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Los países de la Unasur cuestionaron el informe de la OEA sobre Paraguay

 

 

 

 

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El titular de la OEA, José Miguel Insulza sostuvo que Paraguay vive en "plena normalidad política" y fue duramente cuestionado. Después de tres horas de sesión para abordar la situación del país no hubo consenso sobre los pasos a seguir.

Los representantes de la Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela cuestionaron el informe con que el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, inauguró ayer el encuentro de esa organización para debatir la situación creada en Paraguay a partir del golpe parlamentario que depuso al presidente Fernando Lugo hace dos meses.

Insulza sostuve en su informe que la situación en Paraguay es de "plena normalidad política" y que se dan las condiciones para que el país inicie un "diálogo político". Además, propuso el envío de una "misión de acompañamiento" hasta las elecciones de abril de 2013.

La respuesta no se hizo esperar y llegó a través de los paíeses que integran la Unasur. Así, el representante argentino señaló que el país rechaza los criterios expuestos por el Secretario General en su informe y que no convalida el golpe de estado ocurrido en Paraguay, según consigna el diario paraguayo ABC Color en edición digital.

Por su parte, el representante de Brasil consideró que el informe expresa la visión personal de Insulza y no la visión de quienes integran la organización.

El diplomático brasilero recordó que la posición de Brasil es clara y es que hubo una ruptura del orden democrático, consignó ABC Color.

A su turno, el representante de Venezuela también cuestionó el informe y sostuvo que "el obispo presidente de Paraguay ha sido crucificado en el golpismo parlamentario".

Uruguay insistió en que hubo una interrupción del orden constitucional y que no se respetó el debido proceso en el juicio político que destituyó a Fernando Lugo el 22 de junio pasado.

Por su parte, las delegaciones de Estados Unidos y Canadá rechazaron la posibilidad de sancionar a Paraguay por la ruptura del orden constitucional.

El gobierno norteamericano expresó sus deseos de que la democracia tenga éxito en ese país y propuso realizar un seguimiento de la situación que trascienda las elecciones del año próximo.

Después de más de tres horas de debate, ninguna de las partes lograron su cometido. Los países que integran la UNASUR y el Mercosur no obtuvieron de la OEA una declaración contundente contra el golpe parlamentario ni las actuales autoridades paraguayas, con el apoyo de Insulza y los Estados Unidos, pudieron legitimar al gobierno de Federico Franco.

Ante la falta de acuerdo, se resolvió dejar constancia en el acta que refleja la reunión la posición que expuso cada país sobre lo que acontece en Paraguay.

La representación de México, en sintonía con los planteos de Insulza, propuso el respaldo a una misión del organismo de cara a los comicios de abril de 2013, propuesta que no obtuvo consenso.

En su cuestionado informe, el titular de la OEA subrayó que la vida en Paraguay "transcurre con normalidad a pesar de que se mantiene una ruptura entre el actual gobierno y las fuerzas que apoyan a Lugo".

También sostiene que el nuevo escenario no generó "ningún tipo de violencia ni confrontaciones de ninguna especie" y que tampoco Lugo sufrió persecución política alguna o atentados contra su seguridad personal, pese a que ha criticado de forma "profusa" a las actuales autoridades encabezadas por Federico Franco.

"El orden vigente se mantiene sin problemas (...) las fuerzas políticas funcionan de manera bastante normal (...) y hay mucho debate sobre el país, pero el principal debate tiende a ser sobre el próximo proceso electoral" que, puntualizó Insulza, "nadie se cuestiona". 

A pesar de los dichos de Insulza, distintas organizaciones sociales y políticas paraguayas reunidadas la semana pasada en el Foro Social Paraguay Resiste denunciaron la persecusión de periodistas y de empleados públicos por parte del gobierno de facto.