El agro uruguayo ha vivido una revolución silenciosa en los últimos años, y eso se refleja en el encarecimiento de la tierra. No hace mucho tiempo, las quejas de los productores se concentraban en el endeudamiento y la necesidad de facilidades para superar esa carga y recibir nuevos créditos. Ahora, el problema es que el negocio creció mucho, que hay otros jugadores en el campo oriental, fundamentalmente extranjeros, y que el precio de la tierra es muy caro.
¿Muy caro o adecuado a los nuevos tiempos? En el campo dicen que hay razones para un aumento del valor de la tierra, pero que los precios se han sobredimensionado por la ganancia que hasta hace poco daban la soja o la leche, con precios internacionales que ya no están.
Esta semana, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) divulgó el resultado de relevamiento de ventas de campos durante 2009, presentado en una serie construida desde 2000.
En el último trimestre del año pasado, el precio promedio de la hectárea fue de 2626 dólares. En 2000, en el promedio anual, la hectárea se había pagado 965 dólares. No son iguales los dólares de ahora que los de una década atrás, pero más allá de vaivenes en el tipo de cambio, el aumento del precio de la tierra es notorio.
Operadores del mercado y productores sostienen que el incremento por encima de niveles lógicos ha desestimulado la concreción de compras. Pero algunos interesados en adquirir tierras advierten que no encuentran una oferta suficiente.
Lo cierto es que en toda la primera década del siglo se redujo la cantidad de transacciones y también la superficie total de campos vendidos, pero el precio siguió en alza.
Así, el precio promedio por hectárea pasó de US$ 1844 en 2008 a US$ 2329 el año pasado. Eso significa un incremento en dólares del 26,3%. Si cuenta sólo el período comprendido entre octubre y diciembre, el precio medio de las compraventas llegó a US$ 2625 por hectárea, lo que significa el promedio trimestral más alto entre 2000 y 2009.
Los departamentos con más superficie vendida fueron Paysandú, Rivera y Tacuarembó. Entre los tres departamentos, acumularon ventas por US$ 108 millones, un 25% del total de transacciones.
Colonia (departamento que está frente a Buenos Aires) y Rocha (zona este, limítrofe con Brasil) registraron los precios medios más altos: 5097 y 4016 dólares por hectárea, respectivamente. El 70% de las operaciones correspondió a superficies de entre 10 y 100 hectáreas, pero éstas significan sólo el 13% del área vendida.
Como contrapartida, de acuerdo con los referentes del mercado, los altos precios hacen caer las operaciones. Por eso, según datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias, en 2009 el área vendida cayó por tercer año consecutivo, después de alcanzar un máximo en 2006. Así, en 2009 se hicieron un 37,% menos de operaciones de compraventa de campos que en 2008, y la superficie vendida fue un 52,8% inferior a la del año anterior.