Para este joven fotógrafo quien ha trabajado en distintos medios de prensa, en la oficialía mayor de cultura del Gobierno Municipal de la Paz y actualmente es free lance, este tipo de concursos que promueven espacios para difundir la fotografía y que reflejen realidades cercanas pero poco conocidas son muy necesarios.
“Soy de Atocha Potosí, he vivido toda mi infancia en Uyuni, por estudios me trasladé a La Paz donde finalmente me quede a vivir. La hermana de mi novia me comunicó del concurso y decidí enviar mi material, apuntando a ganar” contó Ponce al momento de recibir su premio.
¿Toda fotografía tiene una historia detrás, cual es la de ésta serie?
Estas fotos han sido elaboradas en el marco de una investigación para conocer el estado de los derechos de los pueblos indígenas del oriente y el papel de la justicia originaria explica POnce quien comparte con el IPDRS que acompañó al equipo de esta investigación para trabajar las fotografías y en esa opotunidad pudo hacer más 60 imágenes de la población tsimane, pero de todo ese material, sólo fueron publicadas diez imágenes en una separata de la investigación.
Durante este trabajo conocí de cerca el fenómeno del extractivismo y entendí dos realidades opuestas, la primera, la realidad de las grandes empresas que extraen los recursos naturales en esa región y todo el impacto que se genera sobre los pueblos nativos. Paralelamente conocí como la población indígena, día a día, extrae alimentos como el plátano para comercializarlos o para su consumo de subsistencia, son dos realidades opuestas que conviven.
La investigación ser realizó en época de lluvias, en esas condiciones se hacían más evidente las condiciones de vida de los tsimanes, ellos se trasladan en botes y surcan los ríos de la región para transportar las bananas y otros productos que comercializan, este proceso tiene muchas trabas, implica mucho esfuerzo y trabajo que no es valorado, pues los comerciantes intermediarios, compran las bananas que los tsimanes extraen, les pagan muy poco por cada bloque de bananas y son ellos quienes las venden en el mercado con el percio triplicado.
La falta de carreteras también dificulta este circuito y para transportar mayor cantidad de mercaderías trabajan todos los miembros de la familia, los hombres, las mujeres embarazadas, hasta los niños pequeños que pueden cargar las frutas ayudan, todos trabajan y a pesar de todo no alcanzan a obtener los recursos suficientes para tener lo básico, son poblaciones muy pobres.
¿Qué ideas busca transmitir tus fotografías?
Principalmente que el público que no conoce los rincones del país conozca lo que sucede. La realidad de los pueblos indígenas que habitan en el parque Isiboro Sécure es muy dura y muy pocos la muestran.
Ser fotógrafo es muy difícil, la fotografía como profesión no es valorada, no le dan el valor que tiene pero también apuntamos a generar proyectos y apoyar trabajos de investigación periodística que también son espacios muy importantes para desarrollar nuestra labor.
La fotografía, en sí, no es nada sin un público que sea sensible a la imagen y el testimonio y la unica forma de llegar al público es creando este tipo de espacios.
Hay grandes ideas de proyectos pero por falta de presupuesto no se pueden concretar, en nuestro contexto la fotografía todavía no es muy valorada y uno no se puede dar el lujo de hacer grandes foto reportajes.
Por eso quiero destacar esta iniciativa del Instituto que brinda espacio para mostrar nuestros trabajos y de esta manera contribuir desde la fotografía al cambio.