“El Gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil declaró la guerra de forma ‘abierta’ a los pueblos originarios, cuando dijo que no permitiría que ni un centímetro más fuera declarado territorio indígena”, así lo aseveró a la agencia Sputnik la investigadora de Survival International, Xilonem Clarke.
Asimismo, sostiene que Survival ve las políticas y decisiones de Bolsonaro como “una declaración de guerra abierta contra los pueblos indígenas”. Recuerda que “antes de ganar las elecciones presidenciales ya había prometido que como presidente no permitiría ni un centímetro más para las tierras indígenas; y ya está cumpliendo con estas promesas”.
La organización internacional calificó a Bolsonaro de “racista” al decir que lamentaba que “la caballería brasileña no fuera tan eficiente como la estadounidense, que exterminó a los indios que no hablan nuestra lengua, no tienen dinero, no tienen cultura”.
“¿Cómo es posible que tengan el 13 % del territorio nacional? (…) Si asumo la presidencia, no habrá ni un milímetro más de tierra indígena“, fueron frases tristemente célebres que pronunció Bolsonaro cuando era candidato, según reseña Survival.
“Bolsonaro ya está cumpliendo con sus promesas electorales, quitándole la responsabilidad sobre la demarcación de las tierras indígenas a la Fundación Nacional del Indio y otorgándosela al Ministerio de Agricultura”, denuncia Clarke.
Al respecto, la nueva jefa de este Ministerio, Tereza Cristina (Corrêa da Costa Dias), fue líder de la bancada ruralista y desde hace tiempo se opone a los derechos de los pueblos indígenas y apoya la expansión de la agricultura en sus territorios”, agregó Clarke
Para la organización, si la responsabilidad de demarcación de tierras queda en manos del Ministerio de Agricultura, “será casi imposible garantizar los derechos territoriales de los pueblos indígenas, avalados por el derecho internacional y por la Constitución brasileña”.
Clarke sostuvo que lo que más preocupa es la situación de unos 100 pueblos en aislamiento voluntario que “no tienen defensa contra enfermedades que nosotros consideramos comunes, como el sarampión o la gripe. Exponerlos a éstas podría aniquilarlos, por lo que los intentos de contacto o asimilación forzada que podría impulsar el Gobierno equivaldrían a un genocidio”, advirtió.
Al menos 305 etnias indígenas viven actualmente en Brasil y suman unas 900.000 personas, lo que representa 0,4 % de la población nacional, según Survival.