Las organizaciones de la Alianza por la Soberanía Alimentaria de los Pueblos de América Latina y El Caribe, en su reunión ampliada realizada en Buenos Aires entre los días 4 y 6 de septiembre de 2022, realizó un análisis del actual contexto y de los desafíos por los que pasa nuestra región, considerando que:
Los impactos de la pandemia COVID-19, de la guerra entre Rusia y Ucrania y de los demás conflictos en curso, generados por los intereses del capital internacional, sumados a la crisis alimentaria, económica, social y ambiental, están afectando gravemente la Soberanía Alimentaria, el desarrollo sostenible y la autonomía de los pueblos, agravando el escenario de hambre, pobreza, desigualdades y violencia estructural contra las poblaciones rurales y campesinas más vulnerables a las embestidas del avance del capital internacional, matizado por el discurso de odio y los retrocesos en derechos, políticas públicas y sociales. Asimismo, el sistema multilateral de Naciones Unidas no está presentando respuestas eficaces a los desafíos que enfrentamos y sus acciones han sido ampliamente capturadas por las grandes corporaciones.
Frente a ese escenario, la Alianza manifiesta su profunda preocupación respecto al cumplimiento de los instrumentos y garantías internacionales sobre los derechos de los pueblos y sus territorios. Para ello, propone el fortalecimiento interno de su estructura y la rearticulación de fuerzas populares, que pasan por la participación social más activa en los grupos del CIP, con protagonismo de las mujeres rurales e indígenas y de las juventudes, la construcción de una agenda común, la comunicación popular como un eje transversal y una fuerte incidencia en los espacios de diálogo político internacional.
La Alianza insta a los gobiernos de la región a cumplir con los acuerdos e instrumentos internacionales, como la Declaración de los Derechos Campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales; Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; las Directrices Voluntarias de Gobernanza de la Tierra, el Decenio de la Agricultura Familiar, Consentimiento al libre previo e informado y otros. A garantizar los derechos de los pueblos a su tierra y territorios y a una vida digna; a implementar políticas eficaces de Soberanía Alimentaria, reforma agraria integral, desarrollo rural sostenible y de protección ambiental.
A los Organismos Internacionales, a mantener y ampliar el diálogo político con las organizaciones populares y movimientos sociales a fin de contribuir a la lucha de los mismos y a la reivindicación de sus derechos. Asimismo, a elaborar e implementar programas y proyectos direccionados al fortalecimiento de las organizaciones populares y movimientos sociales y de la diversidad de los sujetos que integran los sectores representados por la Alianza.
Convocamos a los movimientos sociales y organizaciones populares a reafirmarse y a articularse a definir agendas en común de cara a consolidar su lucha por la Soberanía Alimentaria de los pueblos de nuestra región. Así también reflexionar y construir líneas de trabajo y alianzas dirigidas a la consolidación del proceso de Nyeleni 3.
Nos solidarizamos con las luchas de los otros movimientos o pueblos, con los hermanos de Paraguay luchadores y luchadoras de la tierra, con los hermanos de Brasil por los asesinatos de lideres y lideresas campesinas.
Repudiamos absolutamente los discursos de odio que generan violencias, como el que provocó un intento de asesinato a Cristina Fernández de Kirchner. Y exigimos el cese a todos los tipos de violencia y al discurso de odio que se multiplica en los países de nuestra región.
¡Alto a todos los tipos de violencia!
Tierra y territorio para el buen vivir
Tierra y territorio para sanear el planeta,
Tierra y territorio para la paz,
Tierra y territorio para fortalecer el feminismo y la lucha con la juventud.