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Este año será uno de esos difíciles de olvidar. Desde sus inicios, lluvias e inundaciones inauguraron un período de desastres naturales que confirmaron la llegada del Fenómeno El Niño Costero. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), en el primer trimestre del 2017, su sector tuvo una disminución de 3.2% debido a las excesivas lluvias en el norte del Perú. 

¿Puede el cambio climático poner en aprietos al sector agrícola nacional? Algunos números nos pueden ayudar a entender este problema.

En un informe auspiciado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se señala que hay evidencia de efectos considerables ocasionados por el calentamiento global entre los siglos XX y XXI en la producción agrícola. 

El análisis tomó el período 1950-2010 para investigar la variación interanual de la temperatura en las áreas geográficas municipales del Perú.

El estudio sugiere que un aumento del promedio histórico de la temperatura en el período de muestra redujo entre 15% y 17% el valor de la producción por hectárea, es decir, una disminución productiva de entre 250 y 750 dólares cuando la temperatura ambiental estuvo por encima de lo habitual en el período de siembra.

El análisis realizado por Víctor Saldarriaga, máster en Economía por la Vancouver School of Economics, encuentra que este impacto es de una magnitud considerable y representa una reducción de entre 25% y 65% respecto al valor promedio de la producción. La misma investigación establece que en el futuro se espera un aumento en la temperatura de 0.2 grados Celsius por década. 

La cifra responde a la proyecciones ambientales aparecidas en el reporte Fifth Assessement Report Climate Change 2014 , del Panel Intergubernamental del Cambio Climático.

¿Es posible que el calentamiento global acelere los períodos de aparición del Fenómeno de El Niño? El investigador Scott Power, de la Oficina de Meteorología de Australia, dio a conocer en el 2013 un estudio en el que encontró pruebas sobre cómo el calentamiento global interfiere con la forma en que los patrones de temperatura de El Niño afectan las precipitaciones. 

La investigación, publicada en la revista Nature, revela que tanto las sequías como las inundaciones causadas por el fenómeno natural serán más intensas en el siglo XXI.

Las cosas pueden ser más graves aún. Hace un año, la Agencia de Administración Espacial Aeronáutica de Estados Unidos (NASA), comunicó que julio de 2016 fue el mes más cálido de los últimos 136 años. 



Mermas en el agro

En nuestro país, el cambio climático ha traído complicaciones, como la mayor frecuencia del Fenómeno El Niño. 

Por ejemplo, en su informe técnico de mayo pasado, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (NEI) da cuenta de la merma causada por este fenómeno natural en la producción agrícola durante el primer trimestre del 2017.

La contracción en el subsector agrícola fue de 4.6%, debido a los menores volúmenes en las cosechas de algodón rama (41.5%), limón (29.2%), caña de azúcar (18.2%) y alfalfa (7.2%).

Las inundaciones afectaron Tumbes, Piura, Lambayeque, la Libertad y Áncash. Aunque El Niño es un fenómeno habitual en nuestras costas, el calentamiento global parece que pisa el acelerador de este incómodo visitante de nuestro país.

La agricultura es de vital importancia en la economía peruana. De acuerdo con cifras proporcionadas por el Minagri, este sector representa alrededor del 30% de la población económicamente activa (PEA). (Rodolfo Ardiles Vilamonte).


Infraestructura hídrica

Para el director general de Agricultura del Minagri, Ángel Manero, los últimos 12 meses fueron atípicos en extremo. El período comenzó con sequías que fueron seguidas por incendios forestales, los cuales abrieron paso a las inundaciones producto de las lluvias.

“Las inundaciones se formaron en la parte media de la cuenca de los ríos y no en la parte alta, como ocurría normalmente. Este año, las lluvias se presentaron con esa particularidad, por lo cual las inundaciones llegaron en pocos minutos a los centros poblados. Esto refiere que algo ha cambiado de manera drástica”, comentó.

Manero no duda al sostener que atravesamos un proceso de calentamiento global en el que se espera que las temperaturas aumenten dos grados, lo cual cambiará las condiciones productivas.

“El Perú debe desarrollar más infraestructura hídrica para represar y canalizar los ríos, así como reforestar las cuencas, especialmente en las partes altas. El Gobierno lleva adelante el programa Sierra Azul, que busca almacenar agua de todas las formas posibles”, aseveró.

Cifra 

1,000 reservorios de agua se ha previsto construir en el marco del programa sierra azul.

FUENTE: EL PERUANO