El Banco Interamericano de Desarrollo aprobó un préstamo de US$20 millones para ayudar a pequeños productores rurales bolivianos a adoptar tecnologías agrícolas que les permitan mejorar su productividad y la producción de alimentos, así como a desarrollar nuevos emprendimientos agroalimentarios orientados a mercados.
En un comunicado, el organismo informó que la iniciativa contribuirá a mejorar los ingresos y la seguridad alimentaria de pequeños productores y productoras rurales de la agricultura familiar indígena, originaria y campesina con base comunitaria.
En su mayoría, se encuentran en comunidades donde la pobreza afecta a más de 80% de la población y suelen tener acceso muy limitado a tecnologías modernas y sus cosechas tienen bajos rendimientos, dijo el BID.
El proyecto, que inicialmente se focalizará en 43 municipios con altos niveles de inseguridad alimentaria pero buen potencial de producción, consta de dos componentes.
El primero aportará apoyos directos (subsidios en calidad de bonos) para ayudar a los agricultores a adquirir productos o servicios tecnológicos como deshidratación de frutas, almacenamiento de doble propósito, trozamiento asistido de forraje, siembra asistida, barreras vivas, riego por goteo y riego de cobertura masiva.
El segundo, en tanto, brindará donaciones para cofinanciar planes de emprendimientos agroalimentarios que agreguen valor a la producción, aumenten el acceso a los mercados y refuercen la capacidad de gestión de los agricultores.
Se espera que al menos 80% de los receptores iniciales de apoyos obtengan una tasa de retorno mayor a 12%, que no menos de 13.600 beneficiarios adopten una o más tecnologías y que 4.000 productores participen en alguno de los emprendimientos seleccionados.
El financiamiento consiste en un préstamo de US$14 millones del capital ordinario del BID a 30 años de plazo, con un período de gracia de seis años, y un préstamo concesional de US$6 millones del Fondo de Operaciones Especiales del Banco, a 40 años de plazo.