La Paz, 5 Feb (Erbol).- El Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe, buscará la forma de fortalecer la economía comunal de los pueblos originarios de Bolivia.
El secretario técnico del Fondo Indígena, Mateo Martínez Cayetano, de origen afroindígena, dijo a la Agencia de Noticias Indígenas de la Red Erbol, que el tema forma parte de la agenda con Bolivia.
"Un tema requerido es el desarrollo de la economía indígena porque tiene principios distintos a la usura, a la avaricia de este lucro y ganancia de las otras economías. Entonces requerimos profundizar en reflexión para imaginar acciones que se puedan aplicar en una construcción colectiva de los actores principales de este esfuerzo porque no solo son las comunidades", afirmó Martínez Cayetano.
Desde el punto de vista de Mateo Martínez, "la economía indígena propende a la pervivencia a la recreación en el entorno de un equilibrio autosustentable o autosostenido, diríamos los factores del proceso de producción se manejan en forma equilibrada, no es que no haya excedentes, si existe excedentes en la economía indígena".
En la economía indígena, se considera a la naturaleza como ser vivo, los humanos son parte de ella, hay recursos como tierra agua minerales y vida vegetal que no admiten comercio, no se plantea el crecimiento económico sino el equilibrio.
Además, la producción se destina principalmente al consumo propio (economía de subsistencia), la propiedad colectiva es un valor fundamental, la finalidad de la producción es la calidad de vida no la ganancia, hay poco excedente, la producción está al servicio de valores de reciprocidad y cooperación.
Desde la perspectiva del Fondo Indígena, Bolivia se encuentra en una etapa de transición, desde esa lógica nacional, toca ir a los departamentos, a las regiones, a las comunidades.
"Hay la percepción que en Bolivia se ha avanzado en construir leyes, es un avance sustantivo el de convertir en ley la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas, ahora hay que construir los mecanismos que permitan institucionalizar la aplicación de esa norma", señaló Mateo Martínez.
En Bolivia hay, sólo por citar un ejemplo, 20 mil hectáreas de cultivos de cacao producidos por pueblos indígenas, con perspectivas de convertirse en una alternativa económica acorde con la producción familiar y la preservación de los recursos naturales.
El estudio El Cacao en Bolivia - Una alternativa económica de base campesina indígena fue elaborado por Oscar Bazoberry Chali y Coraly Salazar Carrasco, ambos del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA). Los investigadores plantean que la estabilización de los ingresos provenientes de la actividad puede tardar hasta ocho años, pero a la larga las expectativas de ingreso a los mercados mundiales son alentadoras.