Una cosa es extranjerizar la tierra con productores privados y otra, que los compradores sean otros Estados. Así razona el presidente uruguayo, José Mujica. Uruguay ha tenido un proceso de extranjerización fuerte de sus campos, tanto con productores agrícolas argentinos como con arroceros brasileños y con empresarios forestales de Europa y Estados Unidos. Pero ahora el presidente Mujica ha dicho que se enfrenta el riesgo de que gobiernos extranjeros adquieran tierras en este país y que para cubrirse de eso se necesita una reforma legal.
El mandatario uruguayo recomendó a tres senadores del Frente Amplio que consideren qué tipo de ley será necesario impulsar. Mujica sorprendió en el Palacio Legislativo cuando llegó para reunirse con los legisladores Enrique Rubio, Jorge Saravia y Ernesto Agazzi. Este último fue su viceministro de Ganadería y Agricultura, cuando Mujica ocupó la titularidad de ese ministerio durante el gobierno de Tabaré Vázquez. Cuando Mujica renunció a su banca para la campaña electoral, Agazzi fue el ministro del área.
Fuentes del gobierno aseguraron que las posibles medidas no afectarán a los productores extranjeros que tienen campos en Uruguay.
La preocupación por este tema había sido trasladada al presidente uruguayo por su colega brasileño Lula da Silva durante el último encuentro bilateral.
"El Poder Ejecutivo les vino a encargar a los senadores de su bancada que hagan lo que puedan sobre el tema [de la extranjerización de la tierra]", dijo Mujica al retirarse de la reunión. "No me preocupa tanto lo que ocurre ahora, pero sí me preocupa lo que pueda venir", añadió el presidente.
"Ya no es venta de tierras a empresarios extranjeros, que es un tema superado, sino a naciones", dijo Mujica, quien calificó de "complejo" el caso. También el presidente había trasladado esa inquietud a la comisión directiva de la Asociación Rural del Uruguay (ARU).
El ex ministro de Planeamiento y actual senador Enrique Rubio afirmó que "se ha largado una carrera por los recursos naturales en la cual participan los Estados por vías directas o indirectas" y que muchas veces no está claro quiénes están detrás de una sociedad anónima o de un fondo de inversión. Dijo que "empieza a haber indicios acá en Uruguay de que esto es algo que se viene".
Rubio afirmó que "Mujica quiere jerarquizar temas, y no sólo hacer demandas al Ejecutivo, sino también al Parlamento". Añadió que "está buscando en varias direcciones puntos de apoyo para temas que en algunos casos son de coyuntura y otros, de largo plazo".
El senador frenteamplista advirtió que puede haber "una mirada muy provinciana" que considere que el fenómeno observado no pueda darse por creer que hay poca oferta de campos y precios muy altos. Pero indicó que precios que pueden ser caros en este país en realidad son muy tentadores para operadores de otros países. "Que cueste 4000 o 5000 dólares la hectárea acá puede parecer un salto extraordinario y en otros lugares, como recurso escaso, puede ser algo tremendamente barato", dijo Rubio.
En tanto, el senador Jorge Saravia dijo que Uruguay es un "bocado apetecible" y que la reforma legal se realizará sin afectar los negocios entre privados, apuntando a calmar a ese sector. En el anterior gobierno se había hablado de legislar sobre la propiedad de campos en las fronteras del país, pero eso no tuvo andamiento.