El Comité de Seguridad Alimentaria (CSA), impulsado por la ONU como la plataforma mundial más importante en la lucha contra el hambre, celebra desde hoy hasta el próximo sábado (Día Mundial de la Alimentación) su reunión anual con el fin de debatir sobre la volatilidad de los precios de los alimentos en los mercados de productos básicos y estudiar una regulación de la apropiación de tierras a gran escala.
Esta reunión, que tiene lugar en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en Roma (Italia), se produce pocos días después de que este organismo de la ONU haya dado a conocer en un informe que alrededor de 925 millones de personas pasan hambre en el mundo.
El CSA fue reformado a finales del año pasado con el fin de que sea la mayor plataforma mundial en la lucha contra el hambre. Entre sus miembros están las tres agencias de la ONU dedicadas a la seguridad alimentaria: la FAO, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
Además, el CSA incluye a la sociedad civil y a ONG, especialmente las que representan a pequeños agricultores, pescadores, ganaderos, campesinos, población urbana pobre, trabajadores del sector agrícola y alimentario, mujeres, jóvenes y población indígena. Entre sus miembros también están el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI), bancos regionales de desarrollo y la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El director general de la FAO, Jacques Diouf, dijo en el discurso inaugural de la reunión del CSA que "los problemas globales (como el hambre) necesitan tanto soluciones globales como locales. El renovado CSA constituye la plataforma necesaria para debatir los complejos problemas del mundo y alcanzar soluciones consensuadas".
"Esta semana marca el lanzamiento de un esfuerzo coordinado estratégicamente a nivel mundial para hacer uso de las fuerzas combinadas de todas las partes implicadas en la lucha contra el hambre en el mundo", aseguró la directora ejecutiva del PMA, Josette Sheeran.
Por su parte, la vicepresidenta del FIDA, Yukiko Omura, subrayó que "invertir en los pequeños campesinos, mejorar su acceso a la tierra, a la tecnología apropiada, a servicios financieros y a los mercados y responder a sus demás necesidades es la forma más eficaz de generar un amplio movimiento para salir del hambre y la pobreza".
El relator especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, Olivier de Schutter, destacó que la reunión de esta semana intentará alcanzar "un consenso internacional sobre cuestiones tan delicadas como la apropiación de tierras o la especulación de los productos básicos agrícolas".
De Schutter defendió que los pequeños agricultores independientes puedan utilizar las tierras sin utilizar antes de que éstas sean objeto de una apropiación a gran escala, al tiempo que responsabilizó a los mercados financieros del aumento de los precios básicos de los alimentos.