en torno a cinco ejes fundamentales: los ciclos productivos y la oferta de alimentos; y el comportamiento de la demanda.

También, sobre la regulación de los mercados financieros y su relación con los mercados físicos; la seguridad alimentaria; y los nuevos instrumentos de cobertura para los precios futuros de los mercados derivados financieros y de los alimentos.

Según anticipó ayer en declaraciones a la agencia de noticias Telam el viceministro argentino de Agricultura, Lorenzo Basso, es previsible que en este jueves Francia modifique su criterio inicial de establecer controles para combatir la suba y la volatilidad de precios de los commodities alimentarios.

La postura argentina sobre este tema (que comparten Brasil, Canadá y Australia) es la de incrementar la oferta y no regular los precios, pues de lo que se trata es de satisfacer la sostenida demanda mundial de alimentos.

A la cita porteña confirmaron su asistencia representantes de la Unión Europea, Estados unidos, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y Rusia, Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudita, Sudáfrica y Turquía.

Participarán asimismo delegados del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial (BM), de la ComisiÂ�Â�on Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), de la OCDE, FAO, ONU y OEA, entre otros organismos.

La reunión de ministros de Agricultura antecede al próximo encuentro de titulares de Economía y Finanzas del G-20, los cuales intentarán coordinar las políticas que terminarán de definir los presidentes en la Cumbre anual prevista para noviembre, en Cannes, Francia.