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El “Sumak Kausay” fue utilizado para intervenir territorios de los pueblos y zonas intangibles

 

 

 

 

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Iniciaron las reflexiones en el V Foro Andino Amazónico de Desarrollo Rural, a llevarse a cabo entre el 24 y 25 de octubre en la ciudad de Cobija. Mónica Chuji, líder indígena ecuatoriana, invitada a este Foro, explicó la Amazonía es permanentemente intervenida e incluso, el “buen vivir”, el Sumak Kawsay concepto que acuñaron los pueblos indígenas para referirse a un desarrollo alternativo al capitalismo, fue utilizado como parte de las argumentaciones del gobierno de Rafael Correa para intervenir el territorio intangible del Yasuní. “Si no intervenimos, ¿Cómo les vamos a dar buen vivir a los pueblos?” citó al ex presidente ecuatoriano. La líder proveniente de la emblemática comunidad de Sarayaku en Ecuador, esbozó un análisis en el que recogió el aporte de José Nuñez del Prado, representante del CIDES-UMSA y Mario Gutiérrez, representante de Cáritas-REPAM, quienes antecedieron su participación.

José Núñez del Prado estableció un marco contextual para entender a la Amazonía como un ámbito con potencial para el desarrollo propio, pero en el que se deben sacar lecciones del pasado y de un presente en riesgo. La tradición extractivista, no sólo de la región amazónica sino también del extractivismo minero e hidrocarburífero andino, debe dar alertas a la población y organizaciones campesinas e indígenas amazónicas, para que puedan evaluar la viabilidad de sus productos respecto al acceso de los mercados.

Núñez del Prado, profesor del CIDES – UMSA, explicó el flujo entre diferentes tipos de mercados a los que el aprovechamiento de recursos naturales, renovables y no renovables, debe acceder para la movilizar sus productos y generar mejores condiciones de vida para su población. Los mercados competitivos abiertos, los mercados por acuerdos preferenciales de integración (Sistemas Generados de Preferencia) y el comercio justo son bastante complejos. Su acceso marca una disputa desigual entre las familias campesinas e indígenas y las empresas transnacionales que promueven un modelo de basado en commodities, monocultivos y extracción de una diversidad de recursos naturales. Lo lacerante de este modelo basado en la extracción y el despojo, afirmó el profesor, es que está convirtiendo a los recursos naturales renovables, en no renovables, generando impactos irreversibles en la selva virgen.

Si bien con el comercio justo, se habla de un nuevo potencial exportador, los campesinos deben cuidarse de no ingresar desigualmente a la lógica del mercado, pues deben bregar por elevar sus niveles de tecnologización, movilización de sus productos y competitividad, que tienen en la actualidad una considerable desventaja, explicó Núñez del Prado. “No se puede aportar a la reproducción del modelo agroexportador del agronegocio, no nos podemos convertir en un elemento del extractivismo agropecuario”, recomendó.

Respecto al contexto boliviano, Núñez del Prado, proporcionó el dato de que entre 2005/2006 y 2015/2016 ha crecido la economía empresarial, en cambio la economía de subsistencia y la producción mercantil simple se redujo; es decir, mientras está en riego la economía diversificada y de subsistencia, incluso de acuerdo al discurso gubernamental, los monocultivos se abren paso. En cuanto a la deforestación, se tiene un clima de ambigüedad en la consideración de los datos, mientras la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) celebra una “reducción exitosa”, instituciones nacionales e internacionales especializadas afirman que ésta habría crecido en 20%.

Núñez Prado para cerrar su exposición convocó a repensar la disponibilidad de recursos, si bien “no tenemos mar, tenemos Amazonía” afirmó, e invitó a defenderla y a preservar la vida antes que un modelo de despojo y destrucción.

Por su parte, Mario Gutiérrez representante de la REPAM, basó su exposición en la Encíclica Laudato Sí (2015) del Papa Francisco, “documento técnico que nos invita a cuidar la creación, el medio ambiente, el planeta”, afirmó y sacó adelante, la idea de la conversión ecológica, que requiere este tiempo en el que la naturaleza y las relaciones humanas en crisis por una cultura del consumo y el descarte, están en riesgo. Gutiérrez explicó que las acciones de la REPAM se basan en estos principios y desde la aceptación de que los seres humanos no somos administradores de la naturaleza, sino más bien somos parte de ella. Y el momento crítico del cambio climático, pueden identificarse como unos “dolores de parto” que deben sensibilizar a la sociedad en general a “cuidar una casa”, explicó.

Finalmente, Mónica Chuji refrendó el contexto marcado por sus antecesores en el Foro, y nos mostró un contexto ecuatoriano, bastante similar a otros países de la región en el que la reprimarización de las economías basadas en el extractivismo, establece un panorama de desventaja para los pueblos indígenas. Superado el aliento de una etapa en la que se celebraba el gobierno de propuesta progresistas en la región, Chuji explicó que ya no se puede entender a América Latina como dividida en dos bloques político/económicos separados ideológicamente, China y USA, pues al final no importa la ideología del gobierno, la represión es la misma, con los mismos argumentos y los mismos objetivos.

La líder indígena, que formó parte de la asamblea constituyente de su país, se refirió a los conflictos socioambientales más preocupantes del Ecuador y que impactan fuertemente en la sociedad. En diferentes provincias donde existen proyectos, no se consulta, previa, libre e informadamente a sus poblaciones, y al contrario, se prolifera la pobreza, violencia y persecución a líderes y organizaciones. Advirtió Chuji que el concepto del Sumak Kawsai de la constitución fue utilizado para intervenir en los territorios de los pueblos no contactados y en zonas intangibles. Explicó que el trabajo de las organizaciones se ha extendido de la defensa del territorio a las propuestas para el resto de la sociedad, por ejemplo, se trabajó la noción de Kawsak sacha, la selva viviente, que debe proliferar para poder defender la Amazonía, en contraste al desarrollo que no incluye a todas las poblaciones y sus culturas; al igual que la noción de Sumak Kawsai, que es un concepto a recuperar  y posicionar nuevamente en el ámbito internacional.