Análisis surgidos del Censo Agropecuario Nacional del 2008 habían arrojado que cerca de 8 millones de hectáreas de tierras rurales se encontraban en manos de extranjeros, principalmente brasileños, esto representaba el 25% del total de la superficie abarcada. El fenómeno se habría profundizado con la presencia de capitales extranjeros en departamentos como Ñeembucú y Alto Paraguay, además de continuar también el avance de la sojización en varios otros Departamentos; el senador Pedro Santacruz plantea una Ley que ponga límites a esta expansión.
“La extranjerización es un mecanismo de acumulación de capital a través del control del territorio” señala la investigadora Lorena Pereira, agregando que el Estado paraguayo siempre impulsó y apoyó la extranjerización de su territorio, pero nunca tanto como en los últimos años, a través de políticas de atracción de empresas y criminalización de los movimientos sociales.
Por su parte Marcos Glauser, antropólogo, señala en su libro “Extranjerización del territorio paraguayo” que la extranjerización de la tierra y el territorio implica una pérdida de derechos por parte de campesinos y Pueblos Indígenas, a la vez que constituye un serio debilitamiento de la soberanía del Estado. “El concepto de soberanía y el de Estado están estrechamente vinculados. La soberanía indica el poder de mando en última instancia en una sociedad política” remarca.
Al respecto cabe señalar que en los últimos años, y en varias ocasiones, terratenientes extranjeros han hecho uso y abuso de la fuerza contra campesinos e indígenas paraguayos abrogándose potestades propias del Estado, como la ejecución de desalojos y la instalación de “ejércitos” de civiles armados en territorios reclamados por comunidades campesinas e indígenas.
En el mismo libro se realiza un recuento que expone que de las 31.086.893 hectáreas censadas en el CAN 2008, 7.889.128 hectáreas tienen dueños extranjeros, esto es, el 25.3% de las mejores tierras agrícolas y ganaderas del país. Algunos Departamentos como Canindeyú, Alto Paraná y Caaguazú, en 2008, ya tenían más del 60% de sus territorios en manos de extranjeros, los principales propietarios de estas tierras son latifundistas dedicados al agronegocio, particularmente sojeros brasileños.
Ante esta realidad el Senador Pedro Arturo Santacruz plantea la aprobación de una Ley que limite la posesión de tierras por parte de extranjeros, la decisión de regular la titularidad, tenencia y uso de las tierras rurales en el Paraguay se inscribe dentro del derecho a la Libre Determinación de Los Pueblos, así como su derecho a la independencia económica, y a la fijación de las formas de explotación y distribución de lo producido con sus riquezas y recursos naturales, señala en la exposición de motivos de su propuesta legislativa. “Hoy en día la tierra es concebida como un recurso natural de significación estratégica para el Desarrollo Humano y Social. La responsabilidad del Estado paraguayo en este tema adquiere una dimensión aun más importante debido a la creciente importancia de los recursos naturales, del uso agropecuario en el aseguramiento del abastecimiento de la demanda mundial de alimentos” agrega el parlamentario, indicando que varios países de la región poseen legislaciones similares, citando el caso de Brasil, Argentina y Chile.
Esta propuesta de Ley sería tratada en las próximas sesiones de la Cámara de Senadores ya que se aguardan dictámenes de diferentes comisiones asesoras para posteriormente abordar el tema en plenaria. Organizaciones campesinas han señalado en reiteradas ocasiones que la extranjerización de tierras ha generado un grave problema social con la expulsión de miles de campesinos y campesinas además de afectar la soberanía territorial del país y la posibilidad de garantizar la soberanía alimentaria.