Conociendo a Ana Lucia Nunes, periodista, activista, documentalista e investigadora ligada a las causas por la tierra
Ana Lucia Nunes
Ana Lúcia Nunes, investigadora en Comunicación brasilera que actualmente radica en Barcelona dónde viene concluyendo un Doctorado en Comunicación y Periodismo, comparte algunos aspectos de su trabajo, sus actividades de investigación y proyectos personales, todos ellos vinculados al periodismo, a la producción de documentales sobre causas sociales, políticas y sobre la temática de acceso a la tierra por parte de poblaciones indígenas y campesinas.
Ana Lucia ha venido trabajando en la temática de acceso a la tierra en Brasil abordándola desde la investigación, el activismo, el periodismo y la producción audiovisual; además se ha convertido en una importante aliada del Movimiento Regional por la Tierra y el Territorio a través de la sistematización de una serie experiencias de acceso a la tierra por parte de grupos campesinos y quilombolas.
Para Ana Lucía trabajar para difundir en distintos formatos y a través de distintas herramientas, la temática agraria, significa aportar a generar un cambio en la tradicional mirada sobre el poblador rural; además de abrir la posibilidad de contar de manera creativa y sensible una realidad que posicione tanto al campesino como el problema de la tierra desde otra perspectiva.
Ana Lucia ha sistematizado siete casos de acceso a la tierra por parte de poblaciones campesinas y quilombolas en Brasil para el Movimiento Regional por la Tierra, (descargar listado de casos en formato PDF), ademas de haber aportado con la produccion del teaser del documental Corumbiara, esta tierra es nuestra que a la vez se constituye material del caso de la experiencia número 30 denominada Memoria y reparación: La lucha por la del asentamiento Zé Bentão Pôrto Velho – Rondônia.
¿Cómo te vinculas al problema de la tierra en Brasil?
Desde que empecé a tener una vida política activa, estuve en contato con los movimientos de lucha por la tierra en Brasil. En mi propia familia, la cuestión de la tierra es una tarea pendiente. Mis abuelos maternos vivían en el campo, tenían una pequeña propiedad y mis abuelos paternos eran sin tierra, mi abuela indígena y mi abuelo, mestizo.
Trabajé muchos años en prensa apoyando directamente la demanda de campesinos por la reforma agrária en Brasil. Tuve algunas experiencias muy significativas, acampar durante dos semanas en la Esplanada de los Ministerios en Brasil, frente al Congreso Nacional, apoyando la demanda de los campesinos de Corumbiara; luego, en el mismo año estuve en Pará, para apoyar los campesinos desalojados violentamente en la ciudad de Conceição do Araguaia.
Entre 2008 y 2010, investigué sobre la lucha campesina de Trombas y Formoso, fue una de las pocas experiencias de lucha armada de campesinos contra latifundistas en la que los campesinos salieron victoriosos. Para contar esta historia producimos una página web, un documental y un libro que pronto saldrán a la luz pública.
Actualmente y desde el 2010 estoy trabajando en el proyecto del documental Corumbiara, esta tierra es nuestra, película todavía en realización que muestra la experiencia de Zé Bentão y otros asentamientos que han luchado por la tierra y actualmente intentan reparar su memoria de la violencia estatal construyen una mejor vida en el campo.
En 2012 también estuve en la Televisión Serrana, una experiencia de televisión comunitária en la sierra colombiana que se dedica a la creación audiovisual sobre la vida campesina. Fue una gran experiencia participar en el el proyecto y desde entonces tengo el sueño de una promover una televisión comunitaria, campesina, indígena y caminante, que cruce nuestra América Latina, compartiendo con la gente del campo y de la selva.
¿Qué tipo de materiales produces (ensayos, artículos, notas de prensa, documentales), como productora audiovisual ¿cómo crees que estas herramientas promueven la difusión de los temas de tierra y territorio?
Durante los últimos diez años he escrito muchas notas y reportajes sobre el problema de la tierra, también he innovado trabajando en un formato al que me gusta llamar tratamiento creativo de la realidad. Cuando estaba en los asentamientos escuchaba los relatos de vida de las personas y todas las historias me parecían increíbles, luego las escribía como cuentos, pero lo hacía a mi manera, mezclando las historias con un poco de realismo mágico.
Difundir las notas periodísticas sobre el problema del campesinado en Brasil es una tarea muy compleja debido a que los medios de comunicación masivos abordan este problema desde el punto de vista de la propiedad y del desarrollo económico predatorio. El campesino es visto como un preso del pasado. Y con que hagamos notas periodísticas desde otra mirada está bien, pero creo que no llega para cambiar este imaginario. En cambio, cuando te propones a utilizar formas más creativas de contar las historias, que llegan de una forma más sensible, como el cine ó la literatura, creo que abres otras puertas para que se pueda ver el campesino y el problema de la tierra bajo otra perspectiva.
¿Cómo te acercaste al Movimiento Regional por la Tierra y Territorio, cuáles crees que son sus principales aportes, consideras se trata de una alternativa que aporta al debate sobre la tierra?
La primera persona que me habló del Movimiento Regional por la Tierra y el Territorio fue mi amiga Jhaqueline Dávalos quien conocía mi vinculación con la cuestión agraria en Brasil y mi primer documental sobre la Revuelta campesina de Trombas y Formoso. Días después, Pamela - quien estaba trabajando conmigo en el documental sobre Corumbiara, también me comentó de la iniciativa. Parecía que habían mas coincidencias para que nos uniéramos. Luego tuve una reunión con el equipo de trabajo del Movimiento y ahora pienso que es como realizar el sueño de cualquier activista del movimiento de lucha por la tierra, cuidado del medio ambiente, etc. ¿Quién no se va a enamorar de un proyecto que pretende contar buenas prácticas, proyectos inspiradores y historias inolvidables de la tierra.
¿Cuál sería la peculiaridad de Brasil respecto al resto de países sudamericanos en el tema de la tierra?
No conozco mucho sobre la cuestión de la tierra en el resto de Latinoamérica, pero me arriesgaría a decir que son procesos bastante similar en los países colonizados por las potencias Ibéricas. Quizás en Brasil hubo una regulación diferente pues desde que llegaron los colonizadores, nadie más pudo ocupar libremente una tierra. Siempre hubo mucha regulación y paralelamente surgió la lucha. Pero todavía existe gran cantidad de tierra que no pertenece a nadie porque quedaron las regulaciones al aire y no existen los papeles que deberían ser del Estado.
¿Cuáles los avances del filme “Corumbiara: esta tierra es nuestra”? ¿Cuáles son las estrategias para sacar el proyecto adelante?
La película está en avance, seguimos trabajando en su desarrollo narrativo, pero principalmente buscando fondos para su finalización. El próximo año queremos concentrarnos en cerrar el arco narrativo y conseguir fondos para finalizar y pagar a los profesionales que hasta ahora han trabajado gratuitamente en la película. Pero este es un proceso largo y hay que tener paciencia.
¿Qué otras realidades del Brasil crees que el Movimiento debe visibilizar?
Creo que es muy importante que empecemos a visibilizar la causa indígena. Yo misma la asumo como una tarea pendiente. Quizás la indígena es una de las poblaciones que están siendo más atacadas en los últimos años, tanto politicamente como a través de la violencia física. Circuló por todo el mundo la carta suicida de la comunidad indígena Guaraní-Kaiwoá, era una metáfora con la que los indígenas deseaban mostrar que los estaban matando y que el gobierno hacía muy poco para defenderlos.
Por otra parte está el último accidente que hubo recientemente en Minas Gerais, es la declaración de muerte de los Krenak. El río fue asesinado por la compañía Vale do Rio Doce y ahora ellos no tienen agua para bañarse, para pescar, para sembrar. Sin agua no hay peces - su principal fuente de alimento -, no hay selva para cazar, no hay posibilidad de vida para los indígenas. Matar el río es matar a las naciones indígenas. Ellos están siendo vulnerados, pero están tomando acciones contundentes. Muchas naciones indígenas de la Amazonia están promoviendo recuperaciones de tierras, afrontando a los madereros ilegales e imponiendo su ley.
Así que a parte de la cuestión de defensa, también hay historias muy bonitas para contar.