Naciones Unidas, 22 abr (PL) La defensa de la Madre Tierra y el respeto a los territorios de las comunidades originarias figuran hoy entre las principales demandas en el Foro Permanente de Naciones Unidas para las Cuestiones Indígenas.
Así explicó a Prensa Latina la activista guatemalteca Otilia Lux, quien desde inicios de los años 2000 ha participado en este evento del organismo multilateral.
Las comunidades indígenas profesamos un profundo respeto a la naturaleza, pero la invasión a nuestras tierras pone en peligro recursos tan valiosos como los bosques o la fauna autóctona, denunció.
De hecho, durante los últimos años, las empresas mineras y de generación de electricidad penetran con mayor frecuencia en territorios ancestrales, lamentó la activista maya-quiché.
Lux también expresó profunda preocupación ante la contaminación desmedida ocasionada por la voracidad del capital, que ha ocasionado desastres ambientales con severas repercusiones para la salud.
El tema de derechos humanos de los pueblos indígenas resulta otro de los puntos más abordados en el foro, lo cual no solo permite plantear la situación dramática de muchos países de América Latina y el mundo, sino constatar cómo se repiten los mismos patrones en diferentes latitudes, señaló.
'La situación de pobreza, la desigualdad, el racismo son factores que muestran cómo los pueblos indígenas están en desventaja y necesitan mayor participación en la toma de decisiones y en lo concerniente a su desarrollo.'
Que se respete su derecho a la tierra y los recursos naturales de sus territorios es una de las demandas más frecuentes de las comunidades indígenas, destacó la activista maya quiché.
Todas las recomendaciones surgidas al calor del foro se llevan al Consejo Económico y Social de Naciones Unidas (Ecosoc), encargado de trasladar a los países esas inquietudes con el objetivo de implementar políticas en cada uno de los territorios, explicó.
En ese sentido, Lux insistió en la importancia de la participación de los pueblos indígenas en el diseño y creación de las políticas públicas que le atañen: mujeres, jóvenes... todos los integrantes de las comunidades deben estar representados para evitar imposiciones, dijo.
Además, agregó, las estrategias deber abarcar diversos ámbitos: político, social, económico, de seguridad, salud y soberanía alimentaria, y debe primar ante todo, el respeto a la Madre Tierra.
Toca a los Estados velar por ello y establecer en los presupuestos nacionales un fondo para los pueblos indígenas, así como incluir en los censos nacionales la recopilación de datos sobre esas poblaciones, consideró.
La Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas debe ser implementada por los Estados, que son los responsables de garantizar mayor participación de esas comunidades en los proyectos de desarrollo, observó.
Pedimos respeto para nuestros idiomas, cultura y espiritualidad, e información transparente y objetiva para nuestros líderes: ya no queremos un colonialismo disfrazado de oveja, ni tampoco un patriarcado que menosprecie a las mujeres, enfatizó.
De acuerdo con Lux, el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas es un espacio político 'donde hacemos nuestros planteamientos, presentamos nuestras agendas, hablamos de las buenas prácticas e intercambiamos experiencias'.
El foro forma parte de los tres mecanismos de la ONU dedicados a las cuestiones específicas de los grupos originarios. Los otros mandatos son el Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Relator Especial sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.