(Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en Brasil).- Dentro del proceso de escucha, que se está llevando a cabo en todo el territorio Panamazónico, la diócesis de Roraima ha celebrado los días 3 y 4 de noviembre su asamblea pre-sinodal, donde se han hecho presentes unas ciento cincuenta personas, laicos y laicas, junto con los misioneros y misioneras que actúan en todas las parroquias, encabezados por el obispo diocesano, Monseñor Mario Antonio da Silva. La asamblea, como señala Márcia de Oliveira, asesora del Sínodo de la Amazonía, ha servido para compartir todo lo que fue recogido en los diferentes encuentros llevados a cabo en las más variadas realidades.
Lo más importante de este proceso es, según la asesora sinodal, que se han hecho presentes los clamores, las esperanzas y los sueños del Pueblo de Dios en esta región. Así mismo destaca la expresiva participación de los pueblos indígenas. Ellos han presentado sus luchas y grandes desafíos que ofrece la actual coyuntura política. Junto con los indígenas, el hermano Marista Danilo Bezerra, resalta la presencia de trabajadores rurales y de migrantes. No podemos olvidar que Roraima es la principal puerta de entrada de inmigrantes venezolanos en Brasil, lo que ha provocado conflictos en los últimos tiempos.
Para el obispo diocesano, la asamblea debe ser expresión de los clamores que salen de las bases, para así poder construir una Iglesia con rostro amazónico y defender y promover la Vida, siguiendo el deseo del Papa Francisco.
Roraima es una región donde el futuro presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha obtenido un alto porcentaje de votos, amenazando con la invasión de tierras indígenas, en favor de los grandes terratenientes. Estos indígenas han hecho una llamada a la Iglesia para que continúe firme en el apoyo a sus luchas en favor de la vida, de los territorios y de los derechos de todos los pueblos de la región.
La realidad y sus desafíos han sido punto de partida para lanzar propuestas de cara al Sínodo de la Amazonía. En ese sentido, Márcia de Oliveira reconoce que una cuestión pertinente ha sido el reposicionamiento de la Iglesia en defensa de los territorios, de la demarcación de las tierras indígenas y en la defensa de los inmigrantes. Junto con eso, en relación con el desafío de la ecología integral, es necesario reconocer las experiencias concretas que hacen ver que eso es algo posible en la región.
Es tiempo de levantar la identidad de los rostros de los pueblos de la Amazonía dentro de la Iglesia de la región. Como señala Danilo Bezerra, es tiempo de escuchar y preguntarse sobre cuál es el tipo de Iglesia que queremos aquí en la Amazonía, una Iglesia indígena, ribereña y también de pequeños agricultores. El hermano Marista destaca la belleza del proceso y la fuerza de los gritos y clamores escuchados en la asamblea. Todo ello desde el método ver, discernir y actuar, presente en el desarrollo de todo el proceso sinodal, que en la diócesis de Roraima tiene como objetivo final generar compromisos, tanto a nivel local, como también propuestas para el Sínodo y la Panamazonía.