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POR LUIS ÁNGEL SAAVEDRA

La naturaleza reacciona indignada frente a la voracidad humana, y ahora más que nunca. El cambio climático no solo es un discurso verde, o una opción política para un puñado de ambientalistas, que por estos lares el poder los denomina infantiles. El cambio climático es una certeza que nos debe inducir a cambiar; pero, las catástrofes que provoca parecen no tocar las políticas de las empresas y éstas se empecinan en negar lo evidente: son sus acciones las que provocan las tragedias.

Si bien la naturaleza puede tener épocas de grandes lluvias, las catástrofes que puede ocasionar se ven multiplicadas por la negligencia humana, en especial en lo relacionado a la depredación de los acuíferos de desfogue, pues se presiona los cauces de los ríos con trabajos en sus orillas, se busca ganarle espacio desforestando y construyendo viviendas; los procesos de erosión vinculadas a actividades humanas arrastran sedimentos que poco a poco van taponando los cauces y crean las condiciones para que se registren grandes inundaciones que en el pasado no se daban, aun cuando se registraran mayores niveles de precipitaciones pluviales.

En estas semanas hemos tenido noticias de inundaciones, deslaves, ríos que se han salido de sus caces, poblaciones enteras que han sido afectadas; las imágenes que vemos en los noticieros nos recuerdan los desastres que dejó el fenómeno de El Niño en los años 1997 y 1998; pero nos nace la pregunta si en estas semanas ha llovido más que el mes de marzo de esos años; o lo que hemos visto ahora se ha dado no solo por las lluvias, sino por otros elementos de los que no podemos responsabilizar a la naturaleza.

Para el mes de marzo, estos valores son los de mayores lluvias registradas en la zona desde 1995, se le puede añadir el mes de marzo del año 2000 que llegó a 655.7 milímetros, pero fuera del marco de un fenómeno de El Niño. La pregunta que nace es si en el mes de marzo de 2015 se llegaron a estos niveles de lluvia. La respuesta es NO. Pero si con mayores lluvias no pasó nada en San Pablo de Amalí, entonces qué fue lo que desencadenó la tragedia que vivieron habitantes de esta población en la madrugada del 19 de marzo de este año.

En este boletín queremos analizar lo sucedido en el sur de la provincia de Guaranda, en el cantón Chillanes, y específicamente en San Pablo de Amalí. Analizaremos si el invierno de este año es el responsable de que el río Dulcepamba se haya ensañado contra la población de San Pablo de Amalí, o sea el responsable de la inundación de San José de El Tambo, algo más al sur de San Pablo de Amalí

La tragedia de Hidrotambo

Los cauces de los ríos se han formado en miles de años, han pasado por etapas de sequía y de torrentes, pero han formado sus cauces y se han mantenido allí con firmeza, modelando la geografía; hasta que llega la mano del empresario, que se autodenomina emprendedor o portador del progreso, y con esas premisas lo cambia, y a veces lo cambia sin precaución alguna, teniendo como único objetivo su propio lucro y evitando mirar la tragedia que provoca y que puede provocar en el futuro.

Una de estas empresas ciegas y negligentes es Hidrotambo S.A., empeñada en construir una hidroeléctrica privada en San Pablo de Amalí. La primera empresa constructora en ser contratada por Hidrotambo fue COANDES, pero no pudo llevar a cabo su cometido debido a la oposición de los comuneros; en ese entonces se registraron enfrentamientos de los comuneros con guardias de seguridad y trabajadores de COANDES

Para poder continuar con su proyecto, Hidrotambo decidió contratar la construcción con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, para que fueran ellos quienes se enfrenten a los comuneros de San Pablo de Amalí. En efecto, en los años 2006 y 2007 se dieron varios enfrentamientos entre los pobladores y miembros del ejército; en ese entonces 72 comunidades se enfrentaron a un batallón aproximado de 300 militares. Producto de estos enfrentamientos se abrieron 22 procesos judiciales y 14 dirigentes fueron detenidos y acusados de rebelión. En el 2008, la Asamblea Constituyente les otorgó la amnistía y el Cuerpo de Ingenieros desistió de seguir realizando las obras.

Manuel Trujillo, dirigente de esta comunidad, ha estado encarcelado por dos ocasiones, se mantuvo tres meses prófugo (“corrido”, como dice él) y ha enfrentado 42 procesos en su contra, pese a que ha sido amnistiado dos veces por la Asamblea Nacional. Ahora se defiende de otro juicio por sabotaje y terrorismo, y debe presentarse en la Fiscalía de Chillanes todos los días lunes. Su pecado fue el haber anticipado lo que ocurrió el pasado jueves 19 de marzo, en horas de la madrugada: haber anticipado esa tragedia que lo dejó sin casa, a él y a otras seis familias más.

Hidrotambo es un proyecto privado que usará las aguas del Río Dulcepamba para producir 7,6 megavatios, logró que se concesione el 90% del caudal de agua de toda la cuenca hidrográfica de este río. “Hemos ido a pedir una concesión de agua para riego y nos ha dicho que pueden darnos para una manguera de media pulgada; eso no nos alcanza ni para regar un naranjo”, afirmó un comunero durante una reunión que se diera en la comunidad, el 16 de agosto de 2012, en la que participaron miembros del equipo de INREDH.

En esa reunión también participó el asambleísta Holguer Chávez Canales, del movimiento oficialista Alianza País, quien se sorprendió que siga la construcción de esta represa y que se haya puesto rótulos del gobierno para publicitar un proyecto privado, más aún cuando el presidente Correa había ofrecido el cese de estos trabajos.

Chávez se refirió a una reunión del candidato Correa, en el 2006, con la comunidad en la que aseguró que no se seguiría con la construcción; esta decisión fue ratificada en Agosto de 2007, siendo ya presidente, en una reunión propiciada por el entonces Ministro de Energía, Alberto Acosta.

La construcción se reanudó en el 2012 y nuevamente se produjeron enfrentamientos, esta vez con cuerpos especiales de la policía y con la policía local, al mando de un mayor de policía, de nombre Rroselvet Vinicio Albán Moreta, quien no dudó en agredir e insultar a los habitantes de San Pablo de Amalí, y detener a Socorro Galeas y a su hermano discapacitado. Las denuncias sobre esta agresión fueron puestas en conocimiento de la Inspección General de Policía y del Ministerio del Interior, quienes enviaron una comisión, la que únicamente se entrevistó con personal de Hidrotambo y no acudió a la comunidad, pese a que se habían reunido habitantes de toda la cuenca del río Dulcepamba.

Durante la reunión de agosto de 2012, los habitantes ya advirtieron que la construcción de lo bocatoma para la represa de Hidrotambo ponía en riesgo a la comunidad de San Pablo de Amalí, pues desviarían el río y, al haber perdido el cauce, en un próximo invierno fuerte se podría abalanzar contra el poblado. Manuel Trujillo fue el más insistente en denunciar este peligro.

Desde el camino destruido hacia abajo, el río ya va en un abanico fuera de su cauce y llega a San José de El Tambo, población a la que inunda completamente.

Dada la tragedia, un pelotón de funcionarios nacionales y locales de toda índole llegó a San Pablo de Amalí, trajeron víveres y vituallas, incluso cocinas a gas y sus respectivos tanques. Otros funcionarios también visitaron la bocatoma que desvió el río; esperaremos a ver si en algún momento emiten un informe independiente; por lo pronto, incluso personas que no apoyaban la lucha de la comunidad contra Hidrotambo, ahora no les queda más remedio que reconocer la responsabilidad de esta empresa en la tragedia que le tocó vivir a estas familias de San Pablo de Amalí. “Yo soy neutral, pero esto que pasó si debemos dar la culpa a Hidrotambo”, dice un poblador, conocido por su resistencia a juntarse a la lucha de los comuneros que ahora ven que sus presagios fueron cumplidos al pie de la letra, pues el río no se salió de su cauce por las intensas lluvias del 19 de marzo, pues ya antes había soportado mayores lluvias y permaneció en su sitio; el río se desbordó por los trabajos negligentes de Hidrotambo. ¿Será que alguna autoridad puede ver con sus propios ojos, o se mantendrán ciegos hasta que alguien de arriba les otorgue el milagro, o el permiso, de la vista?