Una comisión humanitaria se está desplazando hacia un resguardo indígena en jurisdicción del municipio de Medio Baudó, Chocó, donde se denunció el asesinato de Ezquivel Manyoma, líder de la comunidad y guía espiritual.
Según Otoniel Queragama, secretario general de la Asociación de Cabildo Indígena Orewa, los hombres le dispararon delante de toda la comunidad, en la que había mujeres y niños. También afirmó que el lugar se encuentra a unas tres horas en bote y que la comunicación telefónica es muy difícil, por lo cual se tarda la recuperación del cuerpo.
"Hay miedo, zozobra entre los indígenas de esta comunidad, por el terror que infunde este grupo armado ilegal", expresó la Mesa Indígena del Chocó en un comunicado, en el que también explicó que "los hechos empezaron desde el 6 de septiembre en horas de la noche, cuando el líder fue raptado en su casa, en presencia de sus familiares y de los habitantes de la comunidad, posteriormente es llevado al cepo, donde en horas de la madrugada de hoy 7 de septiembre, es asesinado".
Por su lado, Luis Enrique Murillo, defensor del Pueblo de la Regional Chocó, explicó que la comunidad donde ocurrió el homicidio tiene 63 familias que desde septiembre estaban desplazadas y se resguardaban en la comunidad afro Querá.
“Desde ya preparamos una jornada de verificación y acompañamiento en terreno para verificar la situación de otros líderes, la afectación al proceso de retorno que estaba dándose, riesgos para los familiares del asesinado y la salida de parte de las familias que ya eran desplazadas hacia otras comunidades”, aseguró el defensor.
Este hecho hace parte de la difícil situación que viven los indígenas en el departamento. La Defensoría del Pueblo ya había advertido sobre el riesgo que corren las personas allí, luego de que hace un mes y medio hicieran una visita para tomar declaraciones de los habitantes, quienes estaban confinados por la presencia del grupo armado en su territorio.
El funcionario también indicó que “estos grupos se están disputando corredores estratégicos que pasan por los resguardos y los indígenas se oponen a que se use su territorio, por lo cual están muy expuestos y amenazados”.
Lo mismo explicó Queragama, quien relató que en vista de que se declaran independientes y autónomos de los grupos armados, estos los amenazan. También dijo que algunos lugares que dejaron las Farc están siendo tomados por paramilitares.
“En este momento esas comunidades son pequeñas y no tienen una guardia indígena amplia, además allá la comunicación es muy difícil”, agregó el líder indígena.
Aunque la Defensoría había hecho un llamado de protección, no se tomaron medidas a tiempo, aseguró Murillo, quien reiteró que en el último semestre han elevado 50 solicitudes de protección ante la Unidad Nacional de Protección (UNP) para líderes sociales, líderes étnico territoriales, defensores de derechos humanos y reclamantes de tierras, pero que muy pocas han sido respondidas y en las que han sido aprobadas no se implementan las medidas o no corresponden al contexto de las comunidades indígenas.
Lo más preocupante para la institución de derechos humanos es que tras la muerte de un líder como Manyoma, que además era consejero espiritual, la población queda mucho más desprotegida y con mayores posibilidades de sufrir un desplazamiento. “Si asesinan a los líderes, la comunidad pierde la capacidad de resistencia en su territorio”, puntualizó el defensor.
FUENTE: EL TIEMPO DE COLOMBIA
