El Informe Mujeres sobre Acceso a la tierra y territorio en Sudamérica, que está por publicarse en su capítulo Perú, aborda la gran crisis que vive este país y la situación de las organizaciones rurales, principalmente, las de mujeres que de forma activa y protagonista construyen una crítica fundamental al modelo extractivista que se mantiene desde hace ya varios años y gestiones presidenciales en el país.
El último periodo histórico fue de lo más agitado para el Perú. Con los estigmas que dejó el conflicto armado de las décadas ochenta y noventa, el último periodo electoral identificó a casi veinte candidatos presidenciales, en una contienda que mostró promesas de estabilidad y mejores tiempos. Para el segundo semestre del 2022, el oficialismo hablaba de cerrar el parlamento que, finalmente, fue decisión del Tribunal Constitucional. La oposición, por su parte, hablaba de una crisis en el gobierno, procuró la destitución y buscaba la vacancia presidencial por incapacidad moral. El 7 de diciembre, antes de la votación por la tercera vacancia, Castillo anunció el cierre del Congreso, elecciones congresales y toque de queda. El ejército no acató la decisión por vulnerar la constitución y, paralelamente, el Congreso destituyó al Presidente. Dina Boluarte, la vicepresidenta, juramentó ante el presidente del Congreso y se arrestó a Castillo.
El estallido social no se dejó esperar, las protestas se masificaron en las provincias del sur del país. La carretera Panamericana fue bloqueada entre Ica y Arequipa, y la polarización contrapuso el golpe al autogolpe de Estado, la demanda de asamblea constituyente, la renuncia de Boluarte y la denuncia de un gobierno cívico-militar.
El INEI informó que, al mes de diciembre de 2022, la producción nacional registró un aumento de 0,86%, por el incremento en los sectores de minería e hidrocarburos, construcción, comercio, y otros. A la par, entre las contracciones figura el sector agropecuario y pesca, manufactura, financiero y seguros, telecomunicaciones, etc. El sector agropecuario obtuvo menores rendimientos, principalmente, en productos orientados al mercado interno. Cultivos importantes como, por ejemplo, la papa se redujo en 35%, 420 mil toneladas menos de cosecha, que el año pasado. No le va mejor a la agroindustria y agroexportación, con cultivos como los espárragos, palta, mango, que presentan una menor demanda externa, y afecta, entre 30% y 50% de los trabajadores, de acuerdo a la región, que trabajan en el sector. Esta crisis pone en riesgo los ingresos familiares de al menos dos millones de trabajadores dedicados a la agricultura de subsistencia, para quienes la tasa de pobreza asciende a 37,5%, mayor a la media señalada.
En la evaluación de resultados al 2022, el Midagri evalúa su desempeño en la titulación de tierras. Puntualiza que el valor esperado fue de 232.679, pero el valor obtenido fue de 7.092 títulos, con un avance 3,05%. Ante esta deficiencia, las medidas que propone para lograr mejores resultados son la coordinación con los gobiernos regionales, involucrar la participación de la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (SUNARP), otras instituciones relacionadas y organizaciones agrarias como la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), Confederación Campesina del Perú (CCP), Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP), Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú (Fenmucarinap), Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), entre otras (Midagri, 2023: 12-13).
Si bien hace un par de gestiones se planteó un Fondo para el empoderamiento de mujeres rurales, resultó conflictivo para las mujeres organizadas en gremios acceder al registro y elaborar el plan de negocios, pese a que el Midagri identificó a las organizaciones sociales representativas del campo como interlocutoras para el acceso a la tierra, establece otra categoría, las Organizaciones Agrarias de Mujeres acceder al fondo.
La aproximación a la realidad de las mujeres indígenas y campesinas peruanas la realizamos a través de la encargada de la Secretaría de la mujer de la Federación Regional Agraria de Piura y Tumbes, Grecia Ruíz Elías, Mayra Macedo, Presidenta de la Organización de Comunidades Indígenas de Mujeres Shiwilu de la ONAMIAP; y además, el balance que comparte Raquel Reynoso Rosales, representante de la Asociación de Servicios Educativos Rurales (SER) / Plataforma Regional Mujer Rural de la International Land Coalition.
