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La tala ilegal y la expansión de las fronteras agrícola y ganadera ha llevado a que Ecuador tenga una tasa de deforestación de 95 mil hectáreas al año, una de las más altas de Sudamérica.

A pesar de las lluvias, atravesando los pésimos caminos, los mismos que impiden muchas veces sacar sus productos para la venta, y demostrando una alta capacidad de organización, se movilizan los campesinos adherentes de la Federación Nacional Campesina (FNC) para llegar hasta Asunción, la ciudad capital, en la que demostrarán una vez más su descontento y su resistencia al modelo de agronegocios y la esperanza de construir un modelo de desarrollo sostenible que atienda las necesidades de las familias dedicadas a la producción campesina.

Mientras quienes provienen de las regiones más alejadas se trasladan hasta la capital en trasganados, camiones y buses; en Asunción se preparan las carpas, la cocina y el fogón, como hace 26 años la marcha campesina es también una demostración de resistencia y organización del campesinado. Tras dos días de movilización en las regiones, los campesinos llegaron en la tarde de este miércoles al Seminario Metropolitano, lugar donde se realiza el campamento y de donde parte la marcha que congrega a miles de pequeñas y pequeños agricultores.

“Por tierra y producción para el desarrollo nacional, contra la tenencia latifundiaria de la tierra, contra esa concentración del 85% de las tierras en manos del 2% de los grandes terratenientes, por eso viene el campesinado, esa es la tranca fundamental para el desarrollo” señala Marcial Gómez, Secretario General Adjunto de la FNC, al relatar con entusiasmo los motivos por los que miles de sus compañeros y compañeras llegan año a año a la capital.

“El modelo agroexportador, empresarial, cada vez mas contamina más, deforestan, expulsan campesinos e indígenas, no dejan prácticamente nada para el país” señala y añade que el campesinado se plantea transformar esa realidad, modificando el modelo productivo vigente, reemplazándolo por uno que priorice el desarrollo nacional “para eso el primer paso es la reforma agraria, acabar con el latifundio y potenciar la producción nacional de los campesinos y campesinas. Nosotros producimos alimentos, eso tiene que potenciarse y además impulsar la producción de materia prima que pueda industrializarse en el país, que permita verdaderamente un desarrollo del Paraguay”

Los miembros de la FNC denuncian también que desde el gobierno se privilegia solo al modelo agroexportador, dejando en total abandono a los pequeños productores, según indican esta situación se ha repetido durante los sucesivos gobiernos “Esto no es nuevo, la política de Estado protege y defiende este modelo y de forma intencional hay un abandono del campesinado” señala Gómez, además, agrega, que actualmente se profundizó la violencia contra los campesinos y los sectores populares en general “Se agudizó la persecución al campesinado y comunidades indígenas, desde el Estado, para que salgamos del campo. Vemos como algunos que ya fueron expulsados del campo, se instalan en los cinturones de la ciudad y son nuevamente desalojados, por eso debemos gritar juntos, campo y ciudad, para una transformación del este modelo”

La marcha de la FNC abre una final de marzo que estará cargado de manifestaciones, ya se han movilizados organizaciones que nuclean a personas que luchan por el acceso a la vivienda, también los indígenas acampan desde hace meses en Asunción y en los próximos días llegará otro contingente campesino con variadas reivindicaciones hasta la capital. Al respecto Marcial señaló que debe crecer la unidad de todos los sectores que confrontan con este modelo, para buscar transformarlo.

Tras 41 días de marcha, indígenas de la Nación Qhara Qhara llegaron a La Paz para presionar a las autoridades a que escuchen sus demandas, mientras que el Gobierno, mediante el ministro Carlos Romero, descalificó la movilización y afirmó que es “pagada”.

Los marchistas partieron de Sucre el 6 de febrero. Su motivación principal es el conflicto de tierras en la Marka Quila Quila, en Chuquisaca, donde exigen que la titulación de tierras sea de manera colectiva y no individual.

Como parte de su pliego petitorio, los indígenas exigen el reconocimiento de sus tierras ancestrales, el cambio de la Ley de Deslinde Jurisdiccional para dar mayores atribuciones a la justicia indígena, además de la eliminación del doble referendo para el acceso a la autonomía originaria.

El ministro Romero descalificó los pedidos de los Qhara Qhara. Criticó que se basen en documentos coloniales y del siglo XIX, con características feudales, para reclamar su territorio. Aseveró que de los 2 mil habitantes de Quila Quila sólo 200 quieren la titulación colectiva, mientras que el resto pide que sea individual, pero aclaró que incluso ambas pueden coexistir.   

Denunció que detrás de la marcha está la ONG denominada Qhana Pukara Kurmi, de una persona que identificó como Fernando R.A., además de otras organizaciones. 

Romero aseveró que dicha ONG tiene ese “modus operandi” de crear ayllus, enfrentar a la gente con el objetivo de despojar tierras. Señaló que trastoca lo que son los derechos indígenas.    

La involucró incluso en asesinatos suscitados en 2018. El primero de una mujer de la tercera edad a quien, en la comunidad Chuñawi, habrían matado porque no entrega su título propietario, y el segundo la violación y muerte de una turista coreana en la Isla del Sol. Romero indicó que ambos hechos fueron realizados o encubiertos a nombre de la “justicia comunitaria”.     

El Ministro señaló que “no sería extraño” que quienes están marchando sean los responsables de esos asesinatos, a nombre de “justicia comunitaria”.

El curaca de Q’ara Q’ara Mario Chincha dijo que no conocen las ONG’s o qué clase de trabajo están realizando. Aseveró que Romero habla sin saber del tema.

Respecto a la marcha, el Ministro minimizó la participación de personas. Señaló que incluso en el trayecto a La Paz la movilización llegó a tener sólo 22 participantes. 

Aseveró además que los marchistas están pagados, y que él no recuerda que otro movimiento indígena se haya movilizado con viáticos.

 

Un trascendental material para conocer los procesos territoriales de los pueblos indígenas de las Tierras Bajas de Bolivia reclamados al Estado durante los últimos 20 años ha sido publicado en febrero.

El  investigador principal, de Grade, Eduardo Zegarra, fue entrevistado en la revista belga Sos Faim sobre pobreza rural en el Perú. A continuación, compartimos la reproducción traducida al español de la entrevista completa: