Observan las políticas extractivistas de los gobiernos de estos dos países, que van a contramano del discurso ecologista.
El Vivir Bien ha sido vaciado de contenido y su viabilidad desahuciada debido a políticas de corte desarrollista que fomentan el extractivismo, según el panel de expertos que cerró las deliberaciones del III Foro Internacional Andino Amazónico de Desarrollo Rural que tuvo lugar en La Paz.
El ex presidente de la Asamblea Constituyente de Ecuador, Alberto Acosta, aseguró que en paralelo, tanto en su país como en Bolivia, “se han abierto las puertas a la megaminería, se fomenta el agronegocio y el uso de transgénicos, y se convierte el Buen Vivir en un pretexto para dar lugar al extractivismo”.
Recordó que este concepto que en la constitución ecuatoriana se inscribe como Buen Vivir, “era una oportunidad para pensar otro mundo a partir de otros principios civilizatorios, diferentes al pensamiento moderno que impera hasta el momento, una visión nueva que se aleja de la explotación del hombre y de la naturaleza en la lógica de la acumulación del capital, que sitúa al hombre en armonía con el propio hombre y con la naturaleza”.
Dijo que los principios elementales de este nuevo paradigma son la reciprocidad en contraposición al liberalismo, la complementariedad en lugar de la competencia y, la reproducción de la vida y en vez de la reproducción del capital.
Nada de eso se cumplió, señaló de manera categórica, porque “nuestros gobiernos se han encargado de vaciar el contenido del Buen Vivir, tratando de llenarlo con modos totalmente distintos –algo así como un “sumaj kawsay new age” – y traicionando incluso los principios fundamentales de la Constitución”.
En esa misma línea, el coordinador del III Foro Internacional Andino Amazónico de Desarrollo Rural, Fernando Heredia, dijo que a partir del 2009 en Bolivia se ha producido un reflujo en el proceso de acumulación del movimiento indígena, y aseguró que el conflicto del TIPNIS puso de manifiesto la colisión de dos percepciones distintas de cómo relacionarse con la naturaleza.
“El peso cualitativo del Vivir Bien –Teco Kavi en guaraní– genera rupturas con las políticas públicas y praxis extractivistas del gobierno que se hacen en nombre del desarrollo. Existe ruptura con la perspectiva mercantil que guía la economía global, con la lógica individualista a costa del colectivo y la naturaleza", puntualizó.
La socióloga Silvia Rivera se animó a más y sostuvo que estamos ante “la destrucción de lo común o el mal vivir del proceso de cambio”.
Dijo que el gobierno de Evo Morales hace “un uso retórico y ornamental de la noción del Buen Vivir, para cubrir los modos populistas de relación con la gente a través del clientelismo”. Y añadió que cuando intentaron convertir el Vivir Bien en política pública, “se lo ha vaciado de sus contenidos originales y se lo ha llenado con contenidos basura”.
Según Rivera, las palabras muchas veces confunden “porque suelen ser transacciones de poder. “El divorcio entre las palabras y las cosas es marca del sistema colonial “puntualizó y dijo que “se está haciendo rapiña del los bienes comunes y no se está cumpliendo con el principio de distribución equitativa de los beneficios y riesgos”.
Aseguró que la noción de que la sociedad está articulada por el consenso de sus miembros y que tiene capacidad de decisión, está en grave riesgo, porque “no se entiende que la autoridad o el liderazgo no son una función de dominación sino un espacio de realización de las decisiones comunes.
Y no se asume que el poder es rotatorio y alternado, que no busca la reelección perpetua”.
Esas conclusiones fueron compartidas durante la última sesión del Foro Internacional que reunió a un millar de participantes para reflexionar acerca de los desafíos y potencialidades de la región andina amazónica.