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La Coordinadora Nacional Intersectorial, que agrupa a organizaciones campesinas y sociales de todo el país, emitió ayer un comunicado donde insisten en las legítimas reivindicaciones que llevan adelante por medio de la movilización, recordando que el campesinado tiene derecho a exigir al gobierno ya que “la situación rural del Paraguay se caracteriza por la profunda desigualdad propiciada por los diferentes gobiernos, incluyendo el gobierno actual”. El pronunciamiento fue en respuesta al Presidente Mario Abdo Benítez que calificó las movilizaciones campesinas, anunciadas para marzo próximo, como “chantaje y presión” añadiendo que no cederá ante ellas.

El discurso de Abdo Benítez fue durante la entrega de 500 títulos de propiedad a campesinos que ocupan tierras en las Colonias del Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra. El titular del Ejecutivo rechazó las “invasiones de tierra” y aseguró que “ese modelo de enfrentamiento no lleva a ningún lado y debe ser cambiado por un modelo de dialogo”. Las organizaciones campesinas rechazaron estos ataques y señalaron que desde setiembre del año pasado han solicitado un dialogo con las autoridades nacionales, agregaron también que el gobierno “no se encuentra comprometido con el sector agrícola campesino” y que eso se deja ver en la grave situación que atraviesan miles de pequeños productores afectados por la pobreza y la exclusión.

Según el libro “Canalización de demandas de los movimientos sociales al Estado paraguayo”, publicado el año pasado, la mayor parte de las organizaciones sociales recurren al dialogo con las autoridades como primera medida para resolver un reclamo “las movilizaciones por lo general se realizan cuando las acciones de incidencia con las autoridades no tienen resultados positivos. En muchos casos es una de las últimas medidas que llevan adelante” señala el material que demuestra que los movimientos sociales se encuentran alejados de un “modelo de enfrentamiento” como señalara el jefe de Estado.

¿Gobierno de Diálogo?

Para el investigador y analista Abel Irala las declaraciones de Mario Abdo Benítez demuestran una preocupación por la capacidad de movilización del movimiento campesino “el gobierno no tiene una cohesión interna en su partido y responde solo a intereses del sector dominante en el país, entonces cuando una protesta pone en entredicho esos intereses lo ve como un chantaje o desestabilización” señaló el miembro del equipo de BASE-IS.

Además, según indicó, el gobierno demuestra también una falta de políticas públicas para atender al campesinado, “está pidiendo una tregua a un sector que viene siendo postergado desde hace décadas por los gobiernos del Partido Colorado, del cuál Abdo Benítez es parte, y que ya no pueden esperar más; mientras el agronegocio sigue avanzando, avanzan las fumigaciones, los transgénicos, étcetera”. Según Irala el discurso del Presidente de la República tuvo la intención de estigmatizar las movilizaciones campesinas y a sus dirigentes “eso no corresponde con una democracia, en democracia la movilización no es chantaje, es un derecho para exigir al Estado” agregó.

El analista señaló también que mientras Abdo Benítez habla de un gobierno de diálogo en los hechos y en la práctica es totalmente distinto, en ese sentido recordó la complicidad del gobierno en los atropellos violentos sufridos por las comunidades campesinas e indígenas por parte de agentes del agronegocio en los últimos meses del año 2018. Otras acciones que lo muestran alejado de una postura de diálogo son sus permanente reivindicaciones del stronismo y su rechazo a la necesidad de recuperar las tierras malhabidas entregadas a jerarcas del régimen durante la tiranía de Alfredo Stroessner; también vale recordar que siendo senador y líder de la bancada de su movimiento Abdo Benítez no apoyó el subsidio a los pequeños productores campesinos que se movilizaron en Asunción durante más de 40 días en el año 2017.

La Coordinadora Nacional Intersectorial convocará a miles de campesinos el próximo 26 de marzo en la capital para una movilización por tiempo indefinido donde reclamarán el subsidio a las deudas de los pequeños agricultores campesinos, acceso a la tierra, regularización de asentamientos campesinos, reactivación productiva y respeto al medioambiente.