"¿Qué es el desarrollo? ¿Tener zapatos y celulares?", preguntó la socióloga boliviana Patricia Chávez durante un debate en Berlín sobre la búsqueda de una sociedad más justa en sectores de América Latina.
Cuando Evo Morales llegó al poder en 2006 prometió la defensa de la Madre Tierra, pero en la práctica sucede lo contrario. “Se están aprobando muchos proyectos de prospección petrolera, se tiene previsto impedir o reducir la consulta indígena. El suyo es un proyecto anti-indígena, un proceso de claudicación, de traición, no solo por parte de Morales, sino de toda la estructura de su partido, Movimiento al Socialismo (MAS), aunque mucho se concentra en torno a su figura. Era simbólica, y tenía detrás al pueblo boliviano impulsando su proyecto, pero no luchamos para esto“, dijo la socióloga boliviana Patricia Chávez.
Chávez fue invitada junto con otros sociólogos latinoamericanos a participar en un debate sobre la brecha existente entre los países desarrollados y América Latina y la búsqueda de algunos sectores y movimientos sociales por una sociedad más equitativa. El encuentro convocado por tres fundaciones alemanas con motivo del 80 aniversario del sociólogo Klaus Meschkat, catedrático de la Universidad de Hannover y uno de los latinoamericanistas más destacados en Alemania, abordó los temas de actualidad en el subcontinente, en donde la situación en Bolivia acaparó la atención, coincidiendo con la reciente visita de Evo Morales a Alemania.
Controvertida carretera a través del TIPNIS
La socióloga boliviana cuestionó el concepto de desarrollo impuesto por el mandatario boliviano, que “quiere abrir una carretera ofreciéndole a los indígenas zapatos, pero sabemos que por ahí acabará pasando el tráfico de drogas“. La construcción de la carretera que atravesará el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), es resistido por sectores indígenas de la región, pero es prioritario para la Administración de Morales.
La académica y activista advirtió sobre la desaparición de los pueblos indígenas, “lo que se llama el etnocidio, porque sus territorios dejarán de ser comunitarios. Si los proyectos extractivistas siguen adelante, las trasnacionales, sobre todo las petroleras, tendrán más del 50 por ciento del territorio nacional. Actualmente ocupan entre un 8 y un 9 por ciento", subrayó.
Según datos del Banco Mundial, Bolivia ha registrado tasas de crecimiento de casi un 5 por ciento anual gracias a los altos precios de las materias primas, lo que ha permitido reducir la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, la caída de los precios del crudo, que afecta sus exportaciones de gas natural, se ha traducido en una desaceleración económica este año.
Transferencia tecnológica
Por su parte, la abogada argentina Valentina Delich, abordó la tecnología como motor de transformación de los procesos de producción allá donde existe una relación asimétrica entre los países en desarrollo y los desarrollados. Unos son exportadores de tecnología y los otros importadores. "Durante un siglo no hubo regulaciones en el intercambio de tecnología, hasta que en 1995 fue firmado un tratado internacional que regula la propiedad intelectual. Se propuso integrar la propiedad intelectual a las negociaciones dentro de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La académica destacó que el intercambio de tecnología sigue dirimiéndose bajo esas reglas de hace 20 años y hay actualmente una gran presión sobre ellas. Sin embargo, la experta destacó que, más allá de las experiencias individuales de cada país, no hay una visión de los países latinoamericanos para formular un régimen regulatorio que les convenga.
Colombia tras la firma del acuerdo de paz
El sociólogo colombiano José María Rojas, se mostró optimista respecto a la pacificación en Colombia tras la firma del acuerdo de paz. Rojas recordó la petición del máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, en La Habana.
“Lo que pedimos no son todas las transformaciones sociales que necesita el país, porque de todas maneras no hay dinero para ponerlas en práctica, lo que pedimos es que la clase dominante no elimine al opositor, que respete su derecho a proponer, su derecho de incluso llegar al poder y ensayar una solución, es decir, que tengamos una democracia social que nunca la ha habido en Colombia“.