Tras tres meses de formación con líderes del departamento de La Paz, el Tribunal Originario Abya Yala de Justicia (TOAJ) cerró el Seminario Taller “Cosmovisión ancestral, pluralismo jurídico e identidad cultural”, que tuvo la participación de al menos ochenta personas provenientes de las provincias de forma autogestionada.
A la cabeza de tata Feliciano Tarqui Ayala, presidente de TAOJ y la mama Marcela Quisbert, Sullca Amauta del Consejo Supremo de Amautas Justicia Indígena Originaria Campesina (JIOC). Se entregaron reconocimientos al apoyo técnico de una diversidad de líderes y certificados de participación a quienes habían cursado el seminario.
Un gesto muy destacable y que se diferencia de los protocolos acostumbrados en este tipo de actos fue que, al entregar el certificado, tata Feliciano mencionaba las características de la persona y recomendaba proseguir en la construcción de espacios y liderazgos en el ámbito de la justicia indígena originaria. Además, se hizo la consagración de jueces naturales, autoridades en justicia que, han estudiado la Constitución Política del Estado Plurinacional, conocen de la cosmovisión ancestral propia de los pueblos indígenas y entienden al pluralismo jurídico como él ámbito actual en el que se debe ejercer los derechos y hacer justicia.
La consagración de jueces naturales fue seguida por un acto ritual en el que saludaron a los principales achachilas (montañas sagradas) del entorno territorial, consagraron la hoja de coca y los bastones de mando de las autoridades originarias.
Como una forma de finalizar el acto, mostraron a un grupo que había preparado un sociodrama. Esta técnica pedagógica, propia de la educación popular, permite visibilizar e incorporar de mejor forma los contenidos temáticos y el espíritu emancipador que ha intentado traspasar en el proceso formativo. En este caso se trató de una rivalidad entre dos ámbitos universitarios, donde dos personas en contienda, se hacían preguntas y debían responder disputándose el conocimiento. Las preguntas eran variadas, pero se mostró claramente que la memoria aymara, sobre diferentes sucesos de la historia, es principal para comprender la actual Constitución Política del Estado.
