Esta tarde el Pueblo Guarani de Bolivia fue nuevamente agredido por el Gobierno con la brutal represión efectuada por la policía en contra de nuestros hermanos y hermanas que se encontraban en bloqueo de la carretera Santa Cruz – Camiri cerca de la comunidad de Yateirenda, exigiendo la realización de la consulta previa sobre nuevos proyectos de exploración de hidrocarburos en la TCO Takovo Mora. Cabe recordar que, la movilización se generó también por la determinación de la última Asamblea Nacional para rechazar y exigir la anulación de los decretos supremos promulgados por el Gobierno, que vulneran nuestros derechos indígenas consagrados en la CPE.
Este hecho nos recuerda la violenta intervención que se hizo sobre la IX Marcha en defensa del TIPNIS y confirma la vocación autoritaria del Gobierno de don Evo Morales para imponer su política extractivista, aún en contra de los derechos de los pueblos indígenas y de la Madre Tierra, que él mismo dice defender en sus discursos ante la palestra internacional. Que otra prueba más se puede presentar para demostrar el atropello a nuestros derechos fundamentales y a nuestras comunidades e incluso a nuestros humildes hogares, que la forma en como los policías, más parecidos a unos mercenarios, trataron de capturar a nuestros mburuvichas, la violencia con la que ingresaron a las viviendas y la tortura sobre algunos dirigentes detenidos??? Estas acciones nos hacen pensar más en un régimen dictatorial que en un Estado Plurinacional en donde pensábamos que habíamos avanzado en la democracia, la descolonización y la igualdad de derechos.
El gobierno dice que somos un obstáculo al desarrollo, que retrasamos la industrialización y que solo queremos dinero a cambio de autorizar la explotación de los recursos naturales que están en nuestros territorios. Ante estas acusaciones infundadas y abusivas reafirmamos que, no estamos en contra del desarrollo y bienestar del conjunto de la población boliviana, pero no creemos que la explotación desmedida de nuestros recursos naturales sea la única forma de hacerlo, más todavía si solo sirve para exportar materia prima para beneficiar a los países vecinos sin que nuestras comunidades tengan mínimamente garantizadas unas condiciones de vida digna, como ocurre todavía en la actualidad.
Todos los días vemos cómo sale la riqueza de nuestro territorio y cómo nos quedamos peor que antes, porque además tenemos que soportar los impactos sociales, ambientales y culturales negativos que dejan las empresas en nuestras comunidades. Las compensaciones que en algunos casos fueron logradas gracias a la presión social y el ejercicio de nuestros derechos conquistados, son apenas una pequeña reparación del daño que sufrimos y no alcanza de ninguna manera para mejorar de forma permanente nuestra situación de vida, debido a que la deuda histórica del Estado boliviano con nuestros pueblos es grande y en algunos casos impagable. Hay elementos de la Madre Tierra, de nuestro territorio, la cultura yñandereko de nuestro pueblo, que se están perdiendo y que no pueden ser compensadas con dinero, porque simplemente su valor es incalculable.
Ahora que reclamamos los derechos que tanto sacrificio y lucha le costaron a los movimientos sociales, que el mismo presidente encabezó en un momento de la historia, así como al pueblo boliviano en conjunto, nos acusan de ser operadores de los intereses extranjeros y de tener afanes conspiradores; preguntamos: acaso exigir que se cumpla la ley y que se haga justicia no es defender a la Patria? Más bien deberíamos cuestionar al Gobierno si está siendo responsable al acelerar la destrucción de nuestro patrimonio natural, la explotación insostenible de los recursos no renovables para la exportación de materia prima, la ampliación de la frontera agrícola para la agroindustria de monocultivos transgénicos y la desaparición de la riqueza cultural con el despojo de nuestros territorios; a cambio de dinero que no se invierte efectivamente en mejorar las condiciones de vida de los más necesitados y sirve para engordar bolsillos de ciertos grupos de poder que ahora dicen defender el ‘’proceso de cambio” cuando en el pasado reciente, eran su más acérrimos enemigos. Necesitamos más inversión en salud, en educación, en vivienda y en producción, no solo en infraestructura que da lugar a corrupción, o en bonos sociales que son apenas un paño frío para problemas más grandes.
Hemos confiado en la capacidad de liderazgo del Presidente Evo para este momento histórico y hemos apoyado al Gobierno en los momentos más difíciles, pero ahora nos sentimos perseguidos por el mismo y tratados como si no fuéramos bolivianos. Tenemos derecho a reclamar y a ejercer presión para que se cumplan nuestros derechos, acaso no fue esta la forma en cómo se consiguieron los cambios en la CPE hace apenas algunos años atrás?
Vamos a seguir de pie como kereimba, con orgullo y dignidad en honor a la memoria de nuestros antepasados; continuaremos en estado de emergencia y movilización, porque no tenemos otra opción ante la represión y el atropello, pero seremos los primeros en asistir a la convocatoria de un diálogo abierto y sincero que busque soluciones de fondo y definitivas a los conflictos y problemas que planteamos. En caso de que no exista una respuesta favorable por parte del Gobierno y la liberación de nuestros dirigentes detenidos, nos veremos obligados a realizar nuevas medidas de presión y a accionar todos los mecanismos de defensa de nuestros derechos ante instancias nacionales e internacionales.
Anochecer del 18 de agosto del 2015; TCO Takovo Mora, Territorio de la Nación Guarani de Bolivia.