Por Nidia Quintero*
Hablar del feminismo en Colombia es un desafío que hemos enfrentado las mujeres, particularmente en las dos últimas décadas ya que es el resultado de las luchas históricas. Conquistar el reconocimiento por el aporte que históricamente hemos hecho para el desarrollo de las sociedades nos llevó a enfrentar contextos sociales, económicos, políticos y culturales profundamente agresivos que han causado daños y afectaciones a la vida física y psicológica de las mujeres y sus familias.
En Colombia, y especialmente entre los campesinos en las zonas rurales en las cuales Fensuagro desarrolla su tarea organizativa, le hemos apostado al feminismo campesino. Este involucra el trabajo por la defensa de la vida, la tierra y el territorio libre de violencias y con garantías económicas y sociales para los liderazgos femeninos. Proponemos superar la violencia excluyente del patriarcado económico y cultural, y empoderar a las mujeres campesinas de sus capacidades y conocimientos para convertirlas en esa fuerza transformadora que aporta de manera efectiva y propositiva en la construcción de culturas respetuosas. Que reconozcan a todos los integrantes de las familias, entornos comunitarios y territoriales como sujetos políticos de derechos, con igualdad de capacidades y posibilidades para que conjuntamente construyan estructuras organizativas y políticas desde la base social que transformen el papel de las mujeres y niñas en el entorno que habitan.
¿En qué momento Fensuagro asume una línea de trabajo sobre el feminismo campesino y popular y qué dio origen a esa decisión? Esto sucedió en 2006, en el VIII Congreso de la Federación, al crearse el sistema de educación y formación campesina permanente, que incluyó unas escuelas con acompañamiento internacional y nacional. En ese momento llegaron compañeros y compañeras de la Vía Campesina que nos dieron a conocer el feminismo y sus diferentes corrientes. En Fensuagro, Cuando empezamos a conocer en profundidad sobre esto, decidimos que era bueno para las organizaciones y los territorios implementar las ideas del feminismo.
Teníamos en cuenta la cultura patriarcal y machista que siempre ha existido, y que esta se puede acabar cuando haya conciencia de respeto y reconocimiento por el otro y por la otra, así que nuestra apuesta era por un proceso de formación y sensibilización que nos debía llevar a estas transformaciones necesarias. Adoptamos entonces el feminismo campesino para conservar nuestra identidad cultural, incluyendo la unidad, la vida en familia y la vida comunitaria que la identidad y cultura campesina representan. Desde entonces Empezamos a trabajar esto en todas nuestras escuelas y se convierte en un componente fundamental de Fensuagro, y las mujeres fensuagristas seguiremos en la tarea de empoderarnos con los elementos de los acuerdos para la construcción de la paz, siguiendo la ruta que trazaron esas mujeres visionarias de una sociedad justa con equidad e igualdad para todos y todas.
En este trabajo ha habido también retos. Hoy para Fensuagro y para el feminismo campesino la prioridad es aprovechar el Acuerdo de Paz firmado entre el Gobierno y las Farc, teniendo que allí está el reconocimiento de la participación de las mujeres, de la victimización que han sufrido, y las reconoce como transformadoras de la sociedad machista y patriarcal que nos ha sometido. Por eso, la apuesta de Fensuagro es seguir promoviendo desde el feminismo campesino la implementación del Acuerdo de Paz.
* Secretaria general de Fensuagro.