Según un nuevo estudio publicado en la revista científica The Lancet, las arterias de la tribu tsimané, una comunidad indígena que vive en la Amazonia boliviana, son las más sanas del mundo.
En la tribu se calculan unas 16.000 personas que están distribuidas en cientos de aldeas a lo largo de las cuencas del Maniqui y el Quiquibey, afluentes del Amazonas. Aunque utilicen ropa y herramientas occidentales, se caracterizan por tener un estilo seminómada, vivir de una economía comunitaria de subsistencia y ser cazadores y pescadores.
Para realizar la investigación, los expertos estadounidenses visitaron 85 aldeas tsimané entre 2014 y 2015. En total, estudiaron a 705 adultos entre los 40 y 94 años. Durante el análisis, los expertos se sorprendieron al comprobar que los tsimané adultos carecen del endurecimiento de las arterias, una afección que es inevitable con la edad en otras sociedades.
De hecho, lo sorprendente de estos resultados es que contrastan con una tendencia mundial, pues según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Al año fallecen 18 millones de personas por esta causa.
El proceso para estudiar la salud vascular de esta tribu consistió en una prueba de escáner tipo TAC (tomografía axial computarizada) en la que los cardiólogos analizaron la presión sanguínea, ritmo cardiaco, colesterol y nivel de glucosa de la tribu.
Como le dijo el cardiólogo Chris Rowan a la BBC, uno de los investigadores encargados del estudio, “tienen menos aterosclerosis que las mujeres y hombres japoneses que siguen una dieta extremadamente baja en grasas”, dijo. “Su edad vascular general es al menos una década más joven que la media de cualquier otra población del mundo”, añadió a ese medio.
De ahí que, un tsimané de 80 años tenga la misma edad vascular que un estadounidense de 55. Otros datos claves del estudio arrojaron que el 85% de los adultos observados no tenían riesgo de cardiopatías. Los mayores de 40 años registran hasta cinco veces menos calcificación que la observada en personas occidentales de la misma edad. Solo el 13% tenía bajas concentraciones de calcio y el 3% mostraron un riesgo leve de presentar este tipo de problemas.
El secreto para evitar los ataques cardiacos a lo largo de su vida es envidiable. De acuerdo con las observaciones, los tsimané solo están inactivos el 10% del tiempo que pasan despiertos. Los hombres, por ejemplo, son físicamente activos durante 6 o 7 horas al día, mientras que las mujeres lo son de 4 a 6. Esa actividad física corresponde a la caza, la pesca y la agricultura.
Si se mide en pasos diarios el ejercicio que hace la tribu diariamente, se contarían unos 17.500 para los hombres y unos 15.500 en mujeres. “Algunas personas tienen pulseras inteligentes y aspiran a dar de 5.000 a 10.000 pasos al día”, recordó el médico Rowan.
Por otro lado, su dieta es muy baja en grasas, ya que únicamente el 14 % de sus comidas son grasa y en ningún caso son grasas trans. En cambio, el 72 % de lo que comen son carbohidratos no procesados y ricos en fibra como arroz, plátano o banano, maíz, yuca o mandioca, frutas y nueces. Las proteínas las obtienen de la caza y la pesca, y aunque algunos confesaron fumar, un paquete les puede durar hasta un año.
A pesar de excelente salud de los tsimané, los expertos observaron que sus niveles de colesterol han aumentado en los últimos cinco años. Esto se lo atribuyen a cambios en su estilo de vida como la llegada de nuevas carreteras y uso de canoas motorizadas que les permiten acceder al mercado local para comprar azúcar, harina y aceite para freír.
El resultado es que “tienen que remar menos, así que son físicamente un poco menos activos, y además tienen acceso a productos del mercado que antes eran inaccesibles", le dijo a la BBC Chris Rowan.
Fuente original: El Espectador