Exigen apoyo del gobierno de Jair Bolsonaro para contrarrestar avance del COVID-19 que, según cifras locales, afecta a más de 26 mil indígenas.
Cerca de un centenar de indígenas brasileños retomó el bloqueo de una importante autovía de este país, aunque esta vez, prometieron que será de manera “indefinida”.
Miembros del pueblo kayapó mekranoti permanecen, desde el lunes 17 de agosto, en la carretera BR-163, que atraviesa la amazonía brasileña, a la altura del pueblo Novo Progresso, en el norte del país.
Aunque momentáneamente liberaron el pase, este jueves los indígenas retomaron el bloqueo para exigir que el gobierno de Jair Bolsonaro, destine fondos que ayuden a combatir el avance del COVID-19 en sus territorios.
Motivos de protesta
Armados con palos y flechas, los indígenas llegaron el lunes 17 de agosto hasta la carretera BR-163, principal arteria de distribución de la cosecha agrícola proveniente del centro del país.
Allí, los kayapó mekranoti, un subgrupo de la etnia Kayapó, levantó dos barricadas con neumáticos y maderas sobre el asfalto para bloquear la carretera.
El cacique Beppronti Mekragnotire, aseguró, a través de su portavoz e intérprete Doto Takak-ire, que la protesta se daba principalmente por la falta de apoyo estatal a los indígenas en medio de la pandemia.
“Cada día que pasa, esa enfermedad está aumentando, por eso hacemos este movimiento, para que el gobierno mire a los indígenas, no solo a nosotros, sino de Brasil entero”, dijo el cacique en diálogo con la agencia AFP.
Los kayapó mekranoti habitan las reservas de Baú y Menkragnoti, que juntas ocupan 6,5 millones de hectáreas, una superficie un poco mayor que la de un país como Croacia.
Según datos de la ONG Kabú, de los 1.600 habitantes que integran las doce aldeas en sus dos reservas, cuatro han muerto por el virus y hay unos 400 infectados.
Asimismo, indican que los primeros contagios se dieron por el contacto de indígenas con poblaciones urbanas y por la presencia de mineros ilegales en sus reservas.
Minería y deforestación
Además de la ayuda para hacerle frente al COVID-19, los indígenas brasileños exigen mayores compensaciones por los daños ambientales causados por la carretera BR-163 en sus territorios.
Esta carretera de más de 4.500 km fue construida en los años 70 durante la dictadura militar (1964-1985) y terminada de asfaltar este año.
También piden ayuda para combatir la minería ilegal y la deforestación que ha golpeado con fuerza a los pueblos indígenas amazónicos de este país.
Precisamente, en junio, los indígenas de Brasil sufrieron la pérdida del cacique Paulinho Paiakan, recordado por ser uno de los íconos en la defensa del territorio de la tribu Kayapó, interponiéndose ante el avance de mineros y madereros.
El cacique brasileño, Paulinho Paiakan, falleció el pasado 17 de junio / Foto: El Espectador
Denuncian abandono
Brasil, que posee 212 millones de habitantes (900.000 de ellos pertenecientes a los pueblos originarios), es el segundo país más afectado por la pandemia, con más de 107.000 muertos.
Según la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), más de 26.000 indígenas de este país han sido contagiados por el virus y otros 690 han muerto por esta causa.
La APIB es también la organización indígena que, recientemente, acusó al gobierno de Jair Bolsonaro de omisión frente a la pandemia.
En cuanto a la protesta, hasta el momento se sabe que una jueza federal ha ordenado a los manifestantes retirarse, argumentando que la acción acarrea un daño económico.
El jueves 21 de agosto, un pedido de apelación fue rechazado y la jueza ordenó a la policía federal desalojar a los manifestantes si no acataban la decisión.
Los kayapó mekranoti han advertido que esto podría derivar en hechos de violencia, según recoge la AFP.
“No queremos pelear. Pero no aceptaremos que el ejército o la policía venga a retirarnos a la fuerza. Si eso ocurre habrá derramamiento de sangre”, dijeron en una carta.
La misiva fue dirigida a la Fundación Nacional del Indio (Funai), órgano gubernamental para los asuntos indígenas, que días antes les había enviado otra carta rechazando algunas de sus demandas.
"Nos vamos a quedar aquí hasta que el gobierno envíe sus representantes a hablar con nosotros”, dijo a la AFP Mudjere Kayapo, uno de los líderes de la protesta.