PUBLICACIÓN - Memoria
Educación semipresencial en tiempos de COVID-19: Una experiencia en el área rural amazónico de Pando-Bolivia en 2020
Autoría: Gil, Karen; Soliz Tito, Lorenzo
Fecha de publicación: Viernes, 29 Enero 2021
Editorial: IPDRS, OXFAM, LACT y CCSSL
Páginas: 40
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La Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia establece que toda persona tiene derecho a recibir educación en todos los niveles de manera universal, productiva, gratuita, integral e intercultural, sin discriminación (artículo 17). Además, la educación se constituye en una función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado, que tiene la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla (artículo 77, I). Sin embargo, el ejercicio de este derecho fundamental fue interrumpido durante el año 2020 para la mayoría de las niñas y niños del país tras la decisión del Gobierno –al gestionar la crisis sanitaria por
la COVID-19– de clausurar las actividades escolares. Además, a esta medida se sumó la situación de abandono estructural y de desigualdad de varias décadas en la que se encuentra gran parte del sistema educativo público, sobre todo en las áreas rurales y dispersas del país, donde se encuentran pueblos indígenas y comunidades campesinas.
Ante aquella determinación gubernamental, algunas organizaciones locales, padres de familias, profesores e instituciones no se quedaron de brazos cruzados y buscaron alternativas para que los estudiantes puedan continuar con sus estudios. En ese sentido, una de esas iniciativas es la que tenemos el gusto de compartir en este documento, la misma que se llevó a cabo en escuelas de Sena y Puerto Rico, municipios del departamento de Pando, en la Amazonía boliviana. Se trata del proyecto “Educación complementaria escolar para niñas y niños de la Amazonía, en el año 2020”, una experiencia piloto de educación semipresencial para que 1.500 niñas y niños de los niveles inicial y primaria tengan acceso a la educación y no se queden rezagados en este tiempo de pandemia. La iniciativa fue coordinada con organizaciones y autoridades locales, financiada por LACT y Oxfam, y ejecutada por el IPDRS.
La iniciativa piloto no pretendió sustituir la responsabilidad primordial que tiene el Estado con la educación, sino mostrar que era posible otorgar educación a esta población y que, de ese modo, la misma comunidad educativa fuera capaz de exigir al Estado el cumplimiento de sus responsabilidades. La participación en el proyecto fue totalmente voluntaria, y la preocupación de los estudiantes y padres quedó demostrada con su amplia participación en esta iniciativa.
Además de dar la posibilidad de estudio a estos niños, esta experiencia permitió aprender a hacer educación con una planificación dinámica, flexible y adaptada a las condiciones de las áreas rurales y dispersas. Con base en esta experiencia podemos sostener que es posible, en adelante, llevar a cabo clases presenciales y semipresenciales en áreas rurales como la Amazonía, siempre y cuando se cumplan con los protocolos elementales de bioseguridad, medidas preventivas y cuidado personal, familiar y comunitario. Sin embargo, también se debe tomar en cuenta la posibilidad de suspender temporalmente las clases, en caso
extremo, como un rebrote de la enfermedad.
Por ahora, otras modalidades de estudio no serían posibles debido a las condiciones de conectividad, la capacidad económica limitada de las familias para acceder a recursos tecnológicos y sus servicios, la dispersión de comunidades y de hogares dentro de una misma comunidad, y el limitado alcance y cobertura de los pocos medios de comunicación que llegan a las áreas rurales, al menos hoy en la Amazonía.
El Instituto Para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS) y Oxfam agradecemos a los dirigentes de las organizaciones campesinas y de mujeres, y a las mamás y papás por su apoyo y compromiso cumplido con el proyecto; a las profesoras y profesores, directores de núcleo y unidades educativas y coordinadores, por su trabajo y vocación por la educación. También destaca el respaldo y consentimiento de la directora departamental de Educación, Beatriz López, y de los directores distritales de Puerto Rico, Denis Huari, y de Sena, Jaime Santos.
Finalmente, agradecemos a LACT por su confianza, compresión y generosidad, y porque juntos —con esta iniciativa que desarrollamos en el marco de una acción más amplia en la Amazonía— podemos contribuir a la educación de la niñez y así sentar bases para disminuir brechas y desigualdades que siguen siendo un desafío a superar.