Uno de los asuntos más complejos en la negociación será el de lograr metas en la reducción de emisiones de dióxido de carbono y definir qué países deben adoptar estas limitaciones.
La ONU ha descartado que la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP16) que se celebrará a finales de año en Cancún, alcance "acuerdos exhaustivos", pero confió en que se logren pactos "integrales con resultados a corto plazo".
Así lo afirmó en la capital mexicana Christiana Figueres, principal representante de la ONU para el diálogo sobre el cambio climático, quien aseguró que durante la cita de Cancún se requerirá una "voluntad política decidida para lograr acciones concretas".
En este sentido, la alta funcionaria señaló, a través de una videoconferencia durante un seminario sobre cambio climático organizado recientemente por la ONU, que los gobiernos que asistirán a Cancún "quieren abordar todos los temas, pero será imposible hacerlo en detalle".
En su opinión, uno de los asuntos más complejos en la negociación será el de lograr metas en la reducción de emisiones de dióxido de carbono y definir qué países deben adoptar estas limitaciones. Sin embargo, señaló que existe un consenso sobre la necesidad de crear un fondo para que los países desarrollados apoyen la reducción y adaptación al cambio climático de las naciones en desarrollo.
Otro de los puntos en los que se podrían avanzar acuerdos, según Figueres, es la reducción de la deforestación a través del Mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques (REDD+). La funcionaria afirmó que en Cancún podrían darse las condiciones para otorgar incentivos a los países que reglamenten la deforestación.
Sobre la aprobación de una nueva "arquitectura financiera" las naciones "están divididas entre los que quieren que se apoyen en instituciones existentes como el Banco Mundial, y los que defienden la creación de un fondo nuevo controlado por los gobiernos", dijo Figueres, que se refirió también a la confrontación entre China y Estados Unidos, los dos países con mayores emisiones contaminantes del mundo y que no están sometidos a compromisos de reducción.
A su juicio, la Cumbre de Cancún debería lograr que ambas naciones firmen sus promesas, hasta ahora "informales", de reducción de emisiones.
Asimismo, Figueres aseguró que es una incógnita qué sucederá con el Protocolo de Kioto, que vence en 2012, pues la mayoría de países en desarrollo apuestan por un nuevo periodo de compromiso a partir de 2013 y otros, como Rusia y Japón, se oponen a ello.
Según Figueres, la COP15, celebrada el pasado año en Copenhague y que concluyó sin un acuerdo vinculante en reducción de emisiones, estuvo marcada por la falta de transparencia, mientras que para la COP16 el gobierno mexicano actúa bajo la premisa de la "inclusividad".
Las autoridades mexicanas calculan que más de 30.000 personas asistirán cada día a la cita de Cancún, a la que de momento ningún mandatario ha confirmado su participación pero en la que estarán representadas 193 naciones.