PRODUCCIÓN - DIÁLOGOS
290 - Tiempos de pandemia: Adaptaciones y transformaciones en Sudamérica
Tiempos de pandemia: Adaptaciones y transformaciones en Sudamérica
Oscar Bazoberry Chali
Sociólogo, Coordinador general del IPDRS y
Profesor del posgrado del CIDES-UMSA.
Durante los años 2020 y 2021, desde el IPDRS tuvimos la oportunidad de realizar diversas investigaciones, publicaciones y documentales sobre las consecuencias del COVID-19 en Sudamérica, en Bolivia, y en especial, para la población, rural, campesina indígena y afrodescendiente.
Gracias a las alianzas con otras instituciones, a la participación de la población, familias valientes que ofrecen su testimonio, para mostrar las distintas situaciones desde la cuales han enfrentado un fenómeno nuevo y global, se ha podido recoger aprendizajes que nuestro afán es que no caigan a saco roto. Por cómo se presenta el año 2022, no se habrá superado ni la crisis sanitaria, ni las otras crisis acumuladas, ni las nuevas; aunque podría ser una oportunidad para múltiples transiciones.
- Los estudios sobre sistemas alimentarios, en un contexto de paralización del transporte y cierre de fronteras, mostraron la importancia de los sistemas locales, la fortaleza de la diversificación, de las redes de parentesco y la comunidad. Mostraron los riesgos que conllevan las estructuras de distribución y mercados urbanos, si no observan aspectos elementales como la disminución del desplazamiento, la disminución de las aglomeraciones, y la incongruencia entre el ordenamiento público y el bienestar de la población. En el campo, una presión muy grande por el incremento de población, las redes de reciprocidad, y el crecimiento del consumo de algunos productos específicos, que implicó la descapitalización de muchas familias y una presión mayor sobre la naturaleza (Bolivia en los tiempos de COVID-19: Adaptación de los sistemas agroalimentarios de la agricultura familiar, campesina y comunitaria, https://bit.ly/33rOEPZ)
- Los estudios sobre acceso a la tierra y la crisis sanitaria, dejaron constancia que en Sudamérica continuó la violencia y la presión sobre las tierras comunales, campesinas e indígenas, violencia ejercida tanto por sectores privados y públicos, desde la afectación física hasta la afectación a territorios. Al mismo tiempo, en todos los países se valoró la producción campesina, sistemas de solidaridad, y la flexibilización de normativas, que suelen ser obstáculos para la producción campesina, y el establecimiento de mercados itinerantes, medidas que disminuyeron el impacto de las crisis en los más pobres (Informe 2020: Acceso a la tierra y territorio en Sudamérica, https://bit.ly/3qz86mB)
- La democracia ha sido golpeada en sus múltiples formas. La gestión de los gobiernos ha descuidado la consulta y la información a la población, a título de crisis sanitaria y económica, se han ampliado competencias a los Estados y el control social se ha deteriorado. En las organizaciones sociales, de diversos niveles, han disminuido las prácticas de elección, renovación de liderazgos y las prácticas de transparencia.
- El protagonismo de las mujeres, la adaptación a situaciones de crisis, el cuidado de las familias, su participación en primera línea en el mercado, los riesgos asumidos; no tienen correlato con el incremento de la violencia contra ellas, las nuevas formas de desigualdad sobre las que apenas se pueden tener pautas (Historia de vida de Yesica Patiachi, https://bit.ly/3fuV0Rl)
- La población ha quedado golpeada en el ámbito económico y la educación formal de las niñas, niños y jóvenes. En todos los estudios realizados, esta preocupación es una constante. Los gastos de las familias destinados a la alimentación, a la tecnología de conectividad y equipos de comunicación, así como a la salud, se han incrementado notoriamente.
- Sobre los medios de información y comunicación, observamos grandes cambios. La población es más selectiva con la información que recibe, y en temas como el COVID-19 ha priorizado las fuentes oficiales, la televisión ha retomado protagonismos en los momentos más críticos. En tanto las redes sociales y los sistemas de mensajería, han permitido una comunicación más estrecha entre las familias, disminuyendo distancias y aislamiento que la población ha experimentado; y, a la vez, se han masificado como herramientas para el mercado. La prensa en papel prácticamente ha desaparecido (Bolivia, Covid-19 Cómo pasamos la pandemia y qué nos depara el futuro (Segunda versión), https://bit.ly/3fxROnU / Comunicación en tiempos del COVID-19, https://bit.ly/327GLP7)
- Los documentales y otros materiales producidos en los territorios nos muestran los innumerables ejemplos de autogobierno, protección, solidaridad; así como las normativas de aislamiento, compras compartidas, núcleos familiares de atención al estudio de la infancia, recaudación de fondos para la atención de los enfermos, establecimiento de puntos de venta y control comunitario, incluso la digna sepultura (Macharetí durante la pandemia – Documental, https://bit.ly/33NGVfe / IKOVE, Vivir (Santa Rosa- Huacaya), https://bit.ly/3A5eYeS)
- Las y los jóvenes, sobre los que las sociedades actuales descargan responsabilidades que no les corresponden, y que tampoco existen las suficientes condiciones para que los puedan asumir, presentan situaciones de duda y angustia, que es necesario comprender mejor. Solamente con sociedades más abiertas y menos diferenciadas a nivel global, será posible garantizar un futuro más digno y menos violento para la humanidad.
- Sobre la ejecución de proyectos sociales y económicos, recogimos información, y no encontramos un trabajo similar en el ámbito institucional, público y privado. Resulta importante destacar que, en la crisis sanitaria, el personal de proyectos también ha sido afectado, sus prioridades se modificaron, así como sus lugares de residencia, destrezas para la comunicación digital, necesidades económicas, entre otros. Si esto no se analiza y se toma en cuenta, lo más probable es que afecte a los objetivos y resultados de los proyectos (Estudio sobre estrategias de acción de las copartes Eclosio/UNI4COOP en contexto de emergencia sanitaria por el COVID-19: Alcances y perspectivas en la zona andina https://bit.ly/3qA7ld9)
- Nos preguntamos, si la introducción de nuevas herramientas globales, con importantes oportunidades como la circulación de la información y la interacción con experiencias de primer nivel, nos ha preparado para enfrentar la amenaza que conlleva la hegemonía de las multinacionales y multilaterales, tanto en las propias herramientas como en los enfoques y discursos. El predominio de la comunicación digital habría cambiado de “beneficiarios” y se están generando nuevas fuentes de desigualdad.
- Por último, hicimos un diagnóstico en Bolivia para explicarnos el origen de la postergación de la población a recibir la vacuna contra COVID-19, en un contexto en el que existe disponibilidad de ellas. La conclusión fue que, en general, la población viene enfrentando sus problemas de salud en el ámbito doméstico, con conocimientos y prácticas locales, conocen ampliamente las limitaciones del sistema de salud formal, los costos reales para las familias, y desconfían de todo lo que proviene de estas instancias; y, por lo tanto, la evitan (Bolivia, COVID-19 Vacunas, urgencia en sumar esfuerzos por la salud de la población, https://bit.ly/3KjwgcD)
Visto así el panorama para el 2022 y subsiguientes, el IPDRS reitera su compromiso con los temas más sensibles de la población rural, especialmente, campesinos, indígenas, afrodescendientes, mujeres y jóvenes. Se continuará denunciando las injusticias en torno a la tierra y otros recursos, promoviendo los sistemas comunitarios y colectivos de gestión de territorios, influyendo para la atención de los derechos indígenas y campesinos, identificando los obstáculos para el desarrollo rural integral y proponiendo alternativas.