El 18 y 19 de diciembre, en el Municipio de Macharetí, se realizó el curso-taller “Transformación de alimentos con energía solar y otras tecnologías”. El espacio propuso debatir sobre la necesidad de aprovechar la energía solar para deshidratar alimentos, en un contexto caracterizado por temperaturas que superan los 30 °C.
Las altas temperaturas chaqueñas hacen perecer prontamente los alimentos y, al mismo tiempo, son capaces de prolongar la vida de los alimentos, pero en su forma deshidratada.
En el curso- taller se habló de las características de la deshidratación, la importancia de la energía solar, los beneficios como: la facilidad de almacenamiento, la fácil elaboración, la reducción del peso y volumen del producto y la conservación a lo largo del tiempo. También, se explicó que los deshidratadores evaporan los líquidos de un alimento sin deteriorarlo, bajando la presión de una cámara de secado que admite una curva de aire de entrada y de otra curva de aire de salida.
En el curso-taller se explicó los procedimientos a considerar al inicio de un proceso de deshidratación. Por ejemplo, que las frutas a deshidratar sean sanas; en el caso de la manzana, se debe evitar que su oxidación usando el limón. También, se habló de la importancia del corte y el grosor, dependiendo el tipo de frutas. Así mismo se ha explicado que existe la posibilidad de deshidratar arroz, pollo, zanahoria, previamente cocidos y sazonados, para elaborar sopas instantáneas artesanales. En el curso se desarrollaron las siguientes técnicas: a) cítricos confitados, b) mermeladas artesanales, c) sopas deshidratadas c) elaboración de barras energéticas a base de frutos secos y de quinua insuflada.
El facilitador, el Ingeniero Omar Villavicencio, insistió en la importancia de la experimentación, de intentar una y otra vez, hasta mejorar las técnicas, también enfatizó la dimensión económica de la actividad. A su vez, el productor de cítricos y apicultor, José Mani, quien participó del taller destacó que su familia quedó contenta con la naranja confitada y que se sentía entusiasmado de consumir su propia mermelada. Igualmente, Natividad Coca, de la Comunidad de Tentamí, invitó al experto a visitar un deshidratador de carne que había sido donado y que había entrado en desuso, seguramente porque no se comprendía bien su lógica y funcionamiento. Esperemos que Tentamí pueda reactivar este deshidratador.
En curso- taller participaron 22 personas, 20 mujeres y 2 hombres. Estas personas forman parte de organizaciones productivas y organizaciones indígenas como la AAPIMMACH- Asociación de Apicultores del Municipio de Macharetí, la APROLAC- Asociación de Productores de Leche y sus Derivados, Macharetí, las mujeres de la Comunidad Campesina de Camatindi y las mujeres y los hombres de la Capitanía Zona Macharetí.