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Mujeres productoras, del campo, mujeres sin tierra, mujeres dirigentas, mujeres valientes, mujeres con poca tierra, mujeres que luchan en defensa de la soberanía alimentaria.

El miércoles 22 de abril, la soberanía alimentaria ocupó el espacio de debate colectivo desde la participación activa y propositiva de mujeres indígenas y productoras. Un amplio y diverso público se reunió en la sala de sesiones del Municipio de Cayambe para colocar las voces y demandas de asociaciones y organizaciones sociales e indígenas en torno a la agroecología como una alternativa que garantiza la soberanía alimentaria. La convocatoria la hizo el Observatorio de Cambio Rural, OCARU, conjuntamente con el Pueblo Kayambi, el Municipio de Cayambe y el Colectivo Agroecológico.

Con una amplia participación de las organizaciones sociales de productoras y productores de la RESSAK (La Red de Economía Solidaria y Soberanía Alimentaria del Territorio Kayambi) y otras organizaciones sociales; ONG´s amigas, investigadores, autoridades del GADIP Cayambe y técnicos del Municipio, funcionarios del MAGAP y del Consejo Provincial de Pichincha, la mesa buscó aportar desde la propuesta agroecológica a la elaboración participativa de políticas públicas y contribuir con las agendas que los distintos actores del cantón han trabajado, bajo una perspectiva de articulación territorial.

Bajo ese propósito, la mesa tuvo las presentaciones de algunos investigadores y espacios colectivos que han desarrollado estrategias en territorios para la viabilidad de la agroecología y la soberanía alimentaria.

Apertura de la mesa desde voces diversas

La apertura de la mesa de diálogo inició con las intervenciones de autoridades: Humberto Cholango (Alcaldía de Cayambe, Pachakutik), Agustín Cachipuendo (Presidente del pueblo Kayambi) y Floresmilo Simbaña (Dirigente de Fortalecimiento y Política de la CONAIE).

Cholango sostuvo que la agroecología puede ser una alternativa al neoliberalismo; para ello, considera que es necesario fortalecer a los pequeños productores y productoras porque sostienen la soberanía alimentaria y la soberanía nacional donde el tema del territorio es fundamental.

 

Las palabras de Cachipuendo relataron cómo el pueblo Kayambi ha venido fortaleciendo la agricultura mediante el mantenimiento de semillas. Destacó cómo hasta la llegada de los españoles existía una defensa del derecho a la tierra, al agua y a la economía comunitaria en la producción orgánica para cuidar la tierra.

Floresmilo Simbaña (CONAIE), en un contexto de celebración por el Día de la Tierra, focalizó su discurso en la problemática de "lo rural", mencionando el complicado proceso de la Consulta Pre – Legislativa en torno al actual debate de la Ley de Tierras en la Asamblea.

Señaló tres aspectos importantes:

a) La Ley de Tierras no propone ningún proceso de redistribución de la tierra; el único mecanismo es la redistribución de tierras del Estado que posee menos del 1%. Por ello, la ley no beneficia a los pequeños productores y productoras.

b) No se hace alusión al tema de la tierra comunal; sólo se reproduce lo que ya está contemplado en la Constitución. En este punto, Floresmilo pregunta a la audiencia ¿qué hace el Estado para que estos territorios comunales sigan adelante? ¿Qué mecanismos existen?

c) En relación a la Consulta Pre – Legislativa, denuncia que las tres preguntas claves para consultar a pueblos y nacionalidades ya están garantizadas en la Constitución como derechos básicos.

Alejandra Santillana (Directora del IEE, Instituto de Estudios Ecuatorianos), y coordinadora de OCARU (Observatorio del Cambio Rural), mantiene como idea principal que las posibilidades de producción se hacen difíciles en el momento en que algunos campesinos y campesinas no tienen tierra y sus condiciones de trabajo son de precarización y explotación. El diálogo entre campesinos y el gobierno local se vuelve necesario para que la misma institución genere condiciones para la redistribución, ferias agreocológicas, fijar impuestos a grandes empresas en territorio, entre otros.

En un contexto donde la Asamblea Nacional está discutiendo un texto de Ley que no ha sido suficientemente socializado entre la población sobre todo campesina, indígena y rural, Alejandra centra su discurso en que la propuesta de Ley no desconcentra, no redistribuye y no genera mecanismos de políticas públicas que construyan un diálogo con las organizaciones y los territorios. Es por eso que, siguiendo el mandato constitucional que declara a la soberanía alimentaria como eje estratégico, la propuesta del OCARU es recoger y problematizar las condiciones y posibilidades de la agroecología y la conformación de políticas públicas.

Intervenciones desde "lo rural" en el planteamiento de alternativas

Ruth Bautista, investigadora de IPDRS (Instituto para el Desarrollo Rural en Sudamérica) y parte del Movimiento Regional por la Tierra y el Terrorio, presentó la iniciativa de mil estudios de caso que buscan alcanzar en Sudamérica para aportar con una perspectiva regional que incluya los contextos locales. Hasta el momento se han recopilado 50 casos, con la presentación de tres experiencias inspiradoras.

El caso de las comunidades de Daule – Peripa: de afectadas a Guardianas del agua y la Soberanía Alimentaria (El Empalme, Guayas, Ecuador), trata de un hecho donde se quiere mostrar la lucha por la recuperación del derecho a la existencia por la restitución del derecho a la tierra y al agua.

En el caso Madre de Dios en Perú, se hace hincapié en cómo los recursos naturales en América Latina son atractivos; frente a esta demanda los campesinos apuestan por sistemas agroforestales (el ejemplo está en la producción de cacao) en zonas de amortiguamiento de la minería.
Un vídeo ilustrador que se presenta en la mesa, muestra cómo las mujeres apuestan primero por sus hijos, luego por vivir en la comunidad y en el campo en donde la agroecología es una alternativa que fortalece su lucha cotidiana.

Agroecología y política pública. Intervención de Daisy Peña.

En la hipótesis planteada por la compañera se ubica a la agroecología como un modelo alternativo para el campo en un intento de disminución de la pobreza, generación de trabajo y cuidado de la biodiversidad. Todo ello como alternativa de cambio frente al modelo capitalista y que requiere del apoyo del Estado mediante política pública.

Desde la investigación plasmada en el documento de OCARU: La Agroecología en el Ecuador: apuntes para su reflexión , se analizan múltiples variables (dimensión política, económico - productiva y cultural). El estudio consideró la heterogeneidad de los territorios para acercarse a las realidades particulares de los casos investigados.

¿Qué nueva mirada nos ofrece la agroecología?

En primer lugar, nos propone un modelo alternativo que no concentra los recursos naturales sino que los distribuye de mejor manera y que está relacionado con la agricultura familiar campesina. También implica mayor encadenamiento, capacidad de generación de empleo famliar, menos presión ecológica y fortalecimiento del tejido colectivo. En la investigación presentada, se resalta la problemática de la expansión de la urbanidad, ya que crece sobre la tierra de productores y productoras afectando a la soberanía alimentaria; otro problema central en el campo, reside en su subordinación a la lógica del modelo capitalista vulnerando la economía familiar y campesina.

¿Qué sucede con la organización social?

Daisy Peña señala que la agroecología se muestra como un modelo que fomenta la organización social; para lo cual genera relaciones de comercio justo, intercambio de saberes y que, en muchos casos, incluye la equidad de género y se propone dar respuestas a la tendencia de la población joven de abandonar el campo porque éste resulta inviable.

Experiencia agreocológica desde el Territorio Kayambi.

Intervención de Agustín Cachipuendo.

La tesis principal es que la agricultura orgánica es un modo de producción que respeta la Pachamama y además integra a la interculturalidad como una de sus formas para relacionarse de forma diferente con la tierra que produce los alimentos.

Desde el testimonio como Pueblo Kayambi y su experiencia agreocológica, Cachipuendo resalta el impacto sufrido por una tecnología devastadora (químicos, producción de monocultivos que debilitan la tierra y la producción de los pequeños productores y productoras).

¿Cuál es la propuesta por el cambio del puebo Kayambi?

La creación de una escuela de agroecología donde uno de los elementos esenciales es la recuperación de la tierra y la elaboración de bioinsumos propios. La escuela gira alrededor de varios temas: la agricultura orgánica a través de la recuperación de suelos, agroecosistemas andinos y de gestión productiva, la indispensable participación de las mujeres (representan un 80% frente al 20% de los hombres) y el desarrollo dentro de un contexto de las prácticas y experiencias en las parcelas y chacras del territorio. Esto permitiría vivir una relación más armónica con la tierra sin que la migración sea una amenaza para el desarrollo de las comunidades.

Con respecto a la comercialización, el pueblo Kayambi, mantiene sus ferias productivas con la RESSAK para la producción de hortalizas y el cultivo de granos.

Una de las propuestas del Pueblo Kayambi es establecer una feria donde el dinero no sea la moneda de cambio, una feria del trueque donde exista una economía propia con respeto hacia la Pachamama.

La Agroecología respuesta a los problemas actuales en el campo.
Intervención de Roberto Gortaire.

 

La hipótesis principal es que la agroecología es viable a gran escala como un tipo de conocimiento que proviene del patrimonio de los pueblos.
En un contexto de crisis alimentaria mundial, es importante hablar de los alimentos y de la mal nutrición en un marco donde los principales problemas asociados al campo están ligados a la tierra; donde nunca antes había existido tantos productos para la industria del agrocumbustible y producción de balanceados.

¿Qué sucede con la comercialización?

Gortaire destaca la importancia de la agroecología concebida como una matriz tecnológica; la agroecología no surge de la universidad ni de las ONG's, sino que forma parte de las tradiciones culturales y experiencias ancestrales como parte del patrimonio de los pueblos.

¿Qué papel juegan los consumidores?

La segunda hipótesis planteada por el discurso de Gortaire hace alusión al rol de los consumidores. Los consumidores conforman un grupo esencial para profundizar la viabilidad de la producción agroecológica; para ello deben tener presentes los problemas que existen en el campo para valorar los productos sanos.

¿Qué sucede con los que consumimos alimentos? ¿por qué no se dice nada de la problemática alrededor de la tierra, agua, semillas y comida? Gortaire resalta que "somos los consumidores quienes financiamos este sistema injusto de alimentos envenedados".

El reto: 250.000 familias que consumen, rico, sano y de nuestra tierra
La intervención de Roberto Gortaire estuvo acompañada de la presentación de la campaña de consumo responsable cuyo objetivo es la concienciación a 250.000 famlias para que consuman rico, sano y de la tierra, con productos agroecológicos.

El desafío consiste en que se vayan cumpliendo varios retos:
1. Reto Sano: reducir el consumo de comida chatarra, gaseosa y disminuir el consumo de azúcar y sal.
2. Reto ricos: cocinar con agrobiodiversidad.
3. Reto de nuestra tierra: comprar productos agroecológicos.
4. Reto final: convencer a otra familia para que se inscriba y se genere una cadena de información favorable a la campaña.

Experiencia desde la Red Agroecológica de Loja.
Intervención de Nancy Huaca.

La hipótesis principal desarrollada por Huaca atiende a la importancia del Sistema Participativo de Garantía para la producción agroecológica porque respeta la autonomía de los productos permitiendo que los propios productores y productoras sean quienes implementen las regulaciones.

La expositora relata la experiencia de la agroecología en Loja, RAL, en donde esta alternativa mejora la calidad del suelo respetando el ambiente. La RAL surge como una red para productores y productoras agroecológicas con 17 organizaciones, en la mayor parte de los cantones de la provincia de Loja, con la perspectiva de ampliarse hacia la provincia de Zamora.

¿Por qué no norman a los agroindustriales?

La compañera sostiene que en vez de que el Estado se dedique a controlar y normar a las redes de productores agroecológicos, debería controlar a los agroindustriales. El Estado ve a los productores como marginales, cuando en realidad su trabajo y sus tierras subsidian al modelo agroindustrial. La construcción de la herramienta del SPG, precisamente se genera para el establecimiento de un sistema participativo y autónomo que tenga principios que fortalezcan los mercados campesinos por su carácter de iniciativas campesinas en la defensa de la soberanía alimentaria.

Nancy expone la demanda de políticas públicas que fomenten las prácticas agroegológicas; todo ello deberá ser reforzado con la organización de asambleas, normas, acreditación entre organizaciones, comisiones y los convenios con universidades para la capacitación.
En relación a la Agenda Nacional de Agroecología se propone: la recomposición del movimiento campesino; la democratización en el acceso a la tierra y el agua; la garantía de una educación intercultural y la autonomía organizativa.

Aportes para el debate en el intercambio de diálogo de saberes. Plenaria.

 

La hipótesis principal desarrollada por Huaca atiende a la importancia del Sistema Participativo de Garantía para la producción agroecológica porque respeta la autonomía de los productos permitiendo que los propios productores y productoras sean quienes implementen las regulaciones.

La expositora relata la experiencia de la agroecología en Loja, RAL, en donde esta alternativa mejora la calidad del suelo respetando el ambiente. La RAL surge como una red para productores y productoras agroecológicas con 17 organizaciones, en la mayor parte de los cantones de la provincia de Loja, con la perspectiva de ampliarse hacia la provincia de Zamora.

¿Por qué no norman a los agroindustriales?

La compañera sostiene que en vez de que el Estado se dedique a controlar y normar a las redes de productores agroecológicos, debería controlar a los agroindustriales. El Estado ve a los productores como marginales, cuando en realidad su trabajo y sus tierras subsidian al modelo agroindustrial. La construcción de la herramienta del SPG, precisamente se genera para el establecimiento de un sistema participativo y autónomo que tenga principios que fortalezcan los mercados campesinos por su carácter de iniciativas campesinas en la defensa de la soberanía alimentaria.

Nancy expone la demanda de políticas públicas que fomenten las prácticas agroegológicas; todo ello deberá ser reforzado con la organización de asambleas, normas, acreditación entre organizaciones, comisiones y los convenios con universidades para la capacitación.
En relación a la Agenda Nacional de Agroecología se propone: la recomposición del movimiento campesino; la democratización en el acceso a la tierra y el agua; la garantía de una educación intercultural y la autonomía organizativa.

Aportes para el debate en el intercambio de diálogo de saberes. Plenaria.

Luego de la plenaria se sintetiza los principales acuerdos a los que llegan las productoras y demás participantes de la mesa:

1. Retomar la agenda definida en el II ENA (Segundo Encuentro Nacional de Agroecología) que tuvo lugar en Cayambe en el año 2014 y hacer seguimiento a los acuerdos que se establecieron allí.

2. Participar en la marcha del 1ero de mayo de 2015 con el propósito de visibilizar el trabajo como productores y productoras agroecológicas, generando conciencia sobre la sobrecarga de trabajo de las mujeres y demandando políticas públicas en favor del campesinado.

3. Mantener espacios de debate y trabajo entre las organizaciones sociales de productores y productoras, ONG´s, investigadores, autoridades locales y avanzar con una agenda concreta sobre problemas puntuales.

4. Identificar, convocar y articular a más productores y actores en el cantón que mantengan un enfoque agroecológico.

5. Gestionar como una demanda concreta que los productores y productoras agroecológicas puedan vincularse al sistema de compras públicas de las instituciones estatales que trabajen en el cantón, con el objetivo de que se consuma desde lo local.

6. Articular a la producción agroecológica y sus actores con las organizaciones de consumidores de manera que se genere una serie de acuerdos por alimentos más sanos en la creación de un diálogo para establecer acuerdos y precios justos.

7. Establecer la mesa permanente de Agroecología y Soberanía Alimentaria con el objetivo de generar acuerdos mínimos, fomento a la producción y discusión sobre la calidad de los productos agroecológicos de manera diferenciada.

8. Generar una agenda de trabajo con la mayor parte de las organizaciones que trabajan con enfoque agroecológico en el territorio para promover una coordinación de actividades.

9. Exigir respeto a la autonomía y rol de las organizaciones sociales.

10. Propiciar la solidaridad con los territorios que están amenazados por la actividad extractivista.

11. Apoyar la convocatoria de la mesa de productores del cantón Cayambe que se realizará la segunda semana de mayo del 2015.

Puede descargarse el documento completo aquí