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El clima cambiará mapa productivo

 

 

 

 

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BENI YA NO SERÁ ZONA GANADERA

¿Se imagina que Beni deje de ser el departamento ganadero del país, que Tarija no produzca más vinos y que los cultivos andinos, como la quinua, no existan?

Aunque esas posibilidades actualmente parecen absurdas, es posible que en 2030 sean parte del panorama productivo boliviano por efecto del cambio climático, si en los próximos 20 años no se toman medidas para revertirlo.

Joerg Seifert-Granzin, asesor principal en cambio climático de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), proyecta esa realidad y otras más en caso de que el calentamiento global
avance como hasta ahora.

La productividad estaría entre los sectores más afectados cambiando radicalmente la vocación de los territorios y serían las tierras bajas las que sufrirían el mayor impacto, de acuerdo con lo planteado por Seifert-Granzin, que participó el pasado miércoles en el foro "Cambio Climático: Efectos, Impactos, Oportunidades y Desafíos para Bolivia" organizado por la FAN y el IBCE con el apoyo de WWF.

El especialista plantea que las sequías y las inundaciones inviabilizarán en 2030 la ganadería en  Beni y Santa Cruz se convertirían en el principal productor de carne del país con varias zonas adaptadas para esa actividad.

En el caso de Tarija, el cambio climático traería frecuentes granizadas lo que haría imposible la producción de vino, característica productiva actual de ese departamento.

El experto predice también que la producción de cultivos en el altiplano decrecerá por las condiciones climáticas desfavorables y la falta de esfuerzos laborales amenazando a variedades nativas, que sólo crecen con el frío, como la quinua y otros cereales.
Agua
El panorama de los efectos del cambio climático se complica con el principal recurso natural, el agua.

Seifert-Granzin proyecta que la escasez impedirá el crecimiento de la población metropolitana de las ciudades de La Paz y El Alto y el Chaco se convertirá en un desierto por la falta de lluvias.

A esto se suma que el lago Titicaca se reducirá y dividirá hasta en tres partes para 2030 por efecto de la pérdida de su espejo de agua, lo que afectará el equilibrio ecológico y provocará pérdidas irreversibles en la ganadería, agricultura, piscicultura y vida silvestre.

El experto ambientalista advierte también que dentro de dos décadas los glaciares de la Cordillera Real de Los Andes habrán desaparecido, acentuando la creciente escasez de agua en todas las zonas de influencia.
Energía y ciudades
Para el especialista, Bolivia, en 2030, habrá dejado la producción de combustibles fósiles y será un exportador de energía renovable en América del Sur.

"Mientras los parques solares en el altiplano siguen incrementado su eficacia, los parques eólicos de tierras bajas pierden por daños causados por la mayor velocidad del viento; todo el transporte público corre a gas o por sistemas eléctricos; plantas de biodiesel y metano abastecen los sistemas productivos en las zonas rurales", predice.

En cuanto a la vida urbana en Bolivia, en 2030 enfermedades tropicales --dengue y  malaria-- se expandirían en ciudades de occidente como La Paz.

Seifert-Granzin dice que los primeros barrios flotantes se darán en Trinidad fuera del dique y se el tráfico particular  de vehículos quedará prohibido dentro de los "cascos viejos" de los centros urbanos como Santa Cruz para reducir la contaminación del aire y las enfermedades bronquiales.

Emisión de gases por rubros

ENERGÍA
La energía emite más gases de efecto invernadero, con 24 por ciento; seguido por el sector de usos de la tierra (18%).

OTROS
La industria produce el 14 por ciento de gases, seguida por la agricultura (14%), transporte (14%), construcciones (8%), otras energías (5%) y la basura (3%).

REGIONES
EEUU y Canadá (19,4%), el este de Asia (17,3%), sur de Asia (13,1%), Europa (11,4%), Latinoamérica (10,3%) y África.

 IMPACTO ACTUAL Y PREVISIONES

La Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) indica que en Bolivia ya se puede observar el impacto del cambio climático. Por ejemplo, el cerro de  Chacaltaya en 1940 tenía una cobertura de nieva de 0,22 kilómetros cuadrados (km2); para 2005 se redujo a 0,1 km2.

A esto se suma la alteración en el clima que este año se ha notado con más fuerza con sequías y menos lluvia.

Las tendencias del cambio climático en Sudamérica se muestran en general con una disminución del agua (10-20 por ciento), pérdida de especies (20-30 por ciento), desertificación de tierras agrícolas y disminución de alimentos.

El modelo climático regional para Bolivia indica que habrá un aumento de temperatura en todo el país. Se estima que para 2030 el incremento sea de (1-2ºC) y para 2100 (5-6ºC), las zonas mas afectadas serán el altiplano y la amazonía.

También se prevé que habrá más precipitaciones en épocas de lluvia; en las tierras bajas aumentara el 53 por ciento para el 2100. Mientras que en épocas secas las precipitaciones se reducirán en tierras bajas, por ejemplo, en un 36 por ciento para 2100.

Foto: Chaco boliviano, Los Tiempos