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Como nunca antes en una cumbre de alto nivel, el gobierno colombiano ha dispuesto todo para que el foro social tenga toda la relevancia posible.

El gobierno colombiano decidió darle toda la relevancia a los actores sociales del continente durante la VI Cumbre de las Américas, que se lleva a cabo en Cartagena.

Para el encuentro social, que comienza hoy y termina el próximo viernes, habilitó el centro de convenciones de las Américas, que es el espacio más significativo que haya tenido este tipo de encuentros, le dio a conocer a los gobiernos las propuestas de más de un año de discusiones, y les va a dar la oportunidad de que discutan las mismas con los cancilleres de todos los países participantes.

El evento tendrá talleres con las organizaciones sociales, los indígenas, los jóvenes y los trabajadores del continente, con la participación de cerca de 1.100 personas.

Según Socorro Ramírez, coordinadora del encuentro, durante las discusiones salieron propuestas importantes en tres aspectos: infraestructura, desastres naturales y la seguridad.

"Una gran preocupación en infraestructura es que si el tema se queda solo en megaproyectos y no se toman en cuenta los efectos ambientales y sociales, se estarían generando nuevos problemas sociales, lo cual ha sido demostrado con los indígenas y los megaproyectos en la Amazonía, y en otras regiones del continente", afirmó Ramírez.

En cuanto a los riesgos naturales, la coordinadora del evento afirmó que hubo casi unanimidad en los problemas de los desastres naturales que se deben más a falta de prevención que a cuestiones climáticas.

El otro tema que preocupa es el crimen organizado en la región, el cual lo ven como peor que la misma pobreza.

Los precios mundiales de los alimentos subieron en marzo por tercer mes consecutivo impulsados por los avances en los aceites vegetales y los granos, dijo el jueves la FAO, con lo que volvió a colocar al problema de la inflación alimentaria en la agenda económica.

Los precios de los alimentos subieron a récords históricos en febrero del 2011 y generaron protestas vinculadas con la ola de inestabilidad de la Primavera Arabe en algunos países de Africa del Norte y Oriente Medio. Luego retrocedieron, pero comenzaron a repuntar en enero.

El índice, que mide los cambios mensuales de los precios para una canasta de cereales, oleaginosas, lácteos, carnes y azúcar, promedió 215,9 puntos en marzo, frente a los 215,4 puntos revisados de febrero, mostraron datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés).

Su índice de precios de los cereales promedió 227 puntos en marzo, en alza frente a febrero, debido a un avance de los valores del maíz, apuntalados por unos inventarios bajos y un mercado de soja fuerte, dijo la FAO.

"Uno puede ver aún más alzas en los precios a corto plazo", dijo el principal economista de la FAO, Abdolreza Abbassian, a Reuters antes de la actualización del índice.

La FAO también confirmó su pronóstico anterior de que la producción mundial de trigo caerá en un 1,4 por ciento en el 2012 desde la cosecha récord del año pasado, a 690 millones de toneladas.

Los precios elevados del petróleo han causado preocupaciones inflacionarias desde comienzos del año en curso. Los precios al consumidor en las 17 naciones que comparten el euro subieron 2,6 por ciento en marzo frente al mismo mes del año anterior, a pesar de las dificultades económicas de la región.

"El índice de precios de los alimentos tiene una correlación extremadamente alta con los precios del petróleo, y con el alza del petróleo, va a ser difícil que los precios de los alimentos no hagan lo mismo", dijo Nick Higgins, analista de materias primas de Rabobank International.

Los precios de la energía afectan la producción de fertilizantes además de los costos relacionados a la distribución de alimentos y el uso de maquinaria agrícola.

"En realidad vimos a las disminuciones (en el índice de alimentos) en el cuarto trimestre del 2011 como una anomalía y relacionadas más a liquidaciones de activos por la amenaza que representaba la situación macroeconómica europea que a los fundamentos agrícolas", dijo Higgins.

Un informe del gobierno de Estados Unidos la semana pasada que mostró estimaciones de las existencias de cereales más bajas de lo esperado y reducciones en las áreas sembradas de soja y trigo incentivó las preocupaciones sobre el suministro global de cereales, favoreciendo alzas en los futuros de los granos estadounidenses y europeos.

El maíz y la soja serían los motores principales en los mercados mundiales de granos hasta la recolección de las cosechas nuevas. Abbassian dijo que se esperan fuertes vaivenes en los valores debido a cambios climáticos en los principales países productores.

Podría haber una mayor volatilidad de precios si los productores estadounidenses deciden sembrar más soja tras ser atraídos por los precios elevados, agregó.

Los futuros estadounidenses de la soja subieron alrededor de 7 por ciento en marzo y avanzaron alrededor de 17 por ciento en el primer trimestre del año, debido a los temores sobre unos suministros estrechos, al tiempo que una sequía afectaba a Sudamérica.

Sin embargo, el economista de la FAO dijo que los precios podrían caer en el segundo semestre del año, con nuevas cosechas que aliviarían la tensión del mercado y llevarían a los valores promedio de todo el año por debajo de los niveles sin precedentes del 2011.

El Instituto Nacional de Seguro Agrario (INSA) precisó ayer que se invertirán al menos 56 millones de bolivianos en el Seguro Agrícola, en el marco de lo que establece la Ley.

"El Estado Central subsidiará el seguro con 28 millones de bolivianos, y otros 28 millones serán aportados por gobernaciones y municipios", remarca un boletín institucional.

Según ese documento, el 60% de los municipios de Potosí, Cochabamba y Chuquisaca, aprueban y consideran en sus concejos municipales la firma de convenios de concurrencia con el INSA.

De acuerdo al Decreto Supremo 942, se define el subsidio a la prima en un 50% por el estado central, 40% de los niveles territoriales y 10% como aporte solidario del productor.

"Este mecanismo permitirá incrementar los recursos de inversión social, de 28 millones establecidos a 56 millones que contempla los recursos territoriales", subraya el documento.

Según el director del INSA, José Alfredo Terán, hasta la fecha se realizan actividades estratégicas de gestión territorial para la implementación de un modelo participativo del Seguro Agrario, que a futuro garantice la aplicación de esa política de forma sostenible, en el marco de la Ley de Revolución Productiva.

 

Los gobiernos integrantes del Mercado Común del Sur (Mercosur) buscarán este año ratificar el Acuerdo Marco de Comercio y Cooperación Económica con la Organización para la Liberación de Palestina, informó ayer aquí el ente regional.

El documento fue suscrito durante la Cumbre de Presidentes del Mercosur efectuada el 20 de diciembre de 2011 en Montevideo, sede institucional del bloque, indicó un comunicado de prensa.

Uruguay ya envió un proyecto de ley al Parlamento con la validación mientras el resto de los países lo hará este primer semestre, antes del foro del mes de julio en la ciudad argentina de Mendoza, según la fuente.

El acuerdo del pasado año lleva la firma de los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman; Brasil, Antonio Patriota; Paraguay, Jorge Lara; Uruguay, Luis Almagro y Palestina, Riyad Al Maliki.

Tiene por objetivo "ampliar el conocimiento recíproco sobre las oportunidades de comercio e inversión en seminarios, misiones comerciales, ferias, exhibiciones o conferencias que se realicen", precisó la comunicación.

Concibe además promover "actividades conjuntas en agricultura, turismo e industria por medio del intercambio de información, programas de capacitación y misiones técnicas", según reza el pliego.

El texto crea también un Comité de Negociación integrado por el Grupo Mercado Común y el Ministerio de Economía Nacional de Palestina, encargado de establecer un programa de trabajo para las negociaciones.

Este acuerdo entrará en vigor 30 días después que todas las partes contratantes notifiquen haber cumplido los procedimientos internos necesarios a tales efectos, señaló el mensaje.

Según datos de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), el Mercosur tiene intercambio comercial con Palestina de cuatro millones y medio de dólares con la mayor participación de Argentina.

Producir alimentos suficientes para una población en rápido crecimiento, demanda de la comunidad internacional un uso sostenible del recurso limitado más importante del planeta: el agua. Para alimentar a los nueve mil millones de personas que se prevé existan en el año 2050, será necesario elevar la productividad agrícola, la superficie cultivable y la intensidad de cultivos, sin embargo las reservas hídricas del planeta son restringidas.

  Según las estadísticas cada ser humano bebe diariamente entre dos y cuatro litros del vital líquido, pero la mayor parte de la que se ingiere está incorporada a los alimentos que se consumen.

Baste mencionar que para producir un kilo de carne de vacuno se consumen 15 mil litros de agua, y otros mil 500 para obtener igual cantidad de trigo.

La agricultura, esencial para proporcionar los alimentos que la creciente población demanda, es una actividad sedienta: cerca del 70 por ciento del agua dulce se destina a ella.

Sin embargo, aun cuando existen mil millones de personas en el mundo que viven en condiciones de hambruna crónica, el 30 por ciento de los alimentos producidos jamás llega a ser consumido, y el agua invertida en su creación se pierde.

Expertos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) aseguran que una reducción del 50 por ciento en las pérdidas y desperdicios de alimentos mundialmente, ahorraría unos mil 350 kilómetros cúbicos de agua cada año.

"A menos que incrementemos nuestra capacidad de utilizar el agua sabiamente en la agricultura, no conseguiremos acabar con el hambre y daremos paso a una serie de problemas diversos, incluyendo sequía, hambruna e inestabilidad política".

Así advirtió el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, al celebrar el 22 de marzo el Día Mundial del Agua, que este año tuvo como lema El agua y la seguridad alimentaria.

El funcionario alertó, además, acerca de que en muchas partes del mundo la escasez de ese vital recurso aumenta y la tasa de crecimiento de la producción agrícola se ha ralentizado.

A la par, destacó, el cambio climático está agravando los riesgos y la incertidumbre entre los agricultores, "en especial los campesinos pobres en los países de bajos ingresos, que son los más vulnerables y los menos capaces de adaptarse".

Ante esto, instituciones internacionales como la FAO abogan por el ahorro del líquido en todas las etapas de la cadena de suministro, desde los productores hasta los consumidores.

Exhortan a adoptar medidas como consumir productos que hagan un uso menos intensivo del vital líquido, reducir el escandaloso desperdicio de alimentos, producir más, de mejor calidad y con menos agua, y llevar una alimentación saludable.

La situación no deja de ser alarmante en América Latina y el Caribe.

Un informe presentado por la ONU en el VI Foro Mundial del Agua, recién celebrado en Francia, advirtió que, exceptuando a México y algunas pequeñas naciones de Centroamérica, los países de la región basan gran parte de sus economías en la exportación de recursos naturales, cuya producción demanda abundantes recursos hídricos.

"El aumento en la demanda global de recursos mineros, agrícolas y energéticos hará que aumente también la demanda de agua", alertó el estudio.

En tanto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) puso de relieve otra preocupación: las políticas contra la contaminación del agua por los usos agrícolas no ha dado resultados satisfactorios en los últimos diez años en sus países miembros.

Para revertir la situación propuso aplicar el principio de que el que contamina paga, con el cual pretende que los agricultores integren los costos medioambientales de su actividad.

La OCDE exhortó a suprimir las ayudas agrícolas vinculadas a la producción o a productos fitosanitarios para atenuar así la presión ejercida sobre los sistemas acuáticos.

Abogó, además, por crear mecanismos de información dirigidos a brindar asesoría sobre la temática, tanto a los agricultores como a los responsables de la gestión del agua y las administraciones.

A juicio de los expertos la agricultura es una de las principales fuentes de contaminación del agua, por lo que, entre otros desafíos, urge reducir el empleo de recursos como abonos, pesticidas o productos veterinarios.

Mitigar los efectos contaminantes, enfatizaron, requiere de inversiones ascendentes a miles de millones de dólares.

En tanto el buen manejo del líquido vital exige de la adopción e implementación de estrategias, políticas y técnicas que sean eficientes y sostenibles. Garantizar que eso ocurra requerirá la transferencia de las tecnologías hídricas adecuadas, la promoción de los pequeños productores alimentarios y la conservación de los servicios ecosistémicos esenciales.

Lograrlo requerirá invertir en personas, infraestructuras, educación y concienciación, y encontrar incentivos para que los campesinos adopten buenas prácticas, a fin de fortalecer su capacidad de mejorar la productividad.

Atar cabos entre la seguridad hídrica y la seguridad alimentaria y nutricional en el contexto de una economía verde, es hoy uno de los retos prioritarios de la comunidad internacional.