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En tiempos en que muchos gobiernos salen al rescate de entidades financieras y generan grandes paquetes de ayudas para enfrentar la crisis financiera global, bien podría decirse que ayer el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés) salió al "rescate" del maíz, producto que acumulaba siete ruedas de negocios seguidas con resultado negativo y una pérdida cercana al 10 por ciento. Las cifras de ese "rescate" no se expresaron en dólares, sino en hectáreas y en toneladas.

A contramano de lo que preveía el mercado, el USDA calculó las existencias estadounidenses de maíz al 1º de junio en 109,48 millones de toneladas, muy por debajo de los 117,17 millones estimados por los operadores y de los 195,33 millones relevados al 1º de marzo. De igual modo, el organismo reportó la superficie sembrada con el grano grueso en 35,60 millones de hectáreas, por debajo de los 35,96 millones proyectados en marzo pasado y de los 36,17 millones ponderados por los especialistas privados.

Y el mercado tuvo una rápida reacción frente al estímulo aportado por el USDA. El maíz, es decir, el producto apuntado para el "rescate", recuperó en una sola jornada un 9% de su valor. Las pizarras de la Bolsa de Chicago mostraron subas de 11,51 y de 11,62 dólares por tonelada sobre los contratos julio y septiembre, cuyos ajustes resultaron de 139,46 y de 142,81 dólares por tonelada.

Pozo vacante

"Este tren no lo veía venir nadie. Quien apostó a lo que hoy (por ayer) sucedió se llevo la apuesta en grande y debe estar cobrando un cheque enorme. Pero esto era como apostar por Corea del Norte como campeón antes del Mundial", dijo a LA NACION desde Chicago Antonio Ochoa, operador de la firma corredora estadounidense R.J. O´Brien.

El especialista señaló que lo destacable de la situación vivida ayer es que "no hay explicación". Y añadió: "Este es el tercer trimestre del año agrícola (octubre/septiembre) y es en este trimestre que el USDA viene a reportar un incremento brutal de la utilización del cereal como alimento balanceado. Hay quien dice que esto se justifica en el bajo peso específico del maíz (uno de los indicadores que hacen a la calidad del grano) y que por ello se requiere un mayor grado de utilización en las raciones. Sin embargo, esto es así desde el inicio del año, por lo que revelar este dato ahora, después de 6 meses, es difícil de entender. Hay también quien opina que el USDA omitió contabilizar los inventarios de maíz en plantas nuevas de etanol. Pero esto tampoco es posible, pues las plantas no se construyeron en este trimestre. El caso es que no importa qué le contrapongas a lo inexplicable, todo debe quedar como acto de fe, pues no se encuentra el eslabón perdido".

Y con un toque de ironía Ochoa concluyó: "Hoy aprendimos que las vacas, los cerdos y los pollos, entre otras criaturas, consumen mucho más maíz en el tercer trimestre agrícola".

Ahora, si bien los datos aportados ayer por el USDA resultaron notablemente alcistas, cabe recordar que el clima continúa favoreciendo el desarrollo de los cultivos estadounidenses, que se encaminan a dejar una cosecha récord, con todo el potencial bajista que ello implica. En opinión de los especialistas, durante las próximas semanas habrá una elevada volatilidad en el mercado, razón por la cual renovaron la recomendación de actuar con cautela y tomar las posibilidades que la plaza brinde a diario para minimizar riesgos y capturar precios.

En el mercado local también se reflejaron las subas externas. Los exportadores pagaron US$ 127 por tonelada de maíz en Bahía Blanca y US$ 123 en San Martín, Arroyo Seco y en Necochea, 7 y 5 dólares por encima de los valores propuestos el martes, respectivamente.

Además hubo muchos interesados en concretar operaciones en pesos, que ofrecieron $ 480 por tonelada del maíz en San Lorenzo, Punta Alvear, General Lagos, San Martín y en Timbúes. El valor propuesto por la demanda quedó por encima del FAS teórico fijado por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (Magyp), de $ 463. Sin embargo, este súbito interés de los compradores tuvo por objetivo principal adelantarse a la segura suba de dicho indicador para los negocios de hoy. Y, de hecho, lo lograron, dado que al final de la tarde, el Magyp elevó el FAS hasta los 487 pesos. Hay que añadir que según la Bolsa de Comercio de Rosario se hicieron ventas por 50.000 toneladas de maíz, contra las 4000 t de anteayer.

Soja y trigo

La soja argentina también cerró en alza, pese a que en Chicago los precios evidenciaron altibajos. Por tonelada de la oleaginosa las fábricas pagaron $ 900 en Timbúes, General Lagos, San Lorenzo, Arroyo Seco y en Ricardone, $ 20 más que anteayer. Los exportadores llegaron a ofrecer hasta $ 910 en Bahía Blanca. Sin cambios quedó la soja nueva, que se cotizó a US$ 220 en San Martín y en Bahía Blanca, y a US$ 215 en Necochea.

Acerca del trigo, los exportadores volvieron a pagar $ 634 en Bahía Blanca y en Necochea, mientras que los molinos ofrecieron de $ 590 a 780. El trigo nuevo osciló de US$ 130 a 132.