Al encuentro asistieron LuísTapia Mealla, Director del programa de Doctorado Multidisciplinario en Ciencias del Desarrollo del CIDES-UMSA, Oscar Bazoberry, coordinador de la Maestría en Desarrollo Rural del CIDES-UMSA y Coordinador general del Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS) y Ruth Bautista Durán, miembro del Colectivo Ch’ixi e investigadora del IPDRS.
Los tres expositores ofrecieron al público mexicano, un panorama de variantes peculiares que hacen a la experiencia boliviana y que deben comprenderse en un proceso de larga duración, y no como propias del instante o los programas de gobierno en curso. Las ponencias fueron preparadas en el marco de la mesa de trabajo denominada “Los cambios rurales, actores sociales y el proceso sociopolítico boliviano”.
Ruth Bautista enfatizó en la presentación de experiencias locales, mostrando como las organizaciones indígenas, originarias y sindicales se gestan en los territorios y devienen en realidades múltiples, problemáticas fluidas, en un contexto global que valora sus peculiaridades étnicas, no obstante la insistencia estatal por estabilizar y esencializar su carácter comunitario, omitiendo su viva dinámica.
Oscar Bazoberry mostró los logros y alcances de las organizaciones sindicales e indígenas, mismos que se traducen en un proceso de mayor participación política y acceso a mejores condiciones de negociación por los recursos naturales, los derechos políticos de hombres y mujeres, y que exponen un crecimiento económico que llama la atención y que no puede soslayarse, pese a las críticas.
Por su parte, Luís Tapia basado en el pensamiento de René Zabaleta Mercado, postuló dos momentos constitutivos que marcan las transformaciones agrarias en Bolivia, uno anterior la colonia y el otro asentado en la Reforma Agraria de 1953. Según el expositor, tales momentos habrían desplegado diferentes formas de política propia y tendiente –en diferentes momentos- a la autonomía de las organizaciones campesinas e indígenas. Además hizo referencia a los logros obtenidos por el Pacto de Unidad (conjunción de estructuras nacionales de las principales organizaciones campesinas e indígenas en Bolivia) que respaldó la primera gestión gubernamental del MAS y que impregnó la agenda campesina-indígena en la constitución que aprobó la Asamblea Constituyente de 2009. Tal proceso en los últimos años, estaría viviendo una descomposición, producto de la ausente propuesta de modelo productivo y un viraje hacia una política asentada mayormente en un tipo de campesinado acaudalado que tiende a reproducir el extractivismo, la ampliación de la frontera agrícola, y a su vez, que impugna la consolidación de la gestión territorial colectiva y ha logrado frenar la autonomía de las naciones indígenas originarias.
En líneas generales, el público participante pudo comprender que las organizaciones rurales de Bolivia viven un proceso de larga duración, cuya gesta sobrepasa las últimas gestiones gubernamentales,que vienen tejiendo en un proceso mucho más largo de resistencia y pulsión contra un Estado marcadamente colonial y contemporáneamente neoliberal, y que el gran desafío que enfrentan, es sobreponerse a los momentos de alta resistencia y generar propuestas que logren articular las experiencias emancipatorias y de construcción autonómica local.