La Argentina y los demás países de América Latina como Brasil lograron instalar su postura en el debate de mundial de la volatilidad de los precios de las materias primas en el marco de discusión del G20, según los resultados que surgieron de la cumbre de ministros de Agricultura del Grupo que se realizó el último jueves y viernes en Buenos Aires.
Los funcionarios argentinos que participaron destacaron el "eco que tuvo en este foro la posición argentina y de Brasil sobre las materias primas" -similar a la de otros grandes exportadores de commodities del mundo-, que fue recogida por Francia, país clave que este año ostenta la presidencia del G20, de cara a la próxima cumbre de primeros mandatarios, que tendrá lugar en noviembre, en Cannes.
En este sentido, "no fue casualidad de que Francia haya aceptado realizar el taller en la Argentina", dijeron fuentes de Economía.
Al cierre del seminario, el ministro de Economía, Amado Boudou, resaltó el nuevo "rumbo" que tomó el eje de la discusión mundial sobre el tema, que pasó de querer ponerles topes a los precios de los bienes primarios, tal como lo planteó Francia a principios de año (cuando el presidente, Nicolás Sarkozy lanzó el problema de los commodities como uno de los cuatro puntos principales de discusión en la agenda del G20), a desechar la idea y volcarse por "regular los mercados financieros" de la materias primas, posición que comparte la Argentina.
Los mercados financieros son en realidad derivados de los de la comercialización de los bienes físicos, si bien tienen una gran influencia en el precio de los alimentos -que se encuentran a niveles récords-, y a ello apuntan a disminuir.
No sólo son los alimentos, sino que los bienes primarios energéticos y metálicos -como el petróleo y el oro-, se encuentran a precios elevados, e influyen en la cotización de los de consumo humano.
El acercamiento de las posiciones de Francia con América Latina fue reconocido por el propio ministro de Agricultura, Bruno Le Maire, quien indicó que "mi sentimiento es que estamos progresando hacia un consenso para adoptar un plan de acción, que se discutirá los próximos 21, 22, y 23 de junio".
Le Maire fue más allá: "No proponemos una vuelta al proteccionismo, de ninguna manera. Le digo a mis amigos argentinos que Francia no es favorable al proteccionismo agrícola, es favorable a la reciprocidad", destacó.
Más adelante en su discurso, precisó: "Queremos evitar la alta volatilidad de los precios y la especulación financiera de productos agrícolas", en plena coincidencia con las palabras del ministro de Economía, Amado Boudou, que apenas minutos antes había expresado "la importancia" de focalizar el tema "en la regulación de los mercados financieros. La mayor parte de la volatilidad de los precios de los commodities está originada en el juego financiero de corto plazo", expresó.
Al cierre del evento, Boudou concluyó: "interpretamos que la posición argentina ha sido tomada en cuenta por el G-20", a pesar de que "aquí escuchamos posturas hasta contrarias".
Sobre esto último, si bien no especificó al respecto, Boudou se refería al "acalorado debate que tuvieron, por ejemplo, los franceses con los ingleses. Mientras que los primeros son más propensos a regular todos los mercados, los ingleses, que tienen una alta participación en los mercados de derivados de los commodities, se mostraban en contra", explicó un colaborador de Boudou, a Télam.
El plan de acción que debaritán los ministros de agricultura en París en junio consta de cinco puntos: inversión en agricultura para aumentar la oferta; lograr la transparencia en los mercados agrícolas con la provisión de mayor información, para que haya una menor especulación; el diseño de mecanismos de acción para sortear una crisis alimentaria; darle un tratamiento a la volatilidad de precios; y, por último, la regulación financiera.
El problema de garantizar la "seguridad alimentaria", debido a la escacez de oferta de tierras y de producción, en contraposición al exceso de una demanda sostenida -sobre todo de países emergentes-se plasma en las proyecciones.
Tanto la FAO, organismos multilaterales expertos en la materia, como en el G20, se expresó que dentro de 10 años la población mundial alcanzará los 9.200 millones de habitantes, con lo qeu se estima que hará falta aumentar un 70% la producción alimentaria para evitar "motines contra el hambre".
El evento internacional realizado en Buenos Aires contó con alrededor de 200 asistentes, entre los que se encontraban expertos mundiales en alimentos y miembros de organismos internacionales, además de los ministros de agricultura de los países que componen el G20.
Entre las personalidades participaron: Ken Ash, (directorio de comercio y Agricultura de la OCDE.); Jorge Mayer (UNCTAD); Patricia Pollard (Tesoro de EE.UU.); Michel Houdebine (Ministerio de Finanzas de Francia); Brendan Bayley (Representante de Inglaterra en Commodities); David Hallam (FAO); Vera Songwe y Michel Kerk (Banco Mundial).
También estuvieron presentes Luis Basterra (INTA); Luiz Pereira Da Silva (Vicepresidente de Banco Central de Brasil); José Manuel Silva Rodríguez (Director de la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea); e Hiroshi Nakaso (Banco de Japón).