La comunidad Wente Winkul Mapu, con esta trilla termina un ciclo de trabajo que comenzó con la recuperación del fundo Chiwaiwe, desde principios del año 2013. Allí se sembró trigo y avena, cereales esenciales para sustentar la comunidad y sus animales.
En un contexto de una fuerte militarización, criminalización, encarcelamientos y montajes judiciales sobre las comunidades en resistencia, la comunidad llevó a cabo este proceso que termina con la trilla, rechazando cualquier intervención estatal que signifique dependencia y ponga en riesgo la autonomía.
El Presidente Sebastián Piñera convocó al Consejo de Seguridad Nacional para que se reúna el próximo lunes, a una semana de que se conozca el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre la demanda presentada por Perú por los límites marítimos con Chile.
Los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, el Contralor General de la República, el presidente de la Corte Suprema, los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el general director de Carabineros, integran el consejo.
Después de dos años de que entró en vigencia la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras ya se empiezan a ver los primeros resultados. La participación activa de las víctimas tanto en la Unidad de Víctimas como en la Unidad de Restitución de Tierras y las lentas aunque firmes respuestas de cada una, ya son un logro.
Sin embargo al mirar de cerca las cifras pareciera que el acercamiento de las mujeres víctimas del conflicto a cada una de estas unidades ha sido distinto.
Tomado de Lasillavacia.com La diferencia más notoria, promovida por la misma Ley, es que la Unidad de Víctimas recibe un mayor número de casos porque incluye a víctimas de todos los delitos relacionados con el conflicto armado desde 1985 y además una misma persona puede estar incluida en ambas unidades (por ejemplo una mujer pudo ser torturada y despojada al mismo tiempo, lo que le da derecho a ser reparada por cada delito en cada una de las unidades). Pero haciendo un análisis más detallado de las personas que se acercan a las Unidades se puede decir que la participación de mujeres en la Unidad de Restitución de Tierras es considerablemente menor que en la Unidad de Víctimas.
Una organización que reúne a unas 10.000 mujeres campesinas e indígenas de Chile lanza un instituto de agroecología para el campesinado femenino del sur americano.
La Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (Anamuri) capacita desde hace años a miles de personas a través de la red internacional La Vía Campesina y trabajando en base a la soberanía alimentaria. Pero hoy enfrenta su proyecto más ambicioso.
El Instituto de Agroecología de las Mujeres del Campo, al que pusieron la sigla IALA, será el primero de América Latina destinado solo a un público femenino y se emplazará en la localidad de Chépica, 180 kilómetros al sur de Santiago, en el poblado de Auquinco, "agua que resuena" en lengua mapuche.
El Parlamento ecuatoriano y la Unión Europea suscribirán hoy un convenio de cooperación técnica con el objetivo apoyar a la Comisión de Gobiernos Autónomos, Descentralización, Competencias y Organización del Territorio.
La colaboración de la Unión Europea consiste en la contratación de un equipo de expertos para apoyar la elaboración de la Ley de Ordenamiento Territorial y Gestión de Uso de Suelo, reseña el sitio digital de la Asamblea Nacional.