Es la conclusión de un informe británico que apuesta por sistemas de transporte bajos en carbono o una agricultura que no abuse de los fertilizantes.
El cambio climático dará al traste con años de trabajo para reducir la pobreza en los países en vías de desarrollo si no se toman medidas urgentes y decisivas, advierte el ministro para el Desarrollo Internacional del Reino Unido, Stephen O'Brien.
Un estudio, elaborado por expertos de la organización británica Forum for the Future con apoyo del Ministerio de Desarrollo Internacional, analiza cómo transformará el cambio climático las economías de los estados pobres en los veinte próximos años.
Se plantean cuatro posibles escenarios: el primero muestra un mundo en el que la mayoría de estos países se han desarrollado rápidamente mediante a un proceso de industrialización muy contaminante. Un segundo escenario pone a estos estados a la cabeza de la economía de bajo carbono, desempeñando un papel creciente en la economía mundial. Como tercer escenario se plantea una estampa en la que los estados con menos ingresos se sienten cada vez más abandonados por una comunidad internacional preocupada sólo por los altos precios del petróleo, el estancamiento económico y la posibilidad de conflictos. En el último escenario la gente entiende que las economías se basan en el acceso a los recursos naturales y el cambio climático se ve como el mayor problema en materia de recursos.
Agricultura y transporte sostenible
Las inversiones tanto en energías renovables como en eficiencia energética pueden aumentar la seguridad energética, sostiene el informe. El fomento de los sistemas de transporte bajos en carbono acarrearía menos congestión y menos contaminación, con lo que mejoraría la salud de las poblaciones. Los expertos británicos recomiendan tipos de agricultura que mantengan la calidad del terreno, potencien la seguridad alimentaria y no se basen en el uso masivo de fertilizantes.
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