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Los presidentes de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) celebrarán mañana viernes y el sábado en Bolivia su VII Cumbre Extraordinaria con el propósito de profundizar en la integración económica, política y social del bloque.

La reunión presidencial, la cuarta que la alianza bolivariana celebra este año, tendrá lugar en la ciudad central de Cochabamba, con el presidente Evo Morales como anfitrión.

Acudirán a la cita los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez; de Ecuador, Rafael Correa, y de Nicaragua, Daniel Ortega, así como los primeros ministros de las islas caribeñas Dominica, Roosevelt Shkerrit; San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, y Antigua y Barbuda, Baldwin Spencer.

Hasta hoy no estaba confirmada la visita del presidente de Cuba, Raúl Castro, cuyo país es uno de los fundadores del bloque, ni la del mandatario de Paraguay, Fernando Lugo, que ha sido invitado a sumarse al grupo bolivariano.

También han sido invitados representantes de Uruguay, Guatemala, República Dominicana, Haití, Granada y la Federación Rusa.

 La ALBA nació en diciembre de 2004 impulsada por Venezuela y Cuba frente al ahora extinto Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) promovido por Estados Unidos. En cinco años, la zona ALBA ha crecido hasta agrupar a nueve naciones del continente y el Caribe, incluida Honduras, cuya actual crisis política ha sido objeto de continuos pronunciamientos de los mandatarios bolivarianos en favor de la restitución incondicional del presidente depuesto Manuel Zelaya.

Según datos del Ministerio boliviano de Exteriores, la ALBA suma actualmente una población de 73 millones de personas y cuenta con un Producto Interior Bruto de 640.000 millones de dólares, una cifra que situaría al bloque por encima de la Comunidad Andina (CAN).

 El viceministro boliviano de Comercio Exterior e Integración de la Cancillería, Pablo Guzmán, ha destacado esa cifra como muestra del creciente "vigor" del bloque bolivariano formado por mandatarios de izquierda que reivindican un modelo socialista y que son críticos de EE.UU. y del capitalismo, como es el caso de Chávez y Morales.

En su cita de Cochabamba, la ALBA tiene previsto aprobar en concreto el Tratado Constitutivo del Sistema Único de Compensaciones Regionales (Sucre) que será gestionado por los bancos centrales y que les permitirá prescindir del uso dólar estadounidense en las operaciones comerciales dentro del bloque.

Se trata de un sistema de pago virtual y automático que precede a un proyecto de más largo plazo para adoptar una moneda común que el presidente Morales plantea que se llame "Pacha", palabra que en la lengua de los quechuas significa "tierra". El Banco de la ALBA, que tendrá sede principal en Caracas y subsedes en los países miembros del bloque, funcionará como un banco central que dará fortaleza al uso de los "sucres" desde principios de 2010 cuando se aplicará en un periodo de prueba de seis meses.

La reunión presidencial también tiene previsto aprobar para todo el bloque los principios del Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) una sociedad comercial propuesta por Bolivia en abril del 2006 y que actualmente funciona entre ese país, Venezuela y Cuba. Morales ha destacado varias veces que el TCP tiene como base la "complementariedad y solidaridad" para superar las asimetrías entre las economías pequeñas y grandes del ALBA y ha contrapuesto este modelo a los tratados de libre comercio regionales.

El presidente boliviano se opone a negociar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos como sí han hecho sus socios en la CAN Perú y Colombia.

Para el viceministro Guzmán, la diferencia entre lo que busca la ALBA y lo que ofrece un TLC está en que el primero es complementario y permite comerciar excedentes, en tanto que en el segundo "se impone la ley de la selva" en el comercio.

El Sucre y la ampliación del TCP se complementarán con la futura creación de una empresa de comercio exterior que funcionará en todos los países miembros "con las tiendas" de la ALBA, apuntó Guzmán.

Son mecanismos que permitirán después a las naciones del bloque levantar "todas las restricciones" arancelarias o de otro tipo en la zona para facilitar el intercambio de productos.

Además de los temas económicos, la alianza bolivariana definirá una posición conjunta frente al cambio climático y la próxima cumbre sobre el tema que se celebrará en Copenhague y avanzará en una propuesta de declaración de los "Derechos de la Madre Tierra".

También volverán a analizar los planes de Estados Unidos de usar bases militares en Colombia y la evolución de la crisis hondureña, si bien es conocida su posición de rechazo tajante a los planes norteamericanos y a la presidencia de facto de Roberto Micheletti.

 De forma paralela a la cumbre, Cochabamba acogerá desde hoy un encuentro de los dirigentes de los movimientos sociales e indígenas afines a esos Gobiernos que también se reunirán el sábado en el estadio Félix Capriles de la ciudad en un acto al que han sido invitados los mandatarios de la ALBA tras la clausura de la cumbre