Durante diez años Zulma formó parte del equipo de trabajo del Centro Educativo Qhana cumpliendo el rol de facilitadora en diversos proyectos orientados a promover el diálogo entre campesinos. Fue así que se introdujo en el mundo de la producción agroecológica y a medida que pasaba el tiempo iba adquiriendo más conocimientos y herramientas que le ayudaron a reflexionar sobre la importancia del suelo y la producción de alimentos, y desde entonces se interesó mucho en profundizar sus conocimientos sobre el tema.
“Cuán importante es valorar la fertilidad y salud del suelo que es el principal recurso para la producción de alimentos”, reflexiona Zulma, quién ahora es una profesional comprometida con la temática agroecológica.
La mejor muestra de este compromiso es su carpa solar que después de un año de dedicación y trabajo empezó a producir, acelgas, tomates, frijol, pimentones y pepinos, “La carpa es producto del esfuerzo conjunto de toda mi familia”, explica Zulma,quien orgullosa cuenta que tanto su esposo como sus hijos, aportaron su tiempo y dedicación en la construcción de la huerta.
Ahora la huerta permite a la familia de Zulma disponer de alimentos frescos, “nos permite ahorrar”, explica Zulma, “ahora tenemos tomates, acelgas,lechugas frescas y procuro compartir con mis vecinos, los incentivo a desarrollar sus propios huertos y en la medida de mis posibilidades comparto mis conocimientos para ayudarlos en el proceso”.
“Es posible aportar a la construcción de una soberanía alimentaria en el país desde pequeñas iniciativas como las familiares y/o comunitarias, sólo es cuestión de esfuerzo y dedicación” asegura Zulma, quien dice que día a día procura profundizar sus conocimientos sobre el tema lo que le ayuda a analizar la realidad de manera más crítica.
Es un proceso largo pero que debe empezar en casa, desde reflexiones básicas sobre la producción de alimentos y en este caso desde la reflexión que nos deja el conocer la salud del suelo a partir de la cromatografía, tema central de la réplica del curso.