La familia Cordero recibió cálidamente a la comitiva de IPDRS y We Effect en su vivienda ubicada en la comunidad de Puerto Gonzalo Moreno, el 9 de junio pasado. Al recibimiento se unieron familias productoras quienes tienen experiencia de más de 20 años en sistemas agroforestales. La familia Cordero ha implementado alrededor de 1 hectárea de este sistema. Don Miguel Cordero acompañó a la comitiva de IPDRS y We Effect en un recorrido por su chaco donde se pudo apreciar una variedad de árboles frutales y maderables. Las especies que se pudieron apreciar fueron variadas de cítricos, café, pimienta, bananos, asaí, copoazú, entre otros. Fue impresionante para la comitiva poder observar 40 árboles de mara que tienen entre 15 a 20 años y que fueron plantadas por Don Miguel en su chaco. Su principal producto y con el que ha podido generar ingresos para mantener a su familia ha sido el cacao.
El cacao ha permitido a la familia Cordero poder pagar la educación de 3 de sus 6 hijos a nivel superior. Don Miguel junto a otros productores que iniciaron el camino con él, actualmente ha establecido un pequeño centro de clonaje no solo de sus mejores árboles productivos, sino también de sistemas agroforestales ubicados en los municipios que circundan Gonzalo Moreno. Con el centro de clonaje esta familia productora podrá gestionar plantas madre que permitirán una mejora de en su producción y en su calidad. Este centro de clonaje no solo es impulsado por la familia Cordero sino por las más de 10 familias productoras que se unieron al recibimiento de la comitiva.
Las mujeres de las familias productoras armaron una exposición de los productos transformados que ofrece la SAF tanto en gastronomía como artesanía. La comitiva pudo degustar la calidad de alimentos que se produce en este tipo de implementaciones sostenidas a largo plazo. Las productoras prepararon exquisitos pescados como pacú y yatorana que fueron cocinados en tacuara. Además del tradicional plato dunucuaby. Las mujeres productoras realizaron una exposición del proceso de transformación desde la semilla hasta la pasta de cacao. Sumado a la exposición de artesanías como cestería, abanicos y sombreros realizados a partir de la chala de maíz. Las mujeres productoras aún mantienen conocimientos de la medicina tradicional provenientes de árboles como el tajibo que sirven para enfermedades como el paludismo. Este tipo de experiencia exitosa no solo muestra que los sistemas agroforestales son la mejor opción para mantener y regenerar el bosque. Sino que también es un compromiso de vida que los productores adquieren en el día a día. El SAF no solo permite generar conocimiento como habilidades de producción, también permite rescatar y mantener conocimientos de la medicina tradicional. Las productoras demostraron que no solo los deliciosos platillos son transmitidos a las nuevas generaciones. La medicina tradicional también es parte de la muestra de intercambio de experiencias con las productoras más jóvenes. Todo esto permite reforzar que esta experiencia de éxito del Sistema Agroforestal de la familia Cordero es una verdadera muestra de cómo si se puede convivir con el bosque. Además de demostrar las familias no se quedan en la producción, sino que avanzan hacia la transformación de los productos de las SAF a través del tejido de artesanías, la gastronomía y la elaboración de pasta de cacao. Dando a las familias ingresos económicos que sirven para distintas actividades cotidianas.
