El Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica – IPDRS celebró su décimo aniversario en una reunión virtual en la que, fundadores, miembros de su directorio y personal de trabajo, propusieron una diversidad de valoraciones respecto al trabajo regional y los desafíos de del desarrollo rural en el presente.
A iniciativa de su área de administración fueron convocadas las instancias de decisión del IPDRS. Carmen Beatriz Ruíz, Sergio Martínez y Oscar Bazoberry, fundadores y parte de la asamblea; y además, Andrea Baudoin, Fernanda Antuña y Juan Carlos Alarcón, miembros del directorio de la institución.
María Julia Fernandez, asistente de la institución ofició como anfitriona de la reunión. Carmen Beatriz Ruíz, comunicadora de gran experiencia en el ámbito del desarrollo explicó algunas inquietudes que hicieron que tres compañeros de ruta en diferentes instituciones de desarrollo rural en Bolivia, piensen en emprender una institución regional. El contexto se caracterizaba por la emergencia de gobiernos progresistas en la región, y junto a ellos, una serie de organismos bilaterales y perspectivas de desarrollo que con los años, fueron agotando las expectativas que suscitaron.
Según Oscar Bazoberry el giro histórico fue evidente, las instituciones internacionales no lograban poner en marcha lo que sus discursos anunciaban, entonces, el IPDRS se concentró en destacar los procesos y protagonismos en el campo, aquellos que construyen las familias campesinas, los pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes.
Los miembros del directorio, que regularmente hacen seguimiento y reciben informes pormenorizados del personal, valoraron la oportunidad de haber asentado una serie de plataformas, tanto de conocimiento como de comunicación y articulación de una gran diversidad de actores, y en diferentes temas respecto al desarrollo rural. Los desafíos tienen que ver con una mejor comprensión sobre el territorio y otras variables sobre las que se pueden construir las miradas regionales y transfronterizas. Además, es un desafío la digitalización, la tecnologización, y acceder a herramientas que apoyen a las instituciones a enfrentar tiempos como los que hemos vivido con la pandemia del COVID-19, y que nos llaman a flexibilizar, y seguramente, pensar en un nuevo plan estratégico.
El equipo de trabajo, liderado por Oscar Bazoberry también compartió algunos aspectos que hacen a estos primeros años. Mabel Balboa, administradora financiera del IPDRS, enfatizó en la institucionalidad, las alianzas y respaldo financiero a las iniciativas y proyectos.
La investigadora Ruth Bautista mostró algunos aspectos que hacen a la iniciativa del Movimiento Regional por la Tierra y Territorio, y su búsqueda por el enfoque inspirador de las historias de vida rurales, en el que se concentra el área de Investigación-acción. No faltaron los momentos emotivos, Jhaquelin Dávalos en su valoración sobre el crecimiento del área de Interaprendizaje, cuyos esfuerzos además de alcanzar el nivel internacional, también se asentaron en algunos territorios, mencionó algunos aspectos que no necesariamente se plasman en los informes, pero que son parte del aprendizaje personal y profesional.
El comunicador Gonzalo Baptista refirió al trabajo audiovisual que realiza en la promoción de las iniciativas y proyectos, y Diego Mamani, programador de las plataformas digitales del IPDRS, explicó sobre el funcionamiento y la creación de mejores herramientas para el seguimiento a diversos temas.
El responsable de programas del IPDRS, Lorenzo Soliz también compartió algunas percepciones, resaltando la calidad del trabajo que se realiza en el territorio guaraní de Macharetí (Chaco) y en el municipio del Sena (Amazonía Sur), siendo que el IPDRS nació con la perspectiva de ser una institución de “segundo piso”, en términos de investigación y capacitación, el aporte radicaría en la innovación de enfoques y metodologías, perspectiva que con la prioridad que se da a los jóvenes resulta en propuestas consistentes y pertinentes a diferentes contextos.
Finalmente, Alberto Cuitira y Clelia Palacios, técnicos locales de la oficina del IPDRS en Macharetí (Chuquisaca) apuntaron los avances respecto al proyecto sobre mercados y ferias, y la importancia de trabajar en el fortalecimiento de las mujeres rurales. Y por su parte, Damary Vargas y Máximo Subirana, explicaron su labor en el ámbito del fortalecimiento organizacional y la restitución de bosques que se proponen junto a la Central Campesina Sena y San Lorenzo, en el Municipio de Sena (Pando).
Sergio Martínez, uno de los fundadores del IPDRS, reconoció a cada una de las personas que hablaron, pero también a quienes pasaron por la institución, dejaron su aporte y se llevaron enseñanzas. Con una perspectiva abierta a la renovación y crecimiento, saludó por el décimo aniversario del IPDRS y su trabajo en el ámbito del desarrollo rural.