Fotografia: Agencia EFE
Luís Rojas Villagra, investigador del Centro de Estudios Heñoi, compartió una serie de datos y reflexiones sobre la expansión de la pandemia del COVID-19 en el Paraguay. Esta charla se realizó desde el portal del Movimiento Regional por la Tierra y Territorio, iniciativa de articulación regional del Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica.
En Paraguay se declaró la cuarentena desde el 11 de marzo, a casi un mes de esta medida y el aislamiento social, suspensión de actividades económicas y actividades en diversas áreas, el ministerio informó de 124 casos confirmados (al 9 de abril) y 5 muertos.
El contexto que brindó Luís Rojas, partió por señalar que es la economía neoliberal y el sector privado los que predominan sobre el sector público, incluido el sector de la salud muy debilitado por la falta de inversión, presupuesto insuficiente, pocos profesionales y poca infraestructura, en general, se trata de un sistema de salud precarizado. Del mismo modo, afirma Rojas, las finanzas públicas se encuentran precarizadas, el Estado no tiene la capacidad de enfrentar una situación así.
En el ámbito rural, 94 % de la tierra cultivada se aboca a rubros de exportación, y sólo 6 % es producción minifundiaria de campesinos e indígenas; es decir, producción diversificada de alimentos.
Respecto al tema del trabajo, Rojas informó que la situación laboral de la mayoría de las y los paraguayos es precarizada, sin contratos estables, sin seguros sociales, muchos no llegan al salario mínimo. 71 % del trabajo en Paraguay es informal, sólo el 29% es formal y cuenta con condiciones mínimas de estabilidad.
Las medidas gubernamentales han sido el aislamiento social y cuarentena, suspensión de actividades, en la mayoría de los sectores económicos, menos los servicios básicos. Pero además, se ha impuesto una política del pánico, por el riesgo a la enfermedad, se ha propagado un ambiente pesado y represivo, con muchas amenazas desde el ministerio del interior, la fiscalía, por imputaciones y multas, ante el posible incumplimiento de las medidas.
Se preparó un kit de alimentos para las familias más vulnerables. Pronto diversos sectores cuestionaron de forma sarcástica al gobierno: ¿Por qué el kit no tiene soja? La idea de canasta contaba con fideo, poroto, harina, leche, y en efecto, no soja pues esta no forma parte de la cultura alimentaria, sin embargo es el principal cultivo del país. Finalmente, la canasta se convirtió en una transferencia de 500 guaraníes, de acceso electrónico, muy dificultoso para el uso popular y que pronto ha desatado controversias por su manejo.
Respecto a este contexto principalmente adverso, Rojas resaltó la capacidad de las organizaciones paraguayas, de articular mercados locales, ferias y proponer por sobre todo, alimentos libres de transgénicos y agrotóxicos. Se espera que las alianzas rural-urbanas se extiendan por todo el país, como una salida importante al desabastecimiento de alimentos en las ciudades y al acceso a servicios de parte de la población rural. Estos y otros temas fueron abordados por Luís Rojas.
Revive la transmisión que realizamos:
https://www.facebook.com/MovTierraTerritorio/videos/529565904647323/?t=0