Hace 43 días, se inició en Colombia una Cruzada Nacional Camionera para exigir al gobierno colombiano rebajas en los combustibles y en las tarifas de los peajes. Además demandan mejores fletes, seguridad en las vías y acceso a seguro social.
Para el gremio camionero, la medida se extendió más de un mes por la intención del Gobierno colombiano de dilatar la negociación. Con 43 días de huelga, la movilización se convirtió en la más larga de la historia del país.
Los gremialistas acusan al gobierno de Santos de intentar deslegitimar, violentar y usar algunos medios para desinformar su lucha.
Desde el gobierno, acusan a los huelguistas de intransigentes y de presionar a los conductores para que participen en la huelga. Por su parte, los camioneros denuncian abusos de la Fuerza Pública y detenciones arbitrarias.
Desde el comienzo de la huelga, los transportistas han exigido a las autoridades rebajas en los precios de los combustibles y las tarifas de los peajes, mejores fletes, seguridad en las vías para ejercer su oficio y acceso al seguro social. Ellos también protestan por la sobreoferta causada por la circulación de carros sin los permisos establecidos, algo que califican como una competencia desleal.
En respuesta al paro y las medidas tomadas por los camioneros, el presidente Juan Manuel Santos puso en vigor un grupo de medidas como el decomiso de los vehículos empleados para obstruir el tráfico, la suspensión de licencias de circulación y la imposición de multas supuestamente como mecanismos para disminuir los efectos del cese de actividades de los transportistas de carga.
Santos ha calificado a los camioneros de intransigentes. El gremio, por su parte, sostiene que el Ejecutivo solo busca dilatar la negociación. También rechazan las acusaciones sobre supuestas presiones a los conductores para que participen en la huelga. Los profesionales del volante también denuncian los excesos de la Fuerza Pública y detenciones arbitrarias.
Fotografía: Las 2 orillas
Texto: Diario Carlos Paz / Telesur