El 44,7 % del campo es pobre, y el Gobierno decidió recortar el presupuesto para el agro en un 48 %. El Censo Nacional Agropecuario se desarrolla para conocer como está el estado del campo actualmente en todo el territorio nacional, para ello se realiza una investigación por medio de métodos estadísticos, con el fin de conocer como es la vida en el campo, cuáles son sus problemáticas, para que una vez se realice el estudio, con la información obtenida se dé inicio a la elaboración de políticas públicas que contribuyan al desarrollo rural.
Para el movimiento agrario Dignidad Agropecuaria “además de la inequidad en la propiedad rural, los tres Censos también denotan el atraso del campo (…) los recientes datos confirman que el agro colombiano no está en las mejores condiciones y que su desatención viene de atrás”.
La tierra más productiva no está en manos de los campesinos y de los agricultores, sino en manos del sector inmobiliario como lo denunció el Senador Robledo “Colombia tiene el peor modelo agrario del mundo, dado que el 70% de las tierras con potencialidad agrícola -sin contar la altillanura- no se destina a la producción sino a la especulación inmobiliaria, como lotes de engorde”.
En este Censo también se refleja la diferencia de la calidad de vida de las grandes urbes y las áreas rurales, en donde el DANE afirma que el 44,7 % del campo se encuentra en la pobreza, siendo los agricultores, campesinos medianos y pequeños los más afectados. Adicional a lo anterior, ahora el gobierno Santos decidió recortar el presupuesto para la cartera del agro en un 48 % para el próximo año.
El Ministro de Agricultura Aurelio Iragorri reconoce que “el país tiene abandonada la política de seguridad alimentaria, eso quiere decir que hoy somos básicamente dependientes, en elementos muy importantes de la canasta familiar, de productos importados”.
En materia del uso del suelo “el censo confirma, además, que el país destina grandes extensiones a la ganadería y mucho menos a la agricultura. Del total del área, el 80,4 % se dedica a pastos, mientras que el 19,1 % a siembras”. Para hablar de lo que piensan los agricultores y campesinos sobre el Censo Nacional Agropecuario, dialogué con el ingeniero agrónomo y Vocero Nacional de Dignidad Agropecuaria César Pachón.
Al preguntarle sobre su opinión acerca de la elaboración del CNA luego de 45 años, Pachón aseguró que “no se debe hacer un Censo cada 45 años, pues Colombia ya se encuentra en el mundo de la tecnología, a través del Ministerio de las TIC se pudo hacer un Censo Nacional Agropecuario de la mano del Ministerio de Agricultura, para prevenir la crisis actual que vive el sector agropecuario, y evitar la situación de pobreza que tenemos hoy en día los agricultores y campesinos”.
Sobre la veracidad de los datos que el DANE expone en el CNA, César Pachón manifiesta que “es válido que se realice el Censo, pero hay que tener en cuenta que estas cifras cambian con el pasar de los meses, hay que revisar bajo que métodos de estudio e investigación se llevó a cabo el Censo para considerar por qué si o por qué no se clasifican a los agricultores y campesinos pobres o no, bajo que parámetros.
“La pobreza en el campo es tres veces mayor que en las urbes, hay que revisar bien el IPM (índice de pobreza multidimensional), pues 44,7% es una cifra que no refleja en su totalidad la pobreza que hay en el campo”.
Al preguntarle sobre el por qué y el origen de la pobreza en el sector agrario Pachón plantea que “la pobreza del sector rural es derivada de las acciones políticas de los últimos gobiernos, no hay condiciones para trabajar, y esas condiciones no se dan porque las políticas que han contribuido a la quiebra del agro, las han elaborado los mismos gobiernos y politiqueros de los últimos 20 años”.
Ningún gobierno de los últimos 20 años puede decir que ha realizado buenas políticas y ha tomado buenas decisiones en pro del desarrollo del campo, y esto lo reafirma Pachón, quien plantea que “en el gobierno de César Gaviria con la apertura económica se acabó la producción de cereales, la cebada y el trigo, y desde allí se perdió la soberanía alimentaria, para el caso de Andrés Pastrana en su gobierno se eliminó la caja agraria, el cual fue un instituto para el fomento agropecuario, por parte del gobierno de Álvaro Uribe, este acabó el mercado con Venezuela, el cual era clave para el comercio de los agricultores y campesinos, pues Venezuela era uno de los países que más nos compraba nuestros productos. Adicional a la eliminación de este mercado, Uribe fue quien negoció los principales tratados de libre comercio, dejándole lista la firma de uno de ellos a Juan Manuel Santos, el del TLC con Estados Unidos, tal vez, este es el que más daño en poco tiempo le ha hecho al agro colombiano, sin hablar de la inversión extranjera, la cual elimina la posibilidad para que los campesinos seamos los dueños de la tierra, y los empresarios agrarios, convirtiéndonos en obreros del campo”.
Pachón plantea que en materia política “los partidos tradicionales han legislado en contra del desarrollo del agro. Y que son todos los factores anteriormente mencionados los que han generado la pobreza en el campo. Siendo las malas decisiones políticas y las erróneas políticas para el agro las causantes del desplazamiento y la guerra en el campo”.
En conclusión, este CNA refleja cómo el sector agropecuario colombiano se encuentra en crisis, en donde los más afectados son los agricultores y campesinos, quienes trabajan la tierra día a día, y viven del sustento de ella. Esta crisis se origina gracias a las frustradas políticas públicas agropecuarias y a las clases políticas, que funcionan para las multinacionales y las potencias mundiales, desprotegiendo a los colombianos y beneficiando al monopolio agrícola que quieren establecer en el mundo transnacionales como MONSANTO.