Pese a ser el promotor y redactor del documento, Chile se resiste a ratificar el Acuerdo de Escazú bajo la administración de Sebastián Piñera. De igual manera, Jair Bolsonaro y Iván Duque, en Brasil y Colombia respectivamente, ignoran este tratado en su agenda. En Ecuador y Argentina el confinamiento frenó la discusión parlamentaria de este acuerdo y en México la Secretaría de Hacienda se resiste a estampar su firma. ¿Saldrá adelante este acuerdo ambiental?
Por José Díaz
En los últimos días el Acuerdo de Escazú se ha convertido en un tema de debate en la escena pública peruana debido a que un sector de la derecha y del empresariado, acusa a este tratado de políticas ambientales de lesionar la legislación nacional. Sin embargo, el Perú no es el único país de América Latina donde la ratificación de este documento se ha puesto en tela de juicio. ¿Cómo está la situación en la región?
El caso más problemático es el de Chile. Bajo la administración de Michelle Bachelet este país fue uno de los principales promotores de la redacción y adscripción al Acuerdo de Escazú, allá por 2015. Con el cambio de administración hacia el derechista de Sebastián Piñera, Chile se ha resistido a firmar el Acuerdo de Escazú desde el 2018.
El pretexto dado por Sebastián Piñera es que el acceso a la información que implica este acuerdo vulnera la autonomía legal de su país. Las críticas no han cesado contra él, quien se resistió incluso a firmar el tratado en los meses previos a que Chile organizara la Conferencia de las Partes para el Cambio Climático (COP25) a fines del 2019, algo que terminó desarrollándose en Madrid.
En Colombia la situación es más o menos similar. El presidente Iván Duque, un político de derecha y aliado regional de Donald Trump, ha ignorado el Acuerdo de Escazú de su agenda, imbuido en la lucha contra la pandemia del coronavirus. Sin embargo, el reciente asesinato de líderes indígenas y activistas ambientales ha traído el tema a la mesa nuevamente.
Este fin de semana el procurador general de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, envió una carta al presidente de Colombia exhortándolo a firmar el Acuerdo de Escazú, como una forma de entregar protección legal a los defensores ambientales en su país.
Resistencia y suspensión
Las medidas de restricción social impuestos en varios países de América Latina, donde además el índice de contagios se encuentra en alza, ha interrumpido el trámite de la aprobación de Acuerdo de Escazú en algunos países. Por ejemplo, en Argentina y Ecuador no existe una resistencia política a ratificar esta medida, pero se encuentra pendiente de debate en sus respectivos parlamentos, donde las sesiones se han interrumpido desde el inicio del confinamiento en marzo.
En México la incertidumbre es mayor el proyecto legislativo para aprobar la ratificación aún no llega a su parlamento, pese a aparentemente contar con el aval del presidente Andrés M. López Obrador. Según informó hace unos días el medio Mongabay, el flujo de este documento se encontraría estancado en la Secretaría de Hacienda que no ha brindado mayores explicaciones hasta el momento.
En Brasil, el tema se encuentra deliberadamente estancada por un presidente que no cree en la necesidad de fortalecer las políticas ambientales en su país. Aunque fue firmado inicialmente bajo la administración de Michel Temer, el gobierno de Jair Bolsonaro no solo ha ignorado la firma de este tratado, sino que ha promovido el crecimiento de las actividades extractivas en una de las zonas a las que este acuerdo esta supuesto de proteger: la Amazonía.